Feliciano y Sandra vs Sergio Ramos y Pilar Rubio: dos formas de gestionar una boda
Más allá de salvaguardar una exclusiva, son numerosas las celebrities que en los últimos tiempos han blindado sus enlaces para preservar su intimidad
Son muchos los famosos que hacen lo imposible por evitar que trasciendan imágenes de su boda. En muchos casos, la motivación es económica, pero en otros no, como fue el de Sergio Ramos y Pilar Rubio, que pidieron a sus invitados que prescindieran de los móviles en la boda para poder disfrutar a tope de ese día tan trascendental para ellos. Eso sí, atendieron a los medios de comunicación con mucha amabilidad e incluso dieron una improvisada rueda de prensa en la que desvelaron los pormenores de su enlace.
Antes de ese momento, pudimos verles llegar y salir radiantes de la catedral de Sevilla, en un acontecimiento que batió recórds de audiencia en los programas de televisión, de ventas en las publicaciones de papel y de visitas en las publicaciones digitales. Todos los medios, en ese caso, estuvieron en igualdad de condiciones para informar y, como era su deseo, pudieron disfrutar de su gran noche sin preocupaciones sobre si se iba a filtrar alguna información.
Este viernes se han casado Feliciano López y Sandra Gago, quienes han vendido la exclusiva de su enlace (el tenista también hizo lo mismo en su anterior matrimonio con Alba Carrillo). Según ha podido saber Vanitatis, los trabajadores que participaron en los preparativos nupciales firmaron un contrato de confidencialidad por el que se comprometían a no desvelar ni un solo detalle.
En un mundo en el que las redes sociales son tan protagonistas, resulta muy complicado impedir que trasciendan imágenes de una celebración, por muy 'bunkerizada' que esté, como fue el caso de la de Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, de la que se filtraron algunos vídeos que mandaron retirar poco después (aunque sí hubo fotos de sus dos bodas), mientras que el propio primo de la hija Carolina de Mónaco, Louis Ducruet, sí que optó por sacar un rendimiento económico a su enlace con Marie Chevlalier vendiendo una exclusiva.
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Un caso también reciente es el de la boda civil de Belén Esteban y Miguel Marcos, en el que los invitados respetaron la 'disciplina' que la princesa del pueblo había impuesto, pues había vendido la exclusiva, y otro, muy desconcertante, es el equívoco al que jugó Melendi, quien, en efecto, logró despistar por completo respecto a su enlace con Julia Nakamatsu, aunque finalmente decidió abandonar por unos minutos su celebración en el Castillo de Batres, al sur de Madrid, para hablar con los medios de comunicación.
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Podemos hablar de una 'bunkerización' de las bodas de las celebrities que tiene un punto clave en la elección del lugar donde se celebran, como es el caso de Rafael Nadal y Xisca Perelló, que se casarán en Sa Fortalesa, en uno de los lugares más privilegiados y también protegidos de Mallorca, en Pollença, lo que garantiza su intimidad y la de sus asistentes, pero, en principio, nada hace pensar que vaya a recurrir a una exclusiva.
También Simeone y Carla Pereyra lograron brindar su reboda en la Toscana este mismo mes de septiembre, aunque habían contraído matrimonio civil en Argentina el 14 de junio, en la más estricta intimidad.
Son muchos los famosos que hacen lo imposible por evitar que trasciendan imágenes de su boda. En muchos casos, la motivación es económica, pero en otros no, como fue el de Sergio Ramos y Pilar Rubio, que pidieron a sus invitados que prescindieran de los móviles en la boda para poder disfrutar a tope de ese día tan trascendental para ellos. Eso sí, atendieron a los medios de comunicación con mucha amabilidad e incluso dieron una improvisada rueda de prensa en la que desvelaron los pormenores de su enlace.