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Padre Ángel: "El papa Francisco bautiza a los homosexuales y yo también, faltaría más"
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Padre Ángel: "El papa Francisco bautiza a los homosexuales y yo también, faltaría más"

El sacerdote acaba de publicar el libro 'Un mundo mejor es posible', que está destinado a convertirse en un éxito editorial

Foto:  El padre Ángel, durante la entrevista. (Foto: Manuel Fernández Valdivia)
El padre Ángel, durante la entrevista. (Foto: Manuel Fernández Valdivia)

Su apostolado lo lleva en pleno Chueca, el barrio gay más famoso de España. Fundó y preside Mensajeros por la Paz; su iglesia de San Antón, en el centro de Madrid, abre 24 horas para dar cobijo a los más desfavorecidos y ha implantado una nueva forma de entender la Iglesia. El padre Ángel es el bastión español de la solidaridad en el mundo. Acaba de publica su libro 'Un mundo mejor es posible', un canto a la libertad en el que se pregunta: ¿quién soy yo para cerrar las puertas de la Iglesia o preguntar a alguien cuando entra por su sexualidad? El sacerdote ha concedido una entrevista a Vanitatis tocando todos los temas, sin dejar una pregunta sin respuesta.

PREGUNTA: Padre, ¿usted cree que se puede compatibilizar ser católico practicante con ser homosexual?

RESPUESTA: Sí, claro. Por supuesto que sí. Nadie puede juzgar a nadie. ¿Cómo alguien se puede atrever a no creerlo? Somos todos hijos de Dios. Los bautizados y no bautizados. Yo de teologías sé poco. Solo sé que Dios no puede despreciar a nadie y conozco a muchos gais y lesbianas que quieren estar en la gracia de Dios. Son personas solidarias y no soy yo nadie para apartarlos de Dios.

P.: En su libro 'Un mundo mejor es posible' habla de los avances en el tema de la homofobia y dice que la sociedad ha ganado este pulso…

R.: Hemos pasado de criticar a los gais a admirarles: es increíble lo que han sufrido esas personas… Y siguen ahí, fuertes. Yo creo que la sociedad ha ganado. Creo que esa frase manida de que ser homosexual es pecado ya empieza a decirse menos y quien lo dice sabe que no verdad. Vuelvo a repetir: Gracias a Dios, la sociedad va avanzando. En muchas cosas. Y cuando hay amor y cariño, todo eso se desarma… Ya poca gente se atreve a criticar públicamente o en privado estas opciones sexuales de la gente.

P.: En otro capítulo de su libro también elogia usted que España fue pionera en el matrimonio gay en el 2005. ¿Qué opina usted de esta ley civil?

R.: La Iglesia acepta las normas civiles y en España está aprobado el matrimonio civil. Guste o no, nadie se puede oponer al matrimonio civil. Para mí es un avance, pero algunos creen que no. Bueno, yo respeto a los que creen que no, pero también pido que me respeten cuando yo creo que sí. Siempre digo que la Iglesia también es madre de esas personas que aman de otra forma o intentan tener hijos de otra manera. Que lo escuche quien quiera, pero a mí me parece bien esa ley civil. Ha dado tranquilidad y calma a mucha gente que la necesitaba.

placeholder Mantuvimos este encuentro con el padre Ángel en Marbella. (Foto: Manuel Fernández Valdivia)
Mantuvimos este encuentro con el padre Ángel en Marbella. (Foto: Manuel Fernández Valdivia)

P.: ¿Y le gustaría ver que llega el día en que usted pudiera casarlos por la Iglesia?

R.: La Iglesia pone sus normas y casarlos no puedo, porque canónicamente no se puede. Pero que yo sepa, la Iglesia no prohíbe bendecir. Bendecimos hasta chatarra, viviendas o una gasolinera. ¿No voy a poder bendecir a dos que se quieren? Pues les doy mis bendiciones. Por eso yo les digo, en frase del mismo Papa: "El mundo está falto de amor, que la gente se quiera, que la gente se acaricie, que la gente se ame… Es el pilar de la sociedad. Amaos, amaos mucho. Amaos todos".

