Camilín, heredero universal de Camilo Sesto: su patrimonio y el gran olvidado

Casi todo lo que rodeó a Camilo Sesto en las últimas decadas de su vida fue un misterio, así que también lo era su testamento e incluso las disposiciones que había dejado en el caso de su muerte. Pues bien, 'Semana' y 'Lecturas' han tenido acceso a este documento y desvelan la incógnita fundamental: Camilo Blanes, a quien popularmente se conoce como Camilín, su único hijo, es su heredero universal.

No ha hecho falta esperar al 30 de septiembre, cuando se leerá previsiblemente el documento con las últimas voluntades del cantante (otras fuentes apuntan al día 27) y así, en un artículo firmado por Antonio Montero en la publicación dirigida por Jorge Borrajo, leemos que a mediados de febrero de 2019 hizo testamento acompañado por su amigo Cristóbal Hueto, su administrador durante dos décadas y uno de sus grandes amigos, a quien, sin embargo, no ha dejado nada de su herencia.

Camilo Sesto dejó un testamento vital en el que, además, se especificaba lo que quería que se hiciera una vez falleciera. Según afirma el mencionado periodista, en principio el intérprete de 'Vivir así es morir de amor' no pretendía ser velado, pero Cristóbal sugirió una segunda opción, que fue la que se eligió: se estableció una capilla ardiente en la sede madrileña de la SGAE para que sus miles de seguidores pudieran despedirse de él, como así fue. Lo que no quedó especificado es qué se haría con sus cenizas, lo que supuso la primera fricción entre el gran amigo de Camilo y los abogados de su hijo, que impidieron que el Ayuntamiento de Alcoy le hiciera un homenaje el pasado 23 de septiembre.

El testamento establece que el heredero universal es su único hijo y que el albacea es el propio Cristóbal Hueto, pero este no tendrá que tomar ninguna decisión al haber un único heredero. Y aunque no se hace inventario de las propiedades, en 'Semana' afirman que ha dejado un efectivo de 170.000 euros aproximadamente, unas cuentas personales con algo más de 1,2 millones de euros y otros 300.000 en fondos de inversión.

En cuanto a las propiedades, la casa de Torrelodones, en la que vivía el cantante, una parcela de 2.500 metros cuadrados en la misma urbanización, un chalet en La Chopera de las Rosas de Madrid y su casa de Marbella, donde el artista solía pasar las vacaciones.

No menos importante son los derechos de autor que siguen generando sus canciones, que Antonio Montero calcula en 50.000 euros trimestrales, pero que, como informábamos en Vanitatis, se han elevado desde su muerte, pues han crecido las ventas de sus discos y las reproducciones en streaming.

No hay que quitarle valor tampoco a sus objetos personales, desde sus cuadros a las letras de sus canciones de su puño y letra, pasando por el vestuario de los momentos clave de su vida.