Fiesta familiar y 'en diferido': así celebra Concha Velasco su 80 cumpleaños

80 años no se cumplen todos los días. Y si te llamas Concha Velasco, has sobrevivido a varias Españas, un matrimonio que no salió del todo bien y eres parte de la historia del cine y la televisión de nuestro país, tienes motivos de sobra para celebrarlos. Sin embargo, la veterana actriz festejará su aniversario rodando una nueva temporada de 'Las chicas del cable'. Según cuentan a Vanitatis fuentes cercanas a la actriz, este viernes 29 de noviembre Concha pasará el día en la grabación de la famosa serie de Netflix protagonizada por Blanca Suárez. Pese a todo, los telespectadores podrán verla por la noche en un conocido programa de televisión que, tal y como nos aclaran, está grabado desde hace unos días.

Las mismas fuentes aseguran que Concha festejará su 80 aniversario en compañía de sus hijos Paco y Manuel, "o esperará a que Samuel (su nieto) no tenga colegio para organizar algo íntimo en su casa". Sin embargo, que nadie espere grandes fastos o una celebración multitudinaria con compañeros de profesión. "A ella nada le gusta más que calzarse unas zapatillas y estar cómoda en casa con su familia". La fiesta será, por tanto, en diferido y con su círculo más íntimo. Lo mismo da "una cena o ir una tarde al cine con la familia".

Estos días, la actriz tiene razones de sobra para estar contenta. Sigue presentando 'Cine de barrio' y la obra en la que participa, 'El funeral', escrita por su hijo Manuel, seguirá de gira por toda España a lo largo de 2020. La octogenaria Concha sigue siendo un referente para las nuevas generaciones. Hace poco, una de sus canciones más 'yeyé' (y no precisamente su famosa 'chica'), titulada 'Con nada se puede ser feliz', sirvió de leitmotiv para Cayetana, uno de los personajes de 'Élite'. Además, los pipiolos del desarrollismo que la descubrieron en 'Las chicas de la Cruz Roja' la siguen admirando. Es, de hecho, la única actriz española a la que quieren y respetan desde los millennials a los jubilados.

Hace apenas un año y medio, la actriz anunció su retirada de los escenarios. La única excepción fue protagonizar la obra de su hijo. "Pienso que me voy a despedir con esta obra, tengo 78 años y me voy a cortar la coleta". El propio Antonio Resines aseguró ese día que era "asombroso" lo enérgica que era la actriz y lo admirable que era su ritmo de vida. "Algo complicadísimo que, como mínimo, tiene un mérito enorme".

La actriz ha vivido momentos complicados esta década. Operada de un linfoma y con algún que otro bache de salud, Concha ha permanecido trabajando contra viento y marea. En 2012 incluso repasó su vida y su carrera en la obra 'Yo lo que quiero es bailar', donde expiaba sus demonios internos de la mejor manera posible: con el cariño del público. "Han sido siete años muy duros para mí. Solamente ha habido dos cosas buenas en estos años: el cariño de mi familia y haber conocido a Antonio Durán, que es mi representante desde hace justo ese tiempo", contaba entonces a este medio.

Recordaba con pavor cómo comenzó esa etapa terrorífica: con la pérdida de su casa en la avenida de San Luis, de la que la pusieron “de patitas en la calle. Después me fui a vivir a un hotel de la M30 donde estuve seis meses fumándome las cajetillas de tabaco de cuatro en cuatro y bebiendo vino blanco y seco. Afortunadamente, llegó mi hijo Manuel con Antonio Durán, que se hizo cargo de mi carrera e hizo que yo me hiciese cargo de mi vida”, aseguraba. "Yo estaba metida en la cama y estaba a punto de tomarme una botella de whisky entera con todas las pastillas que tenía a mano. Esa noche fui a ver Buenafuente… y me reí tanto que me dije a mí misma: ‘Ya lo pensaré mañana'. Buenafuente me salvó la vida", llegó a declarar ante la sorpresa de muchos medios.

Lo que ha venido después de aquella autoexpiación es la presentación de 'Cine de barrio' y proyectos como 'Bajo sospecha', 'Velvet' o 'Las chicas del cable', que la han mantenido activa y en el foco para el público y los medios. Ya no es la chica de la Cruz Roja, ni la novia de la primavera. Ni siquiera la chica yeyé, Teresa de Jesús o la mujer de Paco Marsó. Pero todas esas mujeres, reales o ficticias, son el espejismo de una Concha Velasco que hoy llega a los 80 años siendo la actriz de todos: pequeños y mayores, juveniles o carcas, de derechas o de izquierdas. Quizá sea ese su gran logro: el ser una artista que, a estas alturas, ya está por encima del bien y del mal.