P.: Pero por bautizar a hijos del colectivo gay le han criticado mucho.

R.: ¿Cómo no se va a poder bautizar a la gente? Es el colmo de los colmos… Cuando viene alguien y me dice que quiere bautizarse, todos son hijos de Dios y no se pueden hacer esas distinciones. ¡Cuántas veces al Papa le han sacado de quicio esas cosas! Él ha recibido a un transexual y a un homosexual…Él solo dice que nos amemos. A mí me duele mucho que a veces, por la condición sexual, se rechace a alguien.

P.: Es muy fuerte esa frase tan dura de la Iglesia y de algunos obispos que dicen que los “homosexuales se merecen el fuego eterno”

R.: Bueno, la Iglesia tiene excepciones. Son unos pocos los que desvirtúan el mensaje. Sobre todo, en nuestro caso, el de los sacerdotes que hemos nacido para bendecir y no para maldecir. ¡A mí me duele esa frase de que les condena al fuego eterno! Muchos van a tener que tragarse sus palabras porque el Papa ha dicho que no se puede condenar a nadie y que todos los pecados se pueden perdonar.

P.: La asociación Crismhom es un grupo ecuménico de cristianos gais que se reúnen en Chueca y sé que usted tiene mucho trato...

R.: Así es. Y vienen mucho por esta iglesia y he estado en su domicilio y he rezado con ellos y estoy feliz de que ellos me hayan admitido en su casa y yo les haya admitido en la mía. Es una asociación a la que, gracias a Dios, nadie critica y que han sido capaces de hacerlo sin oscurantismo. Se sabe que existen y que hay muchas personas que están comprometidas en esa organización

Su labor en Chueca

P.: Su obra la lleva usted en el corazón del barrio de Chueca, el barrio gay por excelencia de España. ¿Es una casualidad?

R.: No…. Yo solo buscaba una iglesia de 24 horas y me la dieron en el centro de Madrid. Que me den otro centro en el barrio de Salamanca, que también lo acepto. Es broma, pero San Antón es la iglesia de todos, siempre ha sido así, y debe seguir siendo así. La iglesia está en el centro neurálgico de Chueca, al que vienen muchas personas. A veces, después de estar de marcha con los amigos, ven que la iglesia está abierta y vienen a estar un rato con nosotros. Son muchas personas y muchos de ellos son gais. Aun no sé por qué les damos la denominación de colectivo. Habría que empezar a quitar esos moldes, ¿no? Todos somos familia. Quitemos apelativos como lesbianas, homosexuales o heterosexuales. Les pido a ellos siempre que me bendigan. ¿Cómo me voy a oponer a tratar igual que a los demás a dos hombres que se quieren? En esta iglesia bendigo a las mascotas, así que a ver si voy a poder bendecir a un perro y no a un homosexual o una lesbiana...

P.: ¿Tiene usted a veces crisis de fe?

R.: Claro que sí. Una de ellas por ejemplo es cuando ves a muchos niños a los que no se ha querido bautizar por ser hijos de madres solteras o de lesbianas. O cuando alguien no te entiende por besar y bendecir a un homosexual. Ahí sí he tenido momentos de crisis. Pero la Iglesia del papa Francisco lo está cambiando todo. “Abrid las puertas de las iglesias, abrid vuestros corazones, estad con todos”. Lo dijo el primer día de su pontificado, todos somos hijos de Dios. A veces, da la sensación de que algunas personas, por tener otra sexualidad, parece que no son hijos de Dios y todos lo somos.

P.: Usted sufrió fuertes críticas por hacerle una misa a Pedro Zerolo.

R.: Pues sí. Hice una misa por Pedro Zerolo (político socialista activista LGTBI ) y la crítica fue tremenda. Pues lo volvería a hacer igual. Creo que no lo entendió la gente. Muchos pensaron que yo estaba haciendo un homenaje a Pedro. Y yo lo único que hacía era pedir por él y por otros como él. La gente buena va al cielo y Pedro era un tío buenísimo que luchó por los derechos humanos como nadie. Ojalá lucháramos así todos. Si rezo por las buenas personas, ahí dentro está Pedro Zerolo.

P.: ¿Uno se acostumbra a que le critiquen constantemente por defender al colectivo LGBT?

R.: Sé que hay gente dentro de la Iglesia a la que no le parece bien, pero esta es la Iglesia de Jesús de Nazaret y a Jesús también le criticaban por rodearse de pecadores. No hago nada que no esté en el origen de mi fe.

P.: El lema de Mensajeros de la Paz es 'Solo ante Dios y un niño debemos ponernos de rodillas', ¿cómo valora la actuación de la Iglesia ante el problema de pederastia?

R.: No se puede negar que ocurrió y que se tardó en afrontar. Lo trato en mi libro y fueron tiempos pasados. La Iglesia de hoy es mejor que la de hace unos años, de verdad, más limpia. Ahora es impensable que haya algún sacerdote que haga algo así. La sociedad mejora y mejoramos todos.

P.: La gestación subrogada entre los gais ha sido muy criticada por parte de la Iglesia…

R.: Pero no solo la de los gais. En el tema de la gestación subrogada no suelo entrar porque no lo sé. Yo no condenaré nada. Cuando vienen hijos que han nacido 'in vitro', yo los bendigo igual que a los demás. Yo no tengo por qué entender de esas cosas ni saber toda la doctrina de la Iglesia, pero a veces yo creo que no es la Iglesia la que se opone, sino algún cura o algún obispo.

En el Orgullo Gay

P.: En esta campaña electoral un candidato proponía sacar las celebraciones del Orgullo Gay fuera de Madrid. ¿Qué dice de nosotros que exista este discurso?

R.: Dice poco. Los derechos que hemos ganado no se pueden echar atrás. Tenemos que ser tolerantes. Creo que la concordia y el que nos sepamos entender con el dialogo no se puede cortar. Y del dialogo debe salir lo mejor de nosotros. Los ayuntamientos que han dialogado con trampas lo van a pagar y no lo van a hacer bien.

P.: Pero al equipo político de Vox no les gusta los homosexuales y así se han pronunciado ¿Qué opina de esto?

R.: Yo he abrazado a los de Vox y les quiero y les comprendo. Ellos no dicen tales cosas. A los enfermos del sida los teníamos apartados hasta que los entendimos y sufrimos en nuestras familias. Igual le ocurre a esta gente. No he conocido a ninguna madre que no quiera a su hijo por ser homosexual. Hay padres que no lo han entendido. En otro tiempo, se creía que el homosexual era de otro mundo, un enfermo…, cuando solo es una orientación sexual. Hay que eliminar esos conceptos de falsedades y hacer un canto de libertad.

P.: ¿Ha ido usted en alguna ocasión al Orgullo Gay?

R.: No. No he ido, pero por no complicarles más la vida a ellos, ni a mí. Tampoco soy de aglomeraciones. Nunca he ido a una manifestación, más que a la de la pobreza. Pero siempre estoy ahí para ellos, en mi iglesia esperándoles a todos para escucharlos y amarlos.

Su apostolado lo lleva en pleno Chueca, el barrio gay más famoso de España. Fundó y preside Mensajeros por la Paz; su iglesia de San Antón, en el centro de Madrid, abre 24 horas para dar cobijo a los más desfavorecidos y ha implantado una nueva forma de entender la Iglesia. El padre Ángel es el bastión español de la solidaridad en el mundo. Acaba de publica su libro 'Un mundo mejor es posible', un canto a la libertad en el que se pregunta: ¿quién soy yo para cerrar las puertas de la Iglesia o preguntar a alguien cuando entra por su sexualidad? El sacerdote ha concedido una entrevista a Vanitatis tocando todos los temas, sin dejar una pregunta sin respuesta.