Las 24 horas que convirtieron a Isabel Pantoja en participante de 'Supervivientes'

El martes fue uno de los días más trepidantes para Isabel Pantoja. Firmaba por fin su contrato con Mediaset para formar parte del equipo de la cadena. A las ocho de la tarde estaba ya todo cerrado. Horas antes se había trasladado a una notaría de Jerez de la Frontera con su hermano Agustín para cerrar definitivamente el acuerdo que la llevará, en primer lugar, a Honduras. Será la participante estrella de esta nueva edicion de 'Supervivientes'.

Regresó a su castillo inexpugnable que es Cantora. Acostó a su madre, habló con sus nietos a los que adora y cenó con Agustín, que a lo largo de estos años ha demostrado ser su fiel escudero. A pesar de lo que se ha dicho, la que toma las decisiones sobre su vida es la propia Isabel Pantoja.

A las dos de la madrugada, aún seguía de charla telefónica con sus amistades, a las que explicaba lo feliz que estaba por convertirse en una 'superviviente'. Siempre le ha gustado ese reality y fue ella la que aconsejó a sus hijos que participaran. Cuentan que no se perdía un programa y que incluso llegaba a comentar lo que haría o no haría en las circunstancias en las que se encontraban los concursantes.

Agustín, a Madrid

El hermano Agustín ha puesto rumbo a Madrid para organizar los protocolos que debe pasar Pantoja antes de volar a Honduras. Como el resto de 'supervivientes', debe pasar unas pruebas médicas rigurosas que incluyen análisis y vacunas. Y también quiere cuidar sus estilismos. Quiere elegir pareos, trajes de baño y la vestimenta que tenga que utilizar en la isla.

"Isabel es mucho más fuerte de lo que la gente cree. Superó la gran tragedia que supuso la muerte de Paquirri, sacó adelante a su familia, sin olvidar su paso por la cárcel, las traiciones de amistades incondicionales, la adicción de su hijo Kiko y la vida un tanto desorganizada de Isa. Para ella 'Supervivientes' es más que un reto, es una manera de que la gente la vea como es", explican a Vanitatis.