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Kike Sarasola: "Me da tristeza que quieran poner trabas a que tengamos hijos" El matrimonio, que está al frente de Room Mate Group, nos recibe en su casa madrileña con sus dos hijos, Aitana, de siete años, y Enrique, de casi cuatro

Kike Sarasola entra en casa arrastrando un 'trolley'. Llega de un viaje de los varios que tiene programados esa semana. Hace una hora que hemos desembarcado en su sofisticado piso del centro de Madrid, de altísimos techos y cálidos suelos de madera noble, en el que se combinan con acierto piezas de mobiliario 'vintage' con obras de arte contemporáneas. Preparamos una sesión de fotos en la que vamos a contravenir las recomendaciones de Alfred Hitchcock: no rodar con perros ni con niños. Sus dos hijos, Aitana y Enrique, de siete y tres años, tratan de llamar la atención de sus invitados (nosotros) haciendo volteretas y piruetas en la chaise-longue king-size del salón mientras maquillan a su padre, Carlos Marrero, quien evidencia lo que más adelante, entrados en materia, nos desvela su marido: es el epítome del hombre tranquilo y rezuma paz interior.

'El tiempo es oro' no solo es el nombre del recordado concurso presentado por Constantino Romero a finales de los 80 y primeros 90, sino una máxima que tiene muy interiorizada el presidente de Room Mate Group. Kike Sarasola es capaz de responder a cualquier pregunta mientras le maquillan, piensa en el traje y los complementos que se pondrá para el acto al que tiene que acudir a continuación, contesta al teléfono, da directrices a sus hijos para que se preparen para las fotos y se ocupa de sus mascotas, que, disciplinadas, parecen haber nacido para posar.

'Visionario' es un apelativo que en ocasiones se ha utilizado para referirse al excampeón de hípica, desde hace años uno de los empresarios más exitosos de nuestro país. Si a lo que se refieren los que utilizan este término para hablar de Kike Sarasola es a que es alguien 'con visión', podemos dar fe que él la tiene hasta para los pequeños detalles. Ejecuta las ideas según le llegan a la cabeza. Por eso sabe de inmediato en qué rincones quiere posar, cómo conseguir la mejor composición para las fotografías y transmitir lo que rezuma su familia en la actualidad: felicidad.

PREGUNTA: Dos de tus grandes referentes son Richard Branson, propietario de Virgin, y Steve Jobs, fundador de Apple, dos empresarios que eligieron estar en primer plano como tú. ¿Por qué?

RESPUESTA (Kike Sarasola): Cuando admiro una empresa, me gusta ver que detrás hay una persona que ha creado un equipo con personas. Una compañía de la que no sabes nada ni de quien la lleva ni de quien la ha creado no me gusta.

P.: Una de tus frases más emblemáticas es "El maricón soy yo, mis hoteles no" y encierra lo que habéis conseguido con vuestra marca: que sea transversal.

Kike Sarasola: Como soy muy ambicioso, cuando monté el negocio los otros hoteleros empezaron a correr el bulo de que los hoteles del Sarasola eran para maricones. Me estaba haciendo daño, porque el sector corporativo no quería venir a nuestros establecimientos, pues consideraban que si en sus oficinas pedían que les hicieran una reserva, alguien podría decir que eran gais. Así que hice una entrevista muy buena en 'Expansión' en la que dije: “El maricón soy yo, mis hoteles no”. Para dejar muy claro que yo quiero todo el pastel. Seas lo que seas, yo no te pregunto, soy un hotel, te doy un servicio y ya está. A mí no me gustan los guetos, empezando por eso.

P.: ¿Cómo vives el Orgullo Gay?

Kike Sarasola: Siempre he sido muy reivindicativo. Por mi manera de ser y por tener unos padres de mentalidad muy abierta no he tenido que esconderme nunca. Tampoco he ido nunca con una bandera. El Orgullo por el que peleo es el de normalizar, no el de tener que decir que eres gay o lesbiana. ¿Te gusta la paella, la pizza? No te juzgo por algo que te gusta y mientras no molestes a la persona de enfrente y seas respetuoso me da igual que tomes una Coca-Cola o un gin-tonic. Siempre he reivindicado esa normalidad, pero ante cualquier ataque homófobo tenemos que seguir peleando. A mí me encantaría que el Orgullo Gay se convirtiera en el de la inclusión, de la felicidad, de llevarnos bien. Eso es lo que he peleado toda mi vida.

P.: Lleváis 26 años de relación, doce de ellos casados, y además trabajáis juntos. ¿Cuál es vuestro secreto?

