Isabel Preysler da 'calabazas' al viaje institucional de los Reyes a Argentina

Isabel Preysler tenía previsto acompañar a Mario Vargas Llosa a Buenos Aires con motivo del viaje institucional de los Reyes a Argentina. El escritor era uno de los invitados especiales del matrimonio Macri tanto en los actos organizados en honor al jefe del Estado español como también en las reuniones menos oficiales como eran los encuentros previos a la cena de la Fundación Libertad.

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El nobel mantiene una espléndida relación con los Macri, como quedó de manifiesto en febrero de 2017, con la primera visita oficial del presidente argentino a Madrid. La pareja formada por Vargas Llosa y Preysler posó con el matrimonio presidencial en la Casa de América.

Aquella noche tanto la prensa española como la argentina escribieron sobre el 'duelo de estilo'. En este caso, las 'duelistas' eran la 'reina de corazones' y Juliana Awada. Por la noche volvieron a posar las dos parejas y de nuevo se comparó a las dos damas, como ha sucedido con la reina Letizia.

Por eso, para Isabel Preysler el desplazamiento a Buenos Aires se convertía en uno de los viajes más atractivos en el amplio periplo viajero del nobel. Formar parte de la comitiva real era ya de por sí interesante. Desde que la pareja tuvo conocimiento de que la Casa Real había aceptado la invitación y Vargas Llosa recibió la propuesta, Isabel puso en marcha su operativo logístico. La única cuestión que podía complicar el viaje era el nacimiento de su quinto nieto. Pero esto también estaba calculado, porque oficialmente su hija Ana Boyer no cumplía las cuarenta semanas de embarazo hasta la vuelta de Argentina.

No estaba previsto que se adelantara y menos siendo primeriza. El parto no era programado, como así figura en el parte médico enviado a los medios por el hospital Ruber Internacional a petición de Ana Boyer y Fernando Verdasco. Pero una cosa es lo que se suponía estaba controlado y otra lo que quiere la naturaleza.

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Parece que en una de las últimas visitas ya les comentaron a los padres que el bebé podía adelantar su llegada. Fue entonces cuando Isabel Preysler tomó la decisión de quedarse en Madrid "por si acaso”.

Y efectivamente hizo bien, porque Miguel Verdasco Boyer vino al mundo la misma noche en la que su 'abuelastro' entrevistaba al presidente Macri en el transcurso del encuentro de la Fundación Libertad en el Parque Norte de Buenos Aires. El escritor preside la Fundación Internacional para la Libertad. Cuando cumplió 80 años, esta asociación fue la encargada de organizar en Madrid homenajes y seminarios al premio Nobel. Hubo una cena de gala en la que el nobel habló por primera vez y ante un escenario compuesto por intelectuales, escritores y políticos de sus sentimientos hacia su novia: “Por fin he sabido que la palabra felicidad tiene nombre y apellido: Isabel Preysler”.

Tres años después (el escritor cumple 83 años este jueves 28 de marzo), su 'felicidad' no puede acompañarle. Aunque es por un excelente motivo.