Xisca Perelló viaja a Barcelona para probarse su vestido de novia

La esperada y mediática boda de Rafa Nadal y Xisca Perelló va ultimando sus detalles y entra en su recta final. Será el próximo sábado 19 de octubre en La Fortaleza de Pollensa, entre fuertes medidas de seguridad. Pero antes, según informa el diario mallorquín 'Última Hora', Mery debía pasar por un ritual importante: la última prueba de su vestido de novia.

Y con ese fin viajó, acompañada de su madre, hasta la sede barcelonesa de la conocida firma Rosa Clará, que ha estado trabajando durante los últimos meses en la creación y confección del vestido. Una vez revisado este, será enviado desde Barcelona a Manacor con todas las garantías para que siga siendo uno de los mayores secretos de la jornada, como suele ser tradición.

Por su parte, el tenista optará por vestirse con un diseño del italiano Brunello Cucinelli. Nadal se ha decantado por un traje de corte clásico, ajustado en la cintura y de color azul noche.

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Desde la próxima semana se espera que empiecen a llegar a la isla de Mallorca fotógrafos y reporteros para seguir los pasos de la pareja y preparar la cobertura informativa del evento.

Haciendo honor a su nombre, La Fortaleza, ese enclave inexpugnable elegido por el mejor tenista español de todos los tiempos y su pareja, la mayoría de los invitados llegarán en autobuses para evitar así los controles de seguridad a la entrada de la finca, según desvela 'Última hora'. El acceso, de hecho, se hará exclusivamente por la puerta principal del Aeródromo Militar y los novios se podrían plantear solicitar el permiso para que drones y aeronaves no puedan sobrevolar la zona, pero este extremo no está confirmado.

Sin duda, su propósito de intimidad estará salvaguardado también la noche anterior, donde los novios y sus familiares podrán disfrutar en un ambiente de absoluto relax, con permiso de los habituales nervios en este tipo de acontecimientos, de las últimas horas de solteros de Rafa Nadal y Xisca Perelló, mientras que la mayoría de los invitados se quedarían en hoteles de la zona de Son Brull, Illa d'Or y Formentor. Dada la relevancia de algunos de ellos, se espera la llegada de algunos jets privados, lo que nos da la clave de la magnitud del evento, al que están invitados los reyes Juan Carlos y Sofía, cuya asistencia está muy mediatizada por el estado de salud del emérito, bastante restablecido de la reciente operación de corazón a la que fue sometido.