Las exmujeres del marqués de Griñón salen en su defensa
Tanto Isabel Preysler como Jeannine Girod se han pronunciado esta semana sobre su incidente con su mujer, Esther Doña, que acabó con el aristócrata en comisaria
Carlos Falcó, marqués de Griñón, y su esposa, Esther Doña, fueron protagonistas de un sonado incidente de madrugada en un hotel madrileño el pasado febrero. Fuertes gritos, enfado en aumento, llega la policía y Falcó terminando pasando la noche en comisaría.
Los agentes recomendaron a Esther Doña que interpusiera una denuncia, algo que la mujer de Carlos Falcó nunca hizo. Aún así, los profesionales de oficio decidieron interponer una denuncia por presunto delito de violencia de género.
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Días después, la pareja decidió mandar un comunicado conjunto recalcando la fortaleza y solidez de su matrimonio. Y hace unas semanas, el marqués reaparecía en público aprovechando la primera jornada de la cumbre de negocios de lujo, que se celebró en el Museo del Prado de Madrid, ejerciendo de presidente del Círculo Fortuny.
Ahora le ha tocado el turno a sus exmujeres, Isabel Preysler y Jeannine Girod, de salir en su defensa en sendas entrevistas tras este desagradable episodio.
La socialite, durante un coloquio en el XII Foro Atlántico, al que acompañó a su pareja, Mario Vargas Llosa, preguntada por los medios allí reunidos por la crisis matrimonial del padre de su hija Tamara, aseguró que “no era nadie para opinar” y que “lo único que puedo decir es que Carlos Falcó es un señor de los pies a la cabeza”.
“No he leído nada, pero me lo han contado todo y la verdad es que me he quedado muy sorprendida”, confesaba por su parte Jeannine Girod en una entrevista con 'Vanity Fair'. “Carlos es un señor y una persona educada, al que no le gusta discutir, y mucho menos con su mujer. ¿Violento? ¡Para nada! Más bien todo lo contrario”, asegura la diseñadora de joyas sobre el aristócrata, con el que se casó en 1963 y tuvo dos hijos, Manuel y Xandra.
Carlos Falcó, marqués de Griñón, y su esposa, Esther Doña, fueron protagonistas de un sonado incidente de madrugada en un hotel madrileño el pasado febrero. Fuertes gritos, enfado en aumento, llega la policía y Falcó terminando pasando la noche en comisaría.