Arantxa Sánchez Vicario fracasa en su estrategia: deberá pagar 720 $ mensuales a su ex

Desde que saltara a la luz la ruptura de Arantxa Sánchez Vicario y su marido, Josep Santacana, la guerra judicial entre ambos no ha cesado. En ella, parece que, de momento, a la tenista no le están saliendo las cosas como a ella le gustaría.

[LEA MÁS: La boda que acabó con la paz del clan Sánchez Vicario, a través de fotos exclusivas]

Fue a principios de agosto, cuando en una vista programa con su exmarido, la deportista española no presentó los documentos que la jueza había pedido con anterioridad. Sánchez Vicario se olvidó de llevar su affidávit, un documento legal que acredita pagos e ingresos. Arantxa lo presentó en septiembre pero incompleto, un gesto que le costó una reprimenda por parte de la jueza.

Este affidávit que ambas partes deben presentar tras ser concedida la guardia y custodia compartida de los hijos en común, es fundamental para determinar la cuantía de la pensión de alimentos en caso de divorcio. Los tribunales norteamericanos comparan los ingresos de uno y otro excónyuge y en función de unas tablas, se determina la cifra que cada uno debe aportar.

El alegato judicial ante las trabas que Arantxa Sánchez Vicario ha puesto en todo este tiempo para mostrar su patrimonio y sus ingresos, mientras no ha cesado de querer dar a entender que está arruinada, fue demoledor para la tenista, tal y como pudo saber Vanitatis: “El tribunal entiende que la esposa llega a la corte con las 'manos sucias’ porque presenta una demanda simple de divorcio sin siquiera mencionar los acuerdos pre y posnupciales para intentar presentar reclamaciones de reparto equitativo contra los bienes probativos del esposo para saldar, según parece, sus propias infracciones tributarias”, rezaba el escrito.

La actitud de Arantxa no parece haberla favorecido, y ahora ha llegado el varapalo judicial. Según 'La Vanguardia', concedida la guarda y custodia compartida, la juez de Miami ha determinado que Arantxa debe abonar a Josep Santacana 720 dólares mensuales en concepto de pensión de alimentos. Arantxa será, pues, quien deba compensar los gastos que genera el cuidado de sus hijos Arantxa y Leo, de 10 y 8 años.

Tras 11 años de relación, en febrero de 2018 saltó la sorprendente noticia de la ruptura de Arantxa y Josep. Fueron muchas las personas que acusaban a Josep de ser el responsable del distanciamiento entre la tenista y su familia. El matrimonio se mostraba siempre fuerte y unida ante la adversidad.