María Teresa Campos, misterios resueltos: su cambio de casa y su presente laboral
De momento, la presentadora no se ha mudado al chalet de Aravaca que ya ha alquilado ni tiene comprador para su casa
Mucho se está especulando estos días sobre la situación laboral de María Teresa Campos y también sobre cómo va a ser su nueva vida a partir de ahora. Incógnitas que nos encontramos en disposición de resolver.
Una de las cuestiones más importantes que están en juego en la actualidad es su futuro profesional. Fuentes de toda solvencia nos confirman que ha terminado el contrato que la vinculaba a Tele 5, por lo que María Teresa es libre para trabajar en cualquier otro medio de comunicación. Ahora sí.
Aunque, al parecer, ha contado con la propuesta de una cadena autonómica, de momento no ha llegado a un acuerdo, lo que, de no producirse, nos privará de disfrutar del buen hacer de una de las comunicadoras más importantes de nuestro país.
En un prinicipio, no parece que la cuestión económica sea lo más relevante para María Teresa, sino encontrar el proyecto más adecuado para ella, que quiere seguir en activo y presente en la vida de todos los españoles, que le han dado su apoyo de manera continuada a lo largo de su fructífera carrera.
María Teresa, una madre muy dedicada a sus hijas, ha vivido en estos últimos tiempos preocupada por la salud de su hija Terelu, ya completamente restablecida del segundo cáncer que ha padecido y la delicada operación de reconstrucción que le hizo vivir un auténtico calvario. Sin duda, también desea que tanto a ella como a su hermana menor, Carmen Borrego, les vaya bien profesionalmente, como así está siendo en la actualidad.
La periodista malagueña también está inmersa en el cambio vital que supone mudarse. De momento no ha llegado ese escenario, pese a haber alquilado ya un chalet de Aravaca, por una cantidad de 4.700 euros, según Idealista. Se trata de una casa de cuatro plantas de 350 metros construidos, distribuidos en cinco dormitorios y tres baños, terrazas y balcones, y unos 400 de jardín, perfecta para sus necesidades y las de su pareja, Edmundo Arrocet, a quien le encanta estar en pleno contacto con la naturaleza.
Sobre la venta de su mansión, no es cierto que haya comprador ni que se haya firmado un contrato de arras, por lo que esta transacción tendrá aún que esperar. Estamos hablando de una propiedad que le resulta costoso mantener abierta (cuenta con una superficie de 2.000 metros cuadrados construidos y 6.000 de jardín) ya que, además, dispone de personal de servicio y jardinero. Una casa de estas características a pleno rendimiento podría acumular gastos, según algunas fuentes, de unos 20.000 euros al mes, por lo que ahora que no cuenta con ingresos, lo más conveniente para ella sería venderla cuanto antes.
Mucho se está especulando estos días sobre la situación laboral de María Teresa Campos y también sobre cómo va a ser su nueva vida a partir de ahora. Incógnitas que nos encontramos en disposición de resolver.