Óscar Tarruella, ex de Mónica Naranjo: "Acabé destruido, pero vuelvo a ser yo"

Cuando el pasado 9 de octubre la revista 'Lecturas' llevó a su portada a Óscar Tarruella con un extenso reportaje en el que describía su relación con Mónica Naranjo como un infierno, generó un gran estupor. El que fuera mosso d'esquadra cerraba sus perfiles en las redes sociales, consciente seguramente de los durísimos ataques de los que iba a ser objeto por parte del fandom de la Pantera de Figueras, como así fue.

Trece días más tarde, Óscar regresaba a Twitter y al perfil de su nueva empresa, Tanzó Media, que reemplaza a la anterior, con la que llevó sus proyectos con la cantante, Alaia Productions ("Estoy en trámites notariales para hacer el cambio, porque hay que dejar el pasado atrás"). Con esta ahora emprende un nuevo rumbo profesional: "El año pasado decidí dejar el management porque estaba mal emocionalmente y así se lo había avisado a Edurne seis meses antes. Uno tiene que ser consecuente. Si no estás al 200 por ciento, es mejor no estar. Además, en un ámbito como este, en el que tienes que gestionar el ego de los artistas, no es fácil estar si no estás bien".

PREGUNTA: ¿Por qué diste esa entrevista a 'Lecturas' tan demoledora?

RESPUESTA: No me quedó más remedio. Era ataque tras ataque por su parte... Después de este reportaje, prometí que no iba a hacer más entrevistas y así ha sido. Nuestra situación se podía haber arreglado tomando un café, pero no hubo forma, no me contestaba al teléfono. Estaba destruido y necesitaba curarme. Estuve muy mal y esto le afectó mucho a mi madre, que se ha recuperado de un cáncer de Hodgkin y ha sufrido tres ictus, lo ha pasado muy mal. Toda esta situación tuvo repercusiones en mi salud. Perdí quince kilos, me bajaron las plaquetas y tuve los ganglios inflamados por todo el cuerpo. Por suerte, se cogió a tiempo.

P: En Vanitatis hemos entrevistado a Mónica en un par de ocasiones en los últimos meses y siempre ha hablado bien de ti, incluso se culpaba de la ruptura y te calificaba de maestro.

R: Pues no lo he leído, pero... ¿Por qué me machaca por donde va? Hay que ser más empático. No le fui infiel en ningún momento, fue muy doloroso para los dos. Llega un momento en que había que dar el paso, alguien tenía que hacerlo, y fui yo, aunque no me quito responsabilidad de lo que pasó.

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P: Cuando se grabó 'Mónica y el sexo', que emite Cuatro, tú eras coproductor del programa. ¿Qué pasó entonces?

R: Nos estábamos separando y ella me dijo que llevase su carrera y así lo hicimos al principio, pero a mí no me pareció una buena idea. No sé qué ocurrió, si por la gente que la rodeaba, aunque ella no es tan influenciable... Fue insufrible al final. Ni me cogía el teléfono.

P: En vuestra ruptura hay una tercera persona implicada, tu hijo Aitor, con quien Mónica tuvo una relación fabulosa. Ella me decía hace unos meses que, por su edad, había volado del nido, que era ley de vida.

R: En ningún momento he hablado de él y no lo hice en esa entrevista porque es lo que le había prometido. Yo tengo una relación constante con mi hijo, cada uno sabrá...

P: ¿Qué sientes por Mónica ahora?

R: La quiero mucho a nivel humano y familiar. El reportaje fue un puñetazo en la mesa por un infierno emocional. Ahora me siento fuerte, vuelvo a ser yo. Soy una persona que siempre he estado trabajando. Con catorce años trabajaba doce horas de lunes a sábado para llevar un sueldo a casa y estoy acostumbrado. Llegó un momento en el que dejé de vivir para mí y ahora soy capaz de disfrutar de las cosas sencillas, de mi moto, de mi precioso nuevo perro teckel... A Mónica no la culpo de nada, pero sí que pido que deje de atacarme.

P: ¿Lo hace?

R: Por suerte, ya no. Si hubiera seguido no me hubiera quedado más remedio que denunciarla. Puede que a ella le costara más que a mí, pero hay que pasar página. Creo que hay que pasar tu duelo con dignidad, no es maduro hacerlo de otra manera. Mi deseo es que en un futuro podamos vernos como una familia.

P: Quizás no ayude la entrevista de la que hablamos.

R: La hice para tener un elemento amplificador como lo ha tenido Mónica en televisión cuando ha hablado de mí y esta era la única manera. Con esto quiero que se acabe este episodio en todos los niveles. No podía vivir en una situación en la que la gente me preguntaba en todas partes, que por qué estaba Mónica así de enfadada conmigo. Necesitaba contar mi versión de los hechos porque uno tiene también su dignidad. No voy a hacer más declaraciones y no voy a acudir a ningún plató, aunque he tenido propuestas para ello. A Mónica le deseo lo mejor.

