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Arantxa Sánchez Vicario: arrepentimiento, perdón y penitencia ante un otoño caliente
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UN DURO DIVORCIO

Arantxa Sánchez Vicario: arrepentimiento, perdón y penitencia ante un otoño caliente

La tenista tiene una nueva cita en los juzgados de Miami el 8 de septiembre para la custodia y manutención de sus hijos. Ha llamado a todos con quienes se peleó durante su matrimonio

Foto:  Arantxa Sánchez Vicario. (Cordon Press)
Arantxa Sánchez Vicario. (Cordon Press)

Hacía tiempo que esperaban que sonara el teléfono. Y hace unas semanas, llegó la llamada. Arantxa Sánchez Vicario descolgó para comunicarse con todos aquellos a los que había hecho daño durante su matrimonio con Josep Santacana. Familia y amigos a quienes acusó en público y en privado de haberse enriquecido a su costa, a quienes dejó de hablar, a quienes convirtió en enemigos ficticios. Ahora, tras su peliagudo divorcio (todavía en trámite), la tenista ha caminado su penitencia y se prepara para un otoño caliente. Tiene su primera cita en los juzgados el 8 de septiembre para seguir con el proceso en el que se debe decidir sobre la custodia y manutención de sus hijos.

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Quienes han hablado con ella estos días admiten que se encuentra en un estado muy bajo. “Está destrozada -comentan a Vanitatis-. Su tono de voz es triste, está en muy baja forma”. Todo lo que la rodea la lleva a ese momento.

placeholder Arantxa Sánchez Vicario en una imagen de archivo. (Getty)
Arantxa Sánchez Vicario en una imagen de archivo. (Getty)

Todas las noticias que han salido del proceso judicial en el que está inmersa con su marido han sido en su contra. Los juzgados de Barcelona han emitido sentencia de divorcio, algo que ella no quería y que ha recurrido. El juzgado de Miami ha emitido sentencia en su contra, un documento en el que además la acusa de ir a juicio con mala fe. Tiene pendiente la querella del Banco de Luxemburgo, que sigue su curso en Barcelona y que quienes están relacionados con el caso avisan a Vanitatis que “pinta mal para ella”.

Arrepentida ante todos

En esta situación compleja, Sánchez Vicario ha reaccionado acercándose a los suyos, a quienes había vilipendiado con anterioridad. Primero fue con Emilio, su hermano, después con su madre, Marisa, y su hermana mayor, Marisa, y al final con Javier. Ante su entorno ha tenido que bajar la cabeza, primero, decíamos, con la familia y después con sus amigos.

En ese proceso de acercamiento, su madre ha jugado un papel vital. Viaja a Miami con mucha frecuencia, cuida de sus nietos y de su hija, a quien da el apoyo que necesita. “Está mucho más delgada, hasta demacrada”, comentan a Vanitatis quienes la han visto hace poco en Miami. Todo parece indicar, apuntan las mismas fuentes, que la madre de Arantxa viajará a Estados Unidos para estar con su hija durante este verano.

Arantxa trabaja en una escuela como directora deportiva, empleo por el que recibe unos 30.000 euros brutos al año. Sus emolumentos son altos, puesto que sigue trabajando en publicidad, en torneos y con grandes marcas. Según publicó Vanitatis, en 2017 ingresó unos 230.000 dólares y en 2016 otros 250.000. Ahora será un juzgado quien decida si los dos hijos de Sánchez Vicario y Santacana viven con uno u otro padre y quién se responsabiliza de los gastos de los menores.

Hacía tiempo que esperaban que sonara el teléfono. Y hace unas semanas, llegó la llamada. Arantxa Sánchez Vicario descolgó para comunicarse con todos aquellos a los que había hecho daño durante su matrimonio con Josep Santacana. Familia y amigos a quienes acusó en público y en privado de haberse enriquecido a su costa, a quienes dejó de hablar, a quienes convirtió en enemigos ficticios. Ahora, tras su peliagudo divorcio (todavía en trámite), la tenista ha caminado su penitencia y se prepara para un otoño caliente. Tiene su primera cita en los juzgados el 8 de septiembre para seguir con el proceso en el que se debe decidir sobre la custodia y manutención de sus hijos.

Arantxa Sánchez Vicario