Las navidades de "nosotros los Alba" sin parte de los Alba

Las navidades de "nosotros los Alba", como definía Jesús Aguirre, segundo marido de la duquesa Cayetana, a la familia incluyéndose él, no es muy diferente a los encuentros festivos en estas fechas del resto de ciudadanos. Varía el hecho de que la cena de Nochebuena sea en el palacio de Liria, en el impresionante comedor que preside una gran mesa de nogal y que se adorna con manteles de hilo y vajilla de La Cartuja.

Es igualitaria en el sentido de la poca sintonía que a veces se da entre los miembros de una misma familia. La Casa de Alba no iba a ser menos y este año habrá algunas vacantes que no acudirán el 24 ni el 25 de diciembre a la convocatoria que organiza el titular del ducado. Se trata de los dos hermanos varones Jacobo y Cayetano. Uno sí ha recibido la invitación y el otro no.

En el caso de Jacobo Fitz-James Stuart, porque se queda en Cataluña como ha hecho en los últimos años. En este caso su ausencia se remonta al año en que la duquesa de Alba repartió su herencia para casarse con Alfonso Diez. El conde de Siruela no estuvo muy receptivo en esa división patrimonial y dejó de visitar Liria. Prefiere pasar estas fiestas con su mujer, Inka Martí, en su casa del Ampurdán y organizar tertulias sobre los libros secretos de su editorial Atalanta.

Quien no traspasará la verja de Liria será Cayetano Martínez de Irujo. “Ni está, ni se le espera”, dicen a Vanitatis utilizando la frase del general Sabino Fernández Campo, que paró el golpe del 23F. Desde que se publicaron sus memorias catarsis 'De Cayetano a Cayetana', la relación con el resto de los hermanos es nula. Salvo con Fernando, no ha vuelto a hablar con su familia directa, que sigue sin entender las razones de exponer públicamente sus problemas personales, que han repercutido también en ellos.

Cayetano pasara esas fechas con sus hijos, que estudian en Londres y ya se encuentran en Madrid, su novia Bárbara y seguramente al grupo se unirá Genoveva Casanova. Después, el jinete viajará a Kenia, donde está su paraíso particular, en la bahía de Malindi. Contaba que en este lugar ha tomado las grandes decisiones de su vida. Hace unos días firmó con éxito en El Corte Inglés. A 'nosotros los Alba' no les gustó las memorias del hermano pero en cambio sí ha sido una buena oferta editorial.

Alfonso, duque de Híjar, sus hijos Javier y Luis, más Eugenia, su pareja, Narcís Rebollo, Cayetana Rivera y Fernando Martínez de Irujo formaran el núcleo principal que se sentarán junto al duque de Alba en Nochebuena. Al titular le acompañarán sus hijos Fernando y Carlos y la mujer del primero, Sofía Palazuelo. La novia del segundo, Belén Corsini, seguramente la pasará con su familia amplia y estructurada.

Mientras la duquesa de Alba vivió, la rutina de la Navidad se mantuvo en el palacio de Liria, el lugar donde la aristócrata pasaba estas fiestas. La familia al completo cenaba la noche del 24 en el comedor y después todos debían acudir a la misa del Gallo que se celebraba en la capilla. A continuación se abrían los regalos. Así era la agenda festiva en la que participaban todos los hijos, los nietos, sobrinos, algunos amigos íntimos y hasta un año Gonzalo Miró, novio de Eugenia. Él mismo contó tiempo después el mosqueo de la aristócrata cuando no quiso participar de la liturgia religiosa. Desde ese día, la duquesa le colocó en la lista negra.

Hubo años en que también participaba en la cena María Eugenia Fernández de Castro con sus hijos, Jacobo y Brianda. Al día siguiente, más de lo mismo: almuerzo de Navidad. Después, cada miembro de 'nosotros los Alba' desaparecía. La duquesa cambiaba de palacio y se instalaba en Dueñas, donde acudían sus incondicionales. Siempre con ella Carmen Tello, Marta Talegón y Pepita, duquesa de Saltillo, tía abuela del sacerdote Ignacio Sánchez Dalp, que años después sería el celebrante de la boda con Alfonso Diez. Más o menos está era la agenda festiva que se modificó totalmente tras la muerte de Cayetana. Los tiempos han cambiado y el espíritu navideño tambien.