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La verdadera historia de doña Manolita: musa de artistas y belleza de la época
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ENTRE MITOS Y LEYENDAS

La verdadera historia de doña Manolita: musa de artistas y belleza de la época

Doña Manolita se ha convertido en un auténtico símbolo de la capital con el paso del tiempo, pero ¿quién fue esta mujer que dedicó su vida a repartir suerte?

Foto: La lotera Manuela de Pablo, doña Manolita. (Instagram/@loteriamanolita)
La lotera Manuela de Pablo, doña Manolita. (Instagram/@loteriamanolita)

Las navidades en Madrid implican muchas cosas: luces, chocolate con churros en San Ginés, uvas en la Puerta del Sol... Pero si hay un lugar en la capital que durante esta época del año se convierte en centro de peregrinación, ese es Doña Manolita. La administración de lotería es una de las más famosas de nuestro país y lo es por buenos motivos, ya que ha repartido más de 70 premios gordos a lo largo de su trayectoria y otros tantos más pequeños, pero igual de bien recibidos.

Aunque ahora todos entendemos perfectamente que quien más boletos vende, más posibilidades tiene de que sus números estén entre los premiados, toda historia tiene un comienzo, y la de la administración número 67 de Madrid, Doña Manolita, se hizo famosa por vender números de lotería ganadores. Así, no es de extrañar que, año tras año, se formen colas casi infinitas a su entrada y se convierta en punto de reunión de los afortunados ganadores cada 22 de diciembre.

placeholder Colas en la célebre administración madrileña. (Instagram de Doña Manolita)
Colas en la célebre administración madrileña. (Instagram de Doña Manolita)

Ahora sabemos que son leyendas, pero no eran pocos los rumores que en la época corrían sobre cómo había conseguido esta administración su fortuna, aunque sin duda el más rocambolesco era el que señalaban como culpable de su suerte a un pacto con el diablo.

Tal y como se recoge en ‘Historia urbana de Madrid’, la propia protagonista hablaba sobre estos rumores a un reportero de ‘Crónica’ en 1930. “Dicen que he vendido el alma al diablo, y que por eso me colma de fortuna aquí en la tierra, a cambio de hacérmelas pagar todas juntas el día que estire la pata…”.

La verdad que defendía ella no es menos mística, pero un poco más celestial. En la misma entrevista revelaba que, cansada de que nunca tocase el premio en su administración, hizo cuatro viajes a Zaragoza, “en los cuatro tuve la suerte de ver a la Pilarica con su manto rojo, que es signo infalible de fortuna”.

Sin duda, en este caso lo fue porque se llevó el Gordo consigo y el resto, como se suele decir, ya es historia, pero una que merece la pena conocer desde el principio, porque Doña Manolita fue mucho más que una mujer afortunada.

La historia de Doña Manolita

Hablar de Doña Manolita es hacerlo del Sorteo Extraordinario de Navidad. Esta administración, como la plaza Mayor o el Oso y el Madroño, se ha convertido en un símbolo más de la capital. Tanto que hasta sale en canciones de Joaquín Sabina o Concha Piquer. Un punto de encuentro donde llegan personas de todo el mundo con las maletas llenas de anhelos y sueños... Y donde, estos días, los compradores de última hora hacían horas y horas de cola para conseguir un décimo.

¿Por qué esta peregrinación como si de La Meca se tratase? Que haya repartido tantos premios gordos a lo largo de sus más de 100 años de historia tiene bastante que ver, aunque realmente las posibilidades de que el Gordo toque allí son las mismas que en una administración de Tomelloso, provincia de Ciudad Real: exactamente una entre cien mil.

[LEER MÁS. Qué hacer si te toca la lotería: 10 consejos para no perder la cabeza]

Pero la gente compra esperanza, y eso lo supo Manuela de Pablo, conocida popularmente como doña Manolita (1879-1951) desde que abrió en 1904 su primera administración de loterías en la calle San Bernardo. Los comienzos fueron difíciles, pero su carisma le hizo ganarse pronto una clientela fiel. Además, tras sus viajes a Zaragoza, empezó a repartir premios con bastante frecuencia, lo que supondría el despegue definitivo de su negocio.

placeholder La lotera Manuela de Pablo. (Doñamanolita.com)
La lotera Manuela de Pablo. (Doñamanolita.com)

Aunque su nombre esté asociado a la fortuna, Doña Manolita también ha tenido episodios negros en sus más de cien años de historia. En 1937, cuando aún era dueña Manuela de Pablo, el local sufrió serios daños por el bombardeo de Madrid durante la Guerra Civil. Los obuses reventaron el escaparate del establecimiento y, según publicó entonces el diario 'La Voz', la lotera perdió el 95 por ciento de su clientela ese año.

Manuela falleció a principios de mayo de 1951 y descansa en la catedral de la Almudena. Su necrológica, publicada en el diario 'ABC', es una auténtica hipérbole, pero da idea de la importancia del personaje en la sociedad madrileña de la época: "Ayer perdió Madrid una de sus figuras más populares: doña Manolita de Pablo, la famosa lotera de la Gran Vía, de cuya mano esperaba toda España la caricia de la fortuna".

placeholder El ayer y hoy de Doña Manolita, la administración de lotería más conocida de España (EFE/Doña Manolita)
El ayer y hoy de Doña Manolita, la administración de lotería más conocida de España (EFE/Doña Manolita)

"Esposa de un picador retirado que cambió la garrocha por los billetes numerados y hermana de otra lotera madrileña, doña Manolita de Pablo fue una tenaz trabajadora que hasta los últimos días de una vida laboriosa permaneció al pie de su mostrador atendiendo a su numerosa clientela", se podía leer en el periódico.

Heredero a la fuga

En una época en que las mujeres estaban prácticamente relegadas a un segundo plano social, doña Manolita se convirtió no solo en una próspera mujer empresaria, también en musa de escritores, pintores y artistas. Murió en 1951 sin tener hijos, por lo que la administración de la Puerta del Sol pasó a su hermana Carmen.

Esta moriría veinte años después pasando el negocio a su hijo, Alfredo Salgado, que en 1987 abandonaría el país precipitadamente tras dejar una millonaria deuda tanto con Hacienda como en el Hipódromo y en una casa de apuestas.

placeholder Doña Manolita. (Instagram @loteriamanolita)
Doña Manolita. (Instagram @loteriamanolita)

Así, la administración pasaría finalmente a manos del conde de Cabrillas, poseedor de un título creado durante la época de Alfonso XIII. Juan Luis de Castillejo y Bermúdez de Castro, actual propietario de la administración. Un aristócrata alejado del ruido más mediático que vive en el anonimato de su residencia del barrio de Salamanca junto a su mujer, Isabel Muñoz y Ozores de Urcuola, y su hija Dolores.

Se estima que a lo largo del año venden más de 70 millones de décimos gracias a su pequeña e histórica administración de lotería. Un éxito que han adquirido, pero que han sabido mantener gracias a ser capaces de actualizarse con el tiempo, abriéndose a las nuevas tecnologías y las posibilidades que ofrecen las mismas.

placeholder Fotografía antigua de la administración de lotería Doña Manolita. (Instagram/@loteriamanolita)
Fotografía antigua de la administración de lotería Doña Manolita. (Instagram/@loteriamanolita)

Actualmente, se pueden comprar los números de Doña Manolita a través de su página web y han intentado reducir las interminables colas con un sistema de entrega de citas. De esta forma, 15 minutos antes de que llegue tu turno, te avisa con un mensaje, reduciendo así mucho más el tiempo de espera. No obstante, esta es una vía que no siempre es factible, puesto que, a pocos días de que tenga lugar el sorteo, la propia página te indica que solo podrás obtener lotería de manera física.

La previsión es algo básico a la hora de comprar, teniendo en cuenta que esta administración es una de la que más premios reparte de España y cuenta con millones de clientes repartidos por el mundo entero. Tanto es así que ofrecen la posibilidad de reservar décimos, de hacer grandes entregas para empresas e, incluso, de hacer envíos a domicilio. Independientemente de la forma en la que haya vendido sus décimos, a buen seguro, Doña Manolita volverá a repartir suerte.

Las navidades en Madrid implican muchas cosas: luces, chocolate con churros en San Ginés, uvas en la Puerta del Sol... Pero si hay un lugar en la capital que durante esta época del año se convierte en centro de peregrinación, ese es Doña Manolita. La administración de lotería es una de las más famosas de nuestro país y lo es por buenos motivos, ya que ha repartido más de 70 premios gordos a lo largo de su trayectoria y otros tantos más pequeños, pero igual de bien recibidos.

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