Otro Meirás y otra exhumación: ¿son los Queipo de Llano los nuevos Franco?

'Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar'. Tras la exhumación de Francisco Franco, el refrán español ha cobrado un nuevo sentido para otras familias que podrían ver cómo los restos de sus parientes encuentran otro acomodo que cumpla con la Ley de Memoria Histórica. La intención del Gobierno, por ejemplo, es cambiar la ubicación de la tumba de José Antonio Primo de Rivera a un lugar más discreto de la basílica del Valle de los Caídos (actualmente está frente al altar mayor). Aunque el caso más parecido al del dictador es el del general Queipo de Llano.

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Los restos del general y de su esposa Genoveva se encuentran en una capilla lateral de la basílica de la Macarena. Desde 2009, en cumplimiento de la mencionada ley, su lápida ha sido modificada en dos ocasiones para borrar los símbolos franquistas. La basílica es un edificio privado, propiedad de la Hermandad de la Macarena, aunque con proyección pública.

En julio del año pasado, el hermano mayor se adelantó a la propia Junta de Andalucía y habló de construir un columbario para albergar los restos del general y otros 600 nichos. Un lugar donde no estuviera a la vista de los fieles y turistas que visitan cada día la Esperanza Macarena. Se habló incluso de que la exhumación de Queipo de Llano tomaría la delantera a la de Franco y podría llevarse a cabo antes de la Navidad de 2018. Pero hoy, casi un año después de aquella propuesta, la idea ha quedado paralizada y decenas de personas se han manifestado estos días a las puertas de la basílica para exigir que el general tome el mismo camino de Franco. El hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, no se opone, pero quiere saber "cómo ha de actuar la Hermandad de la Macarena conforme a derecho". En su caso, además, Queipo contribuyó decisivamente al levantamiento del templo y está enterrado allí también en su calidad de hermano de la cofradía.

Anonimato

Más tarde o más temprano, parece, se trasladarán a la Macarena las mismas escenas que vimos la semana pasada en el Valle de los Caídos. Pero ¿son los Queipo de Llano los nuevos Franco? Si los nietos y bisnietos del caudillo han protagonizado a menudo la crónica social, no se puede decir lo mismo de esta familia que se distribuye entre Madrid y Sevilla y que a día de hoy permanece prácticamente en el anonimato. Como el propio general, un hombre de convicciones propias -le llamaban el 'virrey de Andalucía-, su familia ha seguido su propio camino.

Junto a los restos del general republicano en la basílica de la Macarena descansan los de su esposa, Genoveva Martí Tovar. Doña Genoveva, que fue presidenta de honor de la Asamblea de la Cruz Roja Española, nació en Manila y le dio al general cuatro hijos: Ernestina, Mercedes, María y Gonzalo. Todos ellos la rodeaban en el momento de su muerte, en la clínica de la Concepción, donde llevaba tres años recluida. "A las seis de la tarde de ayer, en la capilla del Cristo de la Salvación, de la basílica de la Macarena, quedó descubierta la fosa donde serán depositados los restos mortales de doña Genoveva Martí Tovar. El cadáver de la ilustre dama será enterrado a la izquierda de la tumba donde descansan los restos mortales de su esposo, el recordado general Don Gonzalo Queipo de Llano", reza la crónica de 'ABC' de aquel 25 de noviembre de 1967.

Once nietos

Hoy sobreviven once nietos del general y de su esposa, más otros tantos bisnietos. Ernestina se casó con un hijo de Niceto Alcalá-Zamora, presidente de la República Española entre 1931 y 1936. Mercedes con Máximo Calixto García Martín. María (Maruja en la intimidad) contrajo matrimonio con Juliano Quevedo, un colaborador del general. Gonzalo, el único hijo varón, siguió la carrera militar de su padre y llegó a teniente general del Ejército del Aire. Se casó con María de los Ángeles Mencos.

Entre los bisnietos de Queipo hay abundancia de historiadores y académicos, como el desaparecido José Alcalá-Zamora, Genoveva García o Ana Quevedo (viuda del historiador Javier Tusell). Personas que no han tenido inconveniente en hablar con los medios cuando se les ha requerido, siempre midiendo sus palabras. No es fácil defender el papel del abuelo cuando las cifras hablan de 3.028 fusilados por la justicia de Queipo solo en el primer semestre desde el golpe. En total, se calculan casi 50.000 muertos solo en Andalucía.

Los paralelismos con los Franco incluyen también su propio pazo de Meirás. En este caso se trata del cortijo Gambogaz, 550 hectáreas donadas al general por suscripción popular en 1937. Queipo de Llano falleció en la cama de esta casa sevillana que, desde los años 50, está prácticamente abandonada. De las cientos de hectáreas que formaban el cortijo y los alrededores, hoy solo una parte se encuentra en manos de la familia, pero las asociaciones memorialistas están peleando para que se esclarezca la forma en la que se llevó a cabo esa 'donación' y reclaman su devolución a la titularidad pública.