No nos harán volver al armario
Miquel Iceta, primer secretario del PSC
Este 2019 se cumplirán 20 años desde que salí del armario formalmente. Y digo ‘formalmente’ porque la verdad es que estuve siempre en una vitrina a la vista de todos. Animado por militantes del colectivo LGTBI, un 12 de octubre de 1999 en el bar barcelonés Punto BCN hice pública mi homosexualidad. La elección del día no fue casual. Para refrescar la memoria a los más jóvenes, ese día de octubre, durante el franquismo, se conmemoraba el 'día de la raza'.
Han pasado los años y se han ido conquistando derechos para el colectivo de personas LGTBI, con los que se construye una sociedad más igualitaria para todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país. La ley de matrimonio homosexual, la posibilidad de que dos personas de un mismo sexo puedan adoptar o normativas que luchan contra la LGTBfobia son algunos ejemplos. Es de justicia reconocer que estas leyes tuvieron y han tenido el impulso del movimiento asociativo y partidos políticos progresistas, y que más concretamente se hicieron realidad bajo mandatos de gobiernos socialistas. Y, como dato curioso, aquellos como el Partido Popular que las criticaron y reunieron ante el Tribunal Constitucional luego las han acabado aceptando y utilizando.
A pesar del camino recorrido, ninguno de estos derechos estará siempre garantizado. Tienen muchos detractores y no desaparecen del horizonte algunas amenazas de retroceso. Por ello, estos derechos deben asegurarse cada día. Siguen vigentes las palabras del desaparecido Pedro Zerolo ante una persona que se oponía al matrimonio entre personas del mismo sexo: "En su modelo de sociedad no quepo yo, en el mío sí cabe usted". Debemos luchar de forma permanente por una sociedad inclusiva con plena igualdad de derechos.
Derrotar a la intolerancia
Causan alarma recientes acontecimientos en Estados Unidos, Brasil y también el avance de la ultraderecha europea. En el caso nuestro país, lo hemos podido ver en las elecciones para elegir el Parlamento andaluz, en las elecciones generales de hace unas semanas, en las elecciones municipales y las del Parlamento Europeo con el discurso de extrema derecha representado por Vox y algunos palmeros ocasionales. A juzgar por los resultados electorales, podemos afirmar que el combate por la igualdad y contra la intolerancia no ha acabado y que todavía hay quien pretende que volvamos al armario. Afortunadamente, la victoria electoral de Pedro Sánchez ha demostrado a todo el mundo que es posible vencer a la derecha LGTBfóbica y derrotar a la intolerancia.
Un año más, el próximo 28 de junio, en el día del Orgullo, tendremos mucho que celebrar. Vivamos este momento con alegría y tomemos fuerza para seguir caminando hacia una igualdad y una justicia social plenas. ¿Acaso existe una mejor causa por la que vivir y luchar?
Este 2019 se cumplirán 20 años desde que salí del armario formalmente. Y digo ‘formalmente’ porque la verdad es que estuve siempre en una vitrina a la vista de todos. Animado por militantes del colectivo LGTBI, un 12 de octubre de 1999 en el bar barcelonés Punto BCN hice pública mi homosexualidad. La elección del día no fue casual. Para refrescar la memoria a los más jóvenes, ese día de octubre, durante el franquismo, se conmemoraba el 'día de la raza'.
Han pasado los años y se han ido conquistando derechos para el colectivo de personas LGTBI, con los que se construye una sociedad más igualitaria para todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país. La ley de matrimonio homosexual, la posibilidad de que dos personas de un mismo sexo puedan adoptar o normativas que luchan contra la LGTBfobia son algunos ejemplos. Es de justicia reconocer que estas leyes tuvieron y han tenido el impulso del movimiento asociativo y partidos políticos progresistas, y que más concretamente se hicieron realidad bajo mandatos de gobiernos socialistas. Y, como dato curioso, aquellos como el Partido Popular que las criticaron y reunieron ante el Tribunal Constitucional luego las han acabado aceptando y utilizando.
A pesar del camino recorrido, ninguno de estos derechos estará siempre garantizado. Tienen muchos detractores y no desaparecen del horizonte algunas amenazas de retroceso. Por ello, estos derechos deben asegurarse cada día. Siguen vigentes las palabras del desaparecido Pedro Zerolo ante una persona que se oponía al matrimonio entre personas del mismo sexo: "En su modelo de sociedad no quepo yo, en el mío sí cabe usted". Debemos luchar de forma permanente por una sociedad inclusiva con plena igualdad de derechos.