Kike Sarasola: Estoy locamente enamorado de mi marido, pero el matrimonio no es bueno ni malo, es largo de cojones... Puedes ponerlo así -nos dice, muy divertido el CEO de Room Mate Group-. Es una frase de mi padre, que estuvo casado con mi madre cuarenta años y fue muy feliz con ella, así que fíjate. El secreto es tener mucho respeto el uno por el otro. Somos el yin y el yang. Yo soy un polvorilla y Carlos, que es canario, es mucho más calmado. Hemos tenido grandes crisis, no hay que negarlo. Convivir y trabajar con tu pareja no siempre es fácil. Carlos es una persona muy respetuosa. Es el complemento perfecto para mí, que soy muy impulsivo.

Carlos Marrero: La receta es primero mucho amor, mucho respeto hacia la persona. Tenemos dos caracteres fuertes y no intentamos solapar o minimizar el uno al otro. Se necesita complicidad, respeto, cariño y admiración mutua. De esa forma hemos llegado a estar siempre pendientes el uno del otro. Hemos sabido convivir en la diferencia. Eso es lo que ha hecho que podamos mantener una relación de tú a tú.

El éxito de Room Mate Group

Kike y Carlos han sobrevivido en su relación al peligroso cóctel de mezclar lo personal con lo profesional ya que están al frente de Room Mate Group, que engloba los hoteles Room Mate, Be Mate Apartments y X-Perience, una consultoría a través de la que comparten el 'know how' de la empresa con las de la competencia. Una iniciativa que a algunos les puede parecer contradictoria o suicida, pero no en la visión de negocio de Sarasola: "Mucha gente nos pedía ayuda para que sus hoteles parecieran un Room Mate, lo que es un gran halago. La primera que me dijo que creara una marca fue Rosalía Mera -primera mujer de Amancio Ortega y fundadora de Inditex-, que entró en nuestra empresa cuando ya habíamos abierto seis establecimientos. Era lo que habían hecho ellos con Zara y es lo que intentamos hacer. A mí me gusta tener competencia buena, porque la cutre es mala para ellos y para mí. Así que siempre que tengo una idea que considero beneficiosa para el sector la comparto. Primero porque lo van a acabar sabiendo y después porque corres el riesgo de que si no lo comunicas tú, se apropien de ella. En ese sentido soy un libro abierto".

P.: ¿Cómo es vuestra relación laboral?

Kike Sarasola: Separarnos los roles. Cuando empezamos los dos hacíamos de todo, de ser recepcionistas a limpiar habitaciones, lo que fuera necesario, y quizás había más roces. Llegó un momento en el que tuvimos que aprender a delegar. Sobre todo cuando ya tienes una compañía con 1.300 trabajadores. Sé que hago algunas cosas mejor que otras. Y a Carlos le sucede lo mismo. Hay que dejarle que se ocupe de las cosas que hace bien y yo de las que yo hago bien. Separamos muy bien las labores. Carlos es una persona muy motivadora, que funciona muy bien en recursos humanos, con el cliente interno... En eso es maravilloso.

Carlos Marrero: Kike es visión, motor, es el keroseno que todos queremos tener en nuestra vida. Sobre todo es muy justo. Es una persona muy generosa. Y un polvorilla. Yo soy mucho más tranquilo, así que nos complementamos. "Le admiro por su forma de ser, pero no querría ser como es él", concluye con humor, a lo que Kike responde con fingido enfado infantil: "¡Yo sí quiero ser como tú!".

P.: La manera de educar a los hijos a veces es fuente de discrepancias entre los padres. ¿Os ha pasado a vosotros?

Kike Sarasola: Soy deportista olímpico, lo que te convierte en una persona muy disciplinada, con tiempos. Mis hijos a las 8:30 están durmiendo, sí o sí, lleguemos nosotros a verlos o no. Hacen sus deberes durante media hora, tienen sus clases de natación, de montar a caballo... Carlos es más de dejarles que se lean un cuento o que se acuesten a las nueve. Ahora estamos llegando a ese entendimiento entre nosotros. Es un proceso divertido.

Carlos Marrero: Somos muy sensatos en los objetivos que queremos conseguir. Lo importante es que sean felices, justos, cariñosos, agradecidos... Su forma de ser le lleva a ser más imperativo, más inmediato. Yo soy más de dialogar con ellos.

P.: Vuestro caso ha sido muy importante para la normalización de la gestación subrogada en España.

