Estopa: los negocios gemelos de los hermanos David y José Muñoz

De los hermanos Muñoz (Estopa para el público general), siempre se ha dicho que son gente sencilla, normalísima, sin ínfulas ni pretensiones, naturales como la vida misma. Personas como tú y como yo, que no tienen en la piel ni rastro de divismo. Eso se constata cuando les ves y les escuchas hablar, pero también a través de su carrera, un camino constante, sin altibajos, que el pasado mes de octubre llegaba a los 20 años con la lozanía de los músicos que no se toman demasiado en serio.

En 2019 publicaron el que ha sido hasta ahora su último álbum, 'Fuego'. La canción del mismo título que sirvió como single de lanzamiento volvía a poner en el foco al dúo de Cornellá cuatro años después de su disco anterior 'Rumbo a lo desconocido, el periodo más largo de 'vacaciones' que se han tomado los hermanos a lo largo de su historia. En este tiempo se dedicaron a su vida familiar, a componer, a viajar... y a vivir.

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"Yo creo que lo nuestro es, más que una alianza, una aleación, algo muy difícil de separar. Tenemos Estopa para rato. No creo que exista un motivo en el mundo por el que yo me pueda separar de mi hermano". José Muñoz hablaba con devoción de su relación con David en una entrevista en 'El Periódico'. Quizá uno de los secretos de esa relación modélica tanto personal como profesionalmente sea la forma en la que han llevado el negocio. Nada de empresas ni propiedades conjuntas: cada uno lo suyo. Solo hay un denominador común en los negocios de los Estopa y ese es su padre, Pablo Muñoz Garrido. Al menos es lo que se desprendía de las cuentas de los catalanes al finalizar el año pasado (que ahora suena tan lejano). Así estaban la cosas antes de que la pandemia llegara a nuestras vidas.

Los números hasta 2019

David, el mayor, lidera la sociedad limitada Las Dos Zarzas. La empresa se constituyó en el año 2006 y cuenta con un activo cercano al millón de euros, según los últimos datos con los que cuenta el Registro Mercantil. Su actividad principal es la creación artística y literaria.

En el mismo año y por el mismo concepto, José constituyó su empresa Mumuca, otra sociedad limitada. El administrador es, como en el caso de Las Dos Zarzas SL, Pablo Muñoz Garrido, el padre de los hermanos. Y cuenta con un activo 'gemelo' al de la entidad de su hermano, 973.322 euros.

Además, Pablo Muñoz es el administrador único de una tercera empresa dedicada igualmente a la creación artística y literaria. Se trata de la sociedad limitada Mandinga, en la que también aparece como gerente y director financiero. Esta empresa perdió 124.672 euros en el año 2017, pero tiene músculo (cuenta con un activo de seis millones de euros).

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Nacidos y criados en un barrio humilde de Cornellá de Llobregat, una de las localidades más populares de Cataluña, los hermanos Muñoz abandonaron la zona cuando prosperaron. David, el mayor, escogió la misma comarca, cerca de la casa que les vio crecer, pero distinta zona. El compositor y su familia residen en una pequeña urbanización de casas pareadas, algunas con piscina propia, de Esplugues. Con un pequeño jardín, su hogar mide 220 metros cuadrados repartidos en tres plantas de unos 60 metros cuadrados cada una, además de un garaje. Nada que ver con las dimensiones de Shakira o de Isak Andic, también vecinos de la zona.

Además, David y su mujer, Maripaz, poseen diversas propiedades en Madrid y Cataluña. Tienen una casa muy cerca del mar, en Cubelles; un piso cercano al Madrid Río, en la capital; otra casa en Sant Just Desvern y una casita de veraneo en Calafell, en la comarca del Baix Penedés. Los hermanos no se separan ni en su tiempo de ocio, porque José también tiene otra propiedad en la misma zona de Calafell, donde pasan largas temporadas. De hecho, las inversiones inmobiliarias de los hermanos son gemelas. El pequeño de los Muñoz también posee otro piso en la misma urbanización cercana al Madrid Río. José también ha invertido en Sant Just Desvern, Sant Feliú y en Barcelona.

Ambos se casaron con sus novias de toda la vida. David formalizó su larga relación con Maripaz, a la que conoció en Zarza-Capilla, en plena gira del año 2000. José tardó diez años más, pero también se casó con su chica de siempre, Paloma, en una ceremonia civil en el ayuntamiento de Sant Feliú de Llobregat. Jamás han vendido una exclusiva ni falta que les hace. En su caso, lo de sexo, drogas y rock and roll se traduce en una exquisita rutina familiar fuera de los focos que adoran.