Ana Boyer cumple 30 años plenamente feliz (pero con una asignatura pendiente)

Ya lo dijo Ana Boyer hace unos años: “Con mis hermanos por parte de padre no tengo mucha relación”. Lo contaba ella misma cuando los periodistas le preguntaban por Laura y Miguel Boyer, los hijos que el expresidente socialista de Economía y Hacienda Miguel Boyer tuvo con Elena Arnedo antes de casarse con Isabel Preysler. Lo contaba entonces y lo seguirá contando porque no ha habido acercamiento.

De hecho, en una de las últimas apariciones públicas que hizo Ana antes de contraer matrimonio con Fernando Verdasco, contaba que se veían de vez en cuando. Lo que no sabía es que unos días antes de esas declaraciones, Laura había hecho otras que contradecían lo comentado: “Isabel Preysler nunca hizo nada para que estuviéramos unidos".

También Tamara Falcó, hablando sobre la inminente boda entonces de Ana y Fernando declaraba: “Se sobreentiende que Laura y Miguel no acudirán a la boda. No tienen relación”.

Su ausencia de vínculo afectivo con sus hermanos paternos se contrapone con la excelente correlación que tiene con los maternos, que no solo asistieron a su idílico enlace (excepto Enrique Iglesias que estaba a punto de ser padre de mellizos), sino que además es bastante habitual verles compartiendo selfies en Instagram.

Por lo demás, la vida no le puede ir mejor a Ana: a sus 30 años ha visto como en los últimos dos su vida daba un giro de 180 grados. Pasó de ser una chica soltera que trabajaba en un despacho de abogados a contraer matrimonio con uno de los mejores tenistas españoles. Su boda, en diciembre de 2017 celebrada en Mustique, fue el preámbulo de un embarazo y una maternidad que celebraba tan solo unas semanas antes de que este jueves, 18 de abril, haya entrado en la treintena.

¡Felicidades!