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De los Jerónimos a El Viso: la nueva casa de Carolina Adriana Herrera
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De los Jerónimos a El Viso: la nueva casa de Carolina Adriana Herrera

La hija de la famosa diseñadora tiene nuevo hogar en Madrid. Además de su trabajo en Puig, cuenta con otros negocios e inversiones en la capital

Foto: Carolina A. Herrera, en una imagