De la debutante Isabel Torres a la imposible Malú: ausencias y presencias en el debate

Además de los diferentes temas y propuestas políticas de los que se hablaron en el debate de RTVE, había gran expectación por ver quién acompañaba a cada líder político, ya que entre las cuatro 'primeras damas' de la política hay tres nombres de los más mediáticos. Pero fue precisamente la menos conocida de todas, Isabel Torres Orts, esposa de Pablo Casado, la única que asistió al encuentro entre los candidatos a la Presidencia del Gobierno.

Fueron precisamente el líder popular y su mujer los primeros en llegar, tal y como se había establecido por sorteo. La valenciana no quiso gran protagonismo e intentó permanecer en segundo plano en todo momento, aunque sí saludó a las autoridades de la cadena pública a su llegada, siguiendo los pasos de su marido. Sin grandes estridencias en su vestimenta y muy fiel a su estilo habitualmente clásico, lo consiguió. Su presencia en el debate hacía que algunos fotógrafos albergaran la esperanza de ver al resto de 'primeras damas', pero se quedaron con las ganas.

El siguiente en llegar fue Albert Rivera, en compañía de uno de sus asesores. Ni en las mentes más optimistas cabía la idea de que Malú, pareja del político, hiciera acto de presencia. Su romance se ha gestado bajo el más absoluto de los secretos y el debate, con un centenar de fotógrafos acreditados, no era el momento más ideal para hacer oficial su relación, algo que podría suceder tras las elecciones generales del 28A. Y aunque es mucho más que una 'primera dama' de la política y su presencia sería la que más sentido tendría, tampoco Irene Montero, pareja de Pablo Iglesias, asistió.

Capítulo aparte merece Begoña Gómez, la esposa del actual presidente del Gobierno. Aunque las quinielas apuntaban que era la única de las cuatro que iba a asistir, en esta ocasión prefirió ver el debate desde Moncloa. Ella ya sabe lo que es acompañar a un candidato no a uno, sino a dos debates, y las críticas que recibió fueron tan demoledoras que parece que no ha querido tentar a la suerte una tercera vez. Ni sus estilismos ni su protagonismo al lado de Pedro Sánchez, entonces candidato por el PSOE, pasaron desapercibidos para sus detractores.