La burguesía catalana se vuelca con la People in Red a 10.000 euros la mesa

A 10.000 euros la mesa, como media (13.500 la más cara), la Gala People in Red logró un lleno total. Empresarios, banqueros, directivos y famosos arroparon al siempre afable doctor Bonaventura Clotet en su defensa de la lucha contra el sida. Por la investigación y la solución de una enfermedad que sigue afectando a millones de personas en todo el mundo. Presentada por Jesús Vázquez, quien ha tomado el testigo tras la ausencia de Miguel Bosé, alma mater de todas las ediciones anteriores (sin contar el año pasado, su primera falta).

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Fueron unas 850 personas las congregadas este lunes 18 de noviembre. La Fundación Lucha contra el Sida y su embajador, Jesús Vázquez, reunieron en el Sant Jordi Club de Barcelona a decenas de caras conocidas, allí citadas para recaudar fondos para la lucha contra el sida. La Gala People in Red, una cita benéfica liderada año tras año por el doctor Bonaventura Clotet, trata de llamar la atención sobre el problema y poder recaudar así fondos para la investigación del VIH.

La noche contó con las actuaciones de Aitana, Ana Guerra, Pablo López, Miriam Rodríguez, Alba Reche, Alfred García, Lorena Gómez y David Civera. Con dirección musical del cantante y compositor Manu Guix, la gala logró reunir a los entregados asistentes en torno al escenario. Además, hubo números humorísticos de Pep Plaza y David Guapo, quienes también aportaron, como dice la organización, “su granito de arena en la lucha”. Toni Cruz, famoso ‘trinco’ y jefazo de Gestmusic, fue el director de la cita. Eso justificaba la presencia de tantos 'triunfitos' en la cita y la de Josep Maria Mainat, otro miembro de Gestmusic, quien ocupó una mesa con su familia, hijos pequeños incluidos.

Antes de la cena, el photocall estuvo trufado de caras conocidas, como la de Juan Avellaneda, con uno de sus trajes especiales, flores rojas y calcetín a juego; Aldo Comas y Macarena Gómez, que acaban de inaugurar su salón de vuelo en Zaragoza y estaban más que contentos. Las Supremas de Móstoles, sobre el escenario, dieron un toque de color y gamberrismo a una cita en la que los empresarios, banqueros, directivos y famosos se mezclan como pocas veces sucede en Barcelona.

Desde los Rabat, de las joyerías del mismo nombre, hasta los Ensesa, propietarios del Hostal de la Gavina, las grandes familias del dinero de Cataluña estaban presentes en la gala. Josep Vilarasau (ex de La Caixa), Juli Guiu (Festival de Cap Roig), la familia Soldevila (Majestic), los Puig… Muchos quisieron estar junto al doctor en su aventura, aquella que empezó con una cita pequeña. Lo recordaba Judith Mascó, quien presentó las primeras galas.

Comienza el paseíllo

A las 19:30 empezaron a desfilar las caras conocidas en un photocall que durante dos horas tuvo entretenida a la prensa del ‘colorinchi’. Entre los invitados estaba la modelo Eugenia Silva, como embajadora de La Roca Village, espectacular de negro; los ya clásicos Carles Puyol y Vanessa Lorenzo, siempre fantástica; Natalia Sánchez, Marc Clotet, Aina Clotet, familia los tres del doctor Clotet.

Mal rato pasó Natalia Sánchez con su bebita, que lloraba a mares mientras ella posaba en el photocall. Entraba y salía para intentar consolarla (imposible, damos fe), mientras posaba maravillosa ante los medios.

No hay que olvidar, que a veces se nos olvida, el motivo de la cita y las cifras que la acompañan. Se trata de promover la lucha, prevención y cura del sida, que sigue afectando a más de 37 millones de personas en el mundo.

Y en este contexto solidario, prenavideño y teñido de rojo, no se quisieron perder la gala los influencers más conocidos, como Patry Jordán, Paula González, Nina Urgell, Sergio Carvajal, Jonan Wiergo o Jessica Goicoechea junto a River Viiperi. Por cierto, Jordán coincidió con Barbara Kimpel en la elección de vestido: un traje largo, rojo total, con un escote de infarto firmado por Pronovias. Se evitaron toda la noche, algo fastidiadas por la casualidad.

Con Nandu Jubany a los fogones, el menú destacó por su sencillez, puesto que se trata de una gala solidaria. Una cita con la que las fortunas catalanas se vuelcan, decíamos, a altos precios el cubierto.