Sara Montiel y Pepe Tous: 41 años de la boda que casi fue bautizo

Fue un 31 de julio de hace 41 años, en 1979. Los termómetros apuntaban altas temperaturas y Saritísima, nuestra Sara Montiel, se presentaba en un juzgado de Palma de Mallorca, dispuesta a pasar de nuevo por el altar. Aunque esta vez Sara se casaba por lo civil. La revista 'Semana' ofreció, días después, todos los detalles de su enlace con Pepe Tous, el promotor teatral y coleccionista de arte que a la postre fue el gran hombre de su vida.

La estrella de 'El último cuplé' ya había jurado 'sí, quiero' en dos ocasiones. La primera, al director Anthony Mann en 1957, cuando su carrera profesional coqueteaba con Hollywood gracias a títulos como 'Veracruz'. La segunda, a José Vicente Ramírez Olalla. De este segundo marido, ella dijo, con su habitual gracejo manchego, que le "salió rana". Lo mandó a paseo poco tiempo después de casarse.

Aquella tercera boda con Pepe Tous fue inolvidable. Y no solo porque las cámaras de los fotógrafos no perdieron detalle, sino por las ocurrencias de la propia Sara. La actriz tuvo la genial idea de hacer un dos por uno y quiso que, tras la ceremonia civil, se celebrase el bautizo de su hija Thais, a la que Tous y ella habían adoptado anteriormente. El obispado de Mallorca se negó a mezclar un enlace civil con un bautizo, lo cual obligó a que la niña recibiese las aguas bautismales cinco días antes, en la parroquia de San Juan de la Cruz de Barcelona.

Superado el disgusto por la negativa eclesiástica, aquel espeso 31 de julio tocó celebrar una boda que fue calificada como 'la del año'. En las afueras del juzgado se agolparon unas 500 personas para ver de cerca a los contrayentes. Sara llegó ante el juez con un vestido muy en su línea: transparente, con un bordado de flores blancas y un collar de esmeraldas y brillantes. Puro barroquismo que hizo más gratas las altas temperaturas para todos los testigos.

Tras el juramento de amor eterno, Sara explicó las razones de que no se celebrase el bautizo. El obispo había dicho que la niña fue utilizada publicitariamente y que ella y Pepe no estaban casados de manera 'oficial'. "Ha sido un golpe muy fuerte, tanto para Pepe como para mí", manifestó. Para colmo de la originalidad, lo hizo a través de una nota que ella y su ya marido leyeron ante los invitados.

Tras el consiguiente rezo, los recién casados se arrodillaron con la pequeña ante una imagen de la Virgen. Acto seguido, se dirigieron al hotel Valparaíso para festejar que ya eran marido y mujer. Las crónicas de la época contaron que la tarta nupcial pesaba la friolera de 70 kilos y costaba 100.000 de las antiguas pesetas. Los más de 200 invitados estuvieron encantados con esa tarta, con los bailes, las risas y el espectáculo que supuso el inicio de un matrimonio que duraría más de una década.

Trece veranos más tarde, un Pepe Tous tocado por el cáncer falleció a los 60 años. El empresario fue incinerado en Barcelona y los más íntimos de Sara declararon a los medios que ella estaba "totalmente destrozada". A partir de aquel mes de agosto de 1992, Sara Montiel se reinventó: desde entonces fue frecuente verla en programas de televisión, protagonizando videoclips como el 'Absolutamente' de Fangoria o casándose de nuevo (con el cubano Toni Hernández). Todos los que criticaron su fuerte presencia en los medios por motivos ajenos a sus canciones o sus películas se olvidaron de un detalle muy importante: ella fue y siempre será una gran estrella. Y en su boda, hace hoy 41 años, volvió a demostrarlo.