Josep Santacana anuncia que al final no demandará a Arantxa por acusarlo de engaño

Llevan casi dos años de luchas judiciales y empiezan a estar cansados. Tanto que Josep Santacana ha decidido marcar más distancias si cabe y no demandará a su ex, Arantxa Sánchez Vicario, por las declaraciones en las que le acusa de haberse quedado con su fortuna, entre otras cosas. Las palabras de Arantxa, publicadas en la revista ‘¡Hola!’ hace un par de semanas, indignaron de tal modo a Santacana que pensó en demandarla de inmediato.

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Ahora, tras haberse hecho pública la sentencia de divorcio emitida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Esplugues de Llobregat, el ya exmarido no quiere ni pensar en abrir un nuevo proceso judicial.

Así lo cuenta a Vanitatis su abogada, Isabel Winkels, quien aseguró en su momento que estudiarían todas las vías legales para que la extenista ‘pagase’ por sus acusaciones. Demanda, demanda, eran las palabras que resonaban al otro lado del teléfono la mañana en que se publicó la citada revista. “Pero no vamos a hacer nada, Josep está muy satisfecho con la sentencia, estamos felices, y ha decidido que lo que quiere es distanciarse y olvidarse de todo esto”. Y añade contundente: “No, no vamos a demandar”.

Acuerdos rotos

Además, ambos firmaron ante notario, antes y después de casarse, unas capitulaciones matrimoniales en las que se comprometieron expresamente a no hablar el uno del otro en caso de ruptura. Un acuerdo que Arantxa ha roto sin dudarlo para cobrar una exclusiva que, además, otro juzgado de Barcelona le ha embargado por sus deudas con Hacienda.

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No corren buenos tiempos para la que ha sido la mejor tenista de la historia del deporte español. Los frentes judiciales siguen abiertos porque su abogado en cuestiones civiles (tiene varios porque son varios los juicios pendientes), Ramón Tamborero, ya ha anunciado que va a recurrir la sentencia de divorcio ante la Audiencia Provincial, para lo que cuentan con 20 días hábiles desde el pasado jueves, fecha de publicación de la decisión judicial. Las intenciones de Arantxa son varias: que no se tengan en cuenta las capitulaciones matrimoniales y que el divorcio se decida en Miami, donde residen ambos.

La sentencia es muy clara al respecto de ambos asuntos. Sobre la jurisdicción, el juzgado se declara competente y asegura que la parte demandante, en este caso Arantxa, no ha acreditado de manera suficiente para que el proceso se decida en EEUU. También se pronuncia sobre las capitulaciones, considerando el tribunal que no es competente para anularlas, que ese es un proceso distinto que debería abrirse con otra demanda. Más trabajo pues para los abogados.