Rocío Carrasco ni olvida ni perdona

La participación de Antonio David Flores en el concurso'GH VIP' ha vuelto a actualizar la descarnada guerra que desde hace años mantienen Rocío Carrasco y él. Una guerra interminable tanto en el plano personal como en los juzgados. Demandas, querellas, presuntos delitos de insolvencia y estafas, impago de manutención de los hijos por ambas partes, calumnias, ataques verbales, y suma y sigue. Casi dos décadas de enemistad manifiesta donde un día los buenos son malos y al siguiente los malos son buenos.

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La última batalla legal está aún por determinar. Esta semana, Vanitatis publica en exclusiva la situación procesal en la que se encuentra Antonio David Flores. El Juzgado de Instrucción número 2 de Alcobendas ha confirmado a las partes la apertura de juicio oral solicitado por Rocío Carrasco, donde se piden cinco años de cárcel por los supuestos delitos de insolvencia punible y estafa procesal. Una situación muy complicada para el concursante de 'GH VIP', que por ahora no tiene noticias de este futuro tan inquietante (está incomunicado).

El que fuera el yerno de Rocío Jurado ha recuperado la visibilidad gracias al concurso, y de refilón también la hija Rocío Flores Carrasco. La joven es la defensora de su padre en los diferentes programas y galas de Telecinco. Hasta ahora ha demostrado un equilibro emocional importante y una gran sensatez para no meterse en jardines de los que no pueda salir.

A diferencia de sus padres, ha mostrado una actitud conciliadora con respecto a su madre, con la que hace años que no mantiene ningún tipo de relación. Ha llegado a decir que estaría dispuesta a realizar una llamada, pero por ahora Rocío Carrasco no está por la labor.

Difícil papel

El papel de Rocío hija es muy complicado porque se remueven constantemente los motivos de ese terrible distanciamiento que se produjo cuando era una adolescente con las hormonas revolucionadas. Como sucede con divorcios donde los hijos son utilizados por ambas partes para sus propios beneficios, con Ro (así la llamaba la abuela Jurado) no fue diferente. Los que conocen de primera mano esta historia de desencuentro filial saben que Rocío y David Flores Carrasco son el eslabón débil y sufriente. Y en lo que coinciden todos es en que nada de esto habría ocurrido con Rocío Jurado viva. La artista sufrió mucho con el divorcio, pero ni en sus peores sueños habría imaginado la situación en la que vivirían sus nietos queridos. “Fueron lo mejor de sus últimos años. Adoraba a esos niños”.

Y a pesar de la demanda estratosférica que Antonio David interpuso contra su suegra por mil millones de pesetas (60 millones de euros), que perdió, no estaba muy de acuerdo con la línea argumental que utilizaba Rociito contra el padre de sus hijos. Y tampoco habría comprendido el alejamiento de su primogénita de la familia materna. Lo cierto es que no ha dado explicaciones en este sentido y se ha limitado a las exclusivas relacionadas con su vida feliz con Fidel Albiac.

Por el contrario, Antonio David irrumpió en los medios por su animadversión a su exmujer. Hay que señalar que cuando se separaron, tres años después de la gran boda en la finca Yerbabuena, fue de común acuerdo y con unas medidas con respecto a los hijos muy claras. Más tarde tuvieron la custodia compartida y fue entonces cuando comenzaron esos desencuentros con muy poca solución de futuro cercano. Un futuro que se presenta complicado para Antonio David, que también tiene su derecho a contar su curva de la vida mientras Rocío Carrasco ni olvida ni perdona. Al menos por ahora.