P: Vuelves a estar en pareja. ¿Cómo es tu nueva vida?

R: No me gusta usar la expresión 'rehacer la vida', porque si tienes ese planteamiento no te va a ir bien... Cuando empecé a curarme, la vida me puso a una persona en mi camino. Nos conocimos en octubre como amigos y comenzamos a salir a principios de este año.

P: Hablemos de tu nueva empresa, que ahora promocionas en tus redes sociales. ¿A qué se dedica?

R: Aunque se ha visto que hemos conseguido contratos internacionales para dos modelos, una de ellas la pareja de mi sobrino, que tiene un potencial espectacular, no se trata de volver a la representación. Esto es algo que he hecho de una manera familiar, por así decirlo. La empresa está enfocada a trabajar en el concepto de 'storytellying' o, como se denomina en España, de narrativa transmedia, buscando el lado humano y participando en proyectos de dimensión social. Ahora mismo estamos trabajando en una iniciativa de inclusión, en la que hemos contado con la colaboración del hijo de Luis del Olmo, que es amigo mío. Algo hecho desde la perspectiva de la inclusión verdadera, no desde la lástima, que es como se aborda en muchas ocasiones este tipo de cuestiones.

P: Aún así, seguirás utilizando las herramientas que desarrollaste en tu etapa de mánager...

R: Sí, con mis artistas tuve la misma perspectiva. En Estados Unidos se lleva mucho tiempo generando celebrities, aplicando un criterio de artistas 360. Mucha gente cuestionaba que yo llegara de la policía a ser mánager. Comencé para ayudar a mi pareja, pero todo lo que hice con mis artistas lo hacía de corazón y con sentido común. Llego a esta profesión en un momento en que la música y la cultura estaban a la baja, por lo que era muy importante que los artistas estuvieran fuertes mediática y económicamente, porque si no, eran esclavos de las discográficas. Muchos fans de Mónica me criticaban, pero, en su caso, era esencial endulzar su carácter, porque se nos habían cerrado muchas puertas. Me costó mucho convencerla para que entrara en televisión. Según estudios de Personality Media, antes de dar ese salto, se encontraba en un porcentaje de 38%, lo que significaba que la gente no la ubicaba demasiado, y cuando empezó a trabajar en la pequeña pantalla pasó a un 98% (nos dice Óscar, sin entrar en más pormenores de los parámetros que se habían tenido en cuenta).

Su trabajo con Edurne

Óscar no se deja en el tintero a otra de sus representadas más populares, Edurne, cuya relación contractual se rompió después de cuatro años, algo que la cantante anunciaba en sus redes sociales y a lo que él apostillaba: "Cuando en marzo tomé la decisión de no renovar, sabía que estaba tomando la decisión correcta, tanto para mí como para ti". Ahora nos cuenta que "ella sí quería hacer televisión, no hubo que convencerla como a Mónica. Cuando TVE nos pidió que participara en una preselección (para ir a Eurovisión) les dije que no, que entendía el proceso pero que una artista mía no iba a pasar por esa experiencia, y al final, después de llevarles vídeos de actuaciones suyas en 'Tu cara me suena', la eligieron. Antes de que participara en 'Got Talent' trabajó en el programa 'Todo va bien', lo que le dio madurez. Le pusimos un coach de voz y ahora aprovecha todas esas experiencias".

P: ¿Qué más proyectos tienes?

R: Voy a escribir un libro sobre perfiles psicológicos, de actitud, desde el punto de la vista de la criminología y de la intuición... Una herramienta muy poderosa. A mí no me sorprende nada de lo que me ha pasado en la vida porque desde muy pequeño he sido muy intuitivo. Por ejemplo, cuando lanzamos 'Adagio' con Mónica Naranjo, que es una magnífica soprano y la rodeamos de una sinfónica, hubo gente que pensaba que estaba loco, pero cuando llevábamos dos años de gira y se monetizó este paso profesional la gente empezó a reconocer esta decisión, no antes. Siempre he ido de cara con mis representados y por eso, a veces, cuando decían en Twitter algo que me parecía injusto, me calentaba en exceso y contestaba. Además, ahora están viendo la luz proyectos en los que llevo un año trabajando, dos de ellos de televisión. Fui a presentar un formato a una productora muy famosa, que no puedo desvelar porque he firmado una cláusula de confidencialidad, les gustó mucho, pero me ofrecieron otro, como asesor criminalístico, pues cuando trabajaba como policía estuve en el área de homicidios y de crimen organizado. En principio, es para un canal en streaming.