Kike Sarasola: Ser padres es lo más bonito que hemos hecho en nuestra vida. De la única cosa que me arrepiento es de que no fuera antes. El amor y la felicidad de haber formado una familia con nuestros hijos no es comparable a nada en el mundo. A nada. Me da tristeza ver a gente que quiera poner trabas a alguien que quiere tener una familia y que el 100% de las veces, a mi entender, aunque habrá excepciones, es por amor verdadero. Que quieran limitarlo o prohibirlo me parece una aberración como ser humano.

P.: Habéis apoyado públicamente a Ciudadanos porque han llevado esta cuestión en su programa electoral.

Kike Sarasola: Sí, a Ciudadanos y a cualquier persona u organización que esté a favor de esto. Nuesta experiencia ha sido tan bonita que estamos dispuestos a contársela a quien quiera para que sea consciente de ello. Estoy muy triste porque amigos míos se hayan tenido que ir fuera de España con un montón de inseguridades, cuando deberíamos poder hacerlo aquí. Yo confío mucho en el pueblo español, que al principio gritan, patalean y luego van aceptando las cosas.

P.: Vosotros intentasteis adoptar, pero lo tuvisteis que desestimar.

Kike Sarasola: Nuestra experiencia fue nefasta, pero adoptar también es una excelente opción. Debería establecerse por ley que cualquier niño que necesite una familia lo pudiera conseguir en tres meses. Deberíamos acelerar todo ese proceso para que no estén en centros de acogida y a los 18 años en la calle abandonados y sin futuro. Eso es un horror. Para mí ser padre ha sido la mejor experiencia de mi vida y pido a los que piensen distinto que hablen con alguno de nosotros para que entiendan la situación.

P.: Carlos, a ti no te resultó fácil dar el paso de ser padre. ¿Qué te hizo cambiar de idea?

Carlos Marrero: No tuve el mismo proceso de normalización de Kike. Para mí fue un poco más traumático, por origen, por religión, por muchas cosas. De alguna forma tenía instaurado en mi cabeza que ser padre era un imposible. Igual que si eres varón no te puedes quedar embarazado. Era un no rotundo. La idea de tener hijos surgió de una conversación improvisada. Según me lo planteó Kike me parecía absurdo y no pensé que lo lograríamos. Ahora me siento pleno. Sabiendo lo que es ser padre, si no lo hubiera vivido me habría faltado algo muy grande en mi vida.

P.: También fue de gran ayuda para que salieras del armario el padre de Kike, que os animó para que lo hicierais en la revista 'Zero'.

Carlos Marrero: Así es, yo no quería. Enrique me dijo: ¿Qué tienes que perder? ¿Vas a perder a tu familia, a tus amigos, te van a echar del trabajo? Con esta acción vas a ayudar a mucha gente y le contesté que tenía toda la razón. Me ayudó mucho a dar ese impulso a mi vida, a normalizar, a minimizar, a relativizar. A veces nos montamos muchas películas o hacemos grandes temas de cosas que deberían ser simplemente tan claras como el agua. Sin grandes historias, como el tema de tener hijos. No es algo trascendental, sino la necesidad de querer dar amor, de querer.

Y es el propio Sarasola quien nos cuenta la intrahistoria de aquel reportaje que en 2003 marcó un antes y un después en sus vidas y que posiblemente fuera muy inspirador para personas que se encontraban en su misma situación: "Me pidieron que fuera el primer deportista olímpico en activo en salir del armario. Antes de decidirlo fue a contárselo a mis padres, porque esto tenía repercusión para toda la familia, aunque yo llevaba viviendo con Carlos diez años. Pensé que podía ayudar, por ejemplo, a que no maltratasen a niños por ser gais. Se lo comenté a ambos y reaccionaron muy bien. Mi padre se quedó pensando y me dijo que si podía ayudar a alguien, que lo hiciera. Y además me pidió salir en la entrevista y contar lo orgulloso que estaba de nosotros. Tres meses antes de morir se levantó del hospital y fue a grabar un documental de TVE para hablar de esto. Él siempre fue así", manifiesta orgulloso sobre Enrique Sarasola, quien ha sido siempre su referente en todos los sentidos.

Acabamos el reportaje como lo empezamos, con Kike saliendo a la carrera hacia una mesa redonda en la que va a participar esa misma tarde. Corre hacia un taxi para llegar puntual a la cita. Para él, el tiempo vuela.

Entrevista:
Juanra López
Fotos:
Olga Moreno
Estilismo:
Carla Aguilar
Asistente de fotografía:
Xtriman
Producción:
Pilar Grosso
Video:
Helena Sánchez

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