Cayetano M. de Irujo, entre Oliver Twist y Lady Di: primera entrevista tras la polémica

Cayetano Martínez de Irujo se compara, por su triste y fría infancia, con Oliver Twist en 'De Cayetana a Cayetano', el libro autobiográfico que acaba de publicar y que ha centrado su entrevista radiofónica de esta mañana con Carlos Herrera. Un libro que para el aristócrata “es una liberación”. Asegura que “estos años desde que falleció mi madre han sido los mas duros de mi vida, y una vez superados, ahora he decidido contar mi pasado abiertamente”.

El hijo de la duquesa de Alba declaró que “me ha tocado una dimensión pública brutal que yo no he escogido y esta ha sido la liberación de un sufrimiento personal muy grande”. Indagado sobre el posible daño que sus páginas puedan causar a terceras personas, afirma que “he sido correcto con los vínculos colaterales, no falto en la corrección a nadie ni a nada, cuento mi verdad. No se pueden molestar por ello”.

Sobre qué falló en su niñez dentro de una familia en la que, supuestamente, no faltaba de nada, recuerda que “falló la humanidad, la atención y no es un reproche a mi madre. Al morir mi padre nos quedamos huérfanos. Fernando y yo nos quedamos en medio de ninguna parte. Cuando se acabaron las nannies, que me pegaba a mí porque me rebelaba, llegó Jesús Aguirre y fue una etapa durísima. Él fue una víctima de la sociedad, de ser un hijo natural y de que su madre le aborreciera por ello. Tuvo unos conflictos internos enormes”.

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También se refirió a una de las partes más polémicas de su libro, la que hace referencia a sus excesos de juventud: “La etapa de la noche, con 18 años, solo, triste, siendo el 'niño bonito' del momento, incontrolado en un palacio, la movida de los 80... La noche me perturbó hasta que el deporte y la peste equina me sacaron de España. La modelo que me indujo, con la que al hacer el amor triplicaba la sensación... La coca era una cosa social, ahora sabemos que te mata como la heroína”.

Pese a sus duras palabras y sus malos recuerdos de su infancia y juventud, Cayetano no hace reproches ni a su madre ni a Jesús Aguirre. Para él, lo que hizo imposible la falta de ternura en el seno de su familia fue “la falta de mi padre, fue devastador” y compara en los micrófonos de la Cope la frialdad sufrida en la Casa de Alba, aunque en diferente escala, con lo que vivió Lady Di en el palacio de Buckingham.

También se refirió a los buenos consejos que le ha dado gente como Amancio Ortega y sobre todo Felipe González, cuando su madre anunció su tercera boda y aquello se convirtió en un problema de Estado. “¿Quién es la persona que me puede ayudar con este paso de patrimonio histórico al siglo XXI?”, recordaba. “Me hizo un croquis y me puso unas prioridades económicas y estructurales y desde ahí unas vías de solución. Y en dos semanas encontramos la salvación de la casa de Alba. Entiendo que se enfadaran el segundo y tercer hermano pero es que se hizo todo en tres meses. Si eso sale a la luz yo hubiera sido el crucificado”.

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Precisamente el último de los maridos de su madre, Alfonso Diez, es de los que mejor parados salen en su libro. “Estuve ayer a su lado en la fiesta de mis hijos. Yo le adoro. Es honesto, inteligente, conciliador, todo lo contrario a Jesús. Hizo feliz a mi madre y facilitó el tema de la donación”, aseguraba, refiriéndose a la reciente celebración de la puesta de largo de Amina y Luis, los hijos que tiene en común con su exmujer Genoveva Casanova y sobre los que aseguró que “están leyendo el libro y también han sufrido, pero a ellos se lo he contado prácticamente todo y espero haberles salvado de cometer mis errores”.