Plácido Domingo prepara su reaparición entre la lapidación y el reconocimiento
Mientras Estados Unidos está investigando el caso, en Europa se le ha mostrado un apoyo sin fisuras. Él permanece callado tras el comunicado del primer día. Mañana vuelve
La mañana del 13 de agosto (martes, por cierto) se despertó con un sobresalto. The Associated Press había publicado durante la madrugada un extenso artículo en el que nueve mujeres acusaban a Plácido Domingo de haberlas acosado sexualmente desde los años 80. Según la noticia, durante décadas el tenor, uno de los hombres más célebres y poderosos de la ópera, trató de presionar a algunas mujeres para que entablaran relaciones sexuales con él, prometiendoles trabajos o, incluso, castigándolas cuando no se plegaban a sus intenciones. El artículo aportaba el testimonio anónimo de siete cantantes y una bailarina. Tan solo una de las cantantes quiso dar la cara. Ninguna aportaba pruebas más allá de su propio testimonio. Ni reclamaciones judiciales ni testigos.
El cantante respondió con un comunicado algo torpe en el que daba a entender que las relaciones que había mantenido con estas mujeres siempre habían sido consentidas. También reconocía que las normas por las que hoy se rigen las relaciones humanas no son las mismas de ayer.
Diez días después de publicarse el artículo de The Associated Press, sobrevolamos el que parecía el bombazo del verano para constatar que, sin embargo, más bien se ha convertido en un petardo (disculpen el juego de palabras). La reacción en tromba del mundo de la ópera europeo, sobre todo de las grandes damas y compañeras de Plácido Domingo, dando garantías sobre su correcto comportamiento, ha cortocircuitado un escándalo que todavía puede dar algún capítulo más. Al otro lado del charco, sin embargo, se sigue actuando con cautela.
La principal afectada ha sido la Ópera de Los Ángeles, donde el cantante español ejerce como director general desde 2003. La institución se ha visto obligada "a despejar cualquier tipo de duda sobre su actitud" y por eso ha promovido una investigación interna "exhaustiva" e "independiente" (tres de los sucesos descritos en el artículo de marras sucedieron allí). Para eso, ha contratado los servicios de una estrella de la abogacía, Debra Wong Yang, del bufete Gibson, Dunn & Crutcher. Yang es muy cercana a la familia Bush y fue una de las candidatas en 2016 a presidir la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos con el Gobierno de Donald Trump.
La abogada
Pero, sobre todo, Debra Wong Yang tiene fama de ser muy disciplinada y está especializada en gestión de crisis. Es fiscal de los Estados Unidos y jueza del Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles, y tiene experiencia en casos similares. Como señala el periódico 'Los Ángeles Times', en el año 2017 la Universidad del Sur de California (USC) recurrió a Yang para investigar la conducta de Carmen A. Puliafito, exdecano de la Facultad de Medicina acusado de consumir drogas y participar en fiestas con prostitutas.
Los resultados de su investigación, que ya ha comenzado, determinarán que el Metropolitan de Nueva York o la Opera de Dallas mantengan a Domingo en su programación del año que viene. La Orquesta de Filadelfia y la Ópera de San Francisco mostraron el gatillo fácil y cancelaron sus conciertos nada más publicarse la noticia.
Muy lejos de allí, en la Ópera de Salzburgo, el tenor (esta vez en su faceta como barítono) ha vuelto a trabajar de manera discreta. Fue la soprano georgiana Nino Machaidze (otra vez una mujer) quien compartió una imagen en sus redes sociales esta semana ensayando con Plácido Domingo y otros compañeros la ópera verdiana 'Luisa Miller'. Será mañana domingo, en versión concierto, cuando veamos por primera vez al cantante ejerciendo de nuevo su profesión.
Lo cierto es que en Europa la agenda de Plácido Domingo se mantiene como si no hubiera pasado nada. Y el público, además le respalda. La prueba es que para el concierto del domingo no quedan apenas entradas (sólo las de 225 o 330 euros). Al menos en taquilla, Plácido Domingo sigue siendo el mismo.
La mañana del 13 de agosto (martes, por cierto) se despertó con un sobresalto. The Associated Press había publicado durante la madrugada un extenso artículo en el que nueve mujeres acusaban a Plácido Domingo de haberlas acosado sexualmente desde los años 80. Según la noticia, durante décadas el tenor, uno de los hombres más célebres y poderosos de la ópera, trató de presionar a algunas mujeres para que entablaran relaciones sexuales con él, prometiendoles trabajos o, incluso, castigándolas cuando no se plegaban a sus intenciones. El artículo aportaba el testimonio anónimo de siete cantantes y una bailarina. Tan solo una de las cantantes quiso dar la cara. Ninguna aportaba pruebas más allá de su propio testimonio. Ni reclamaciones judiciales ni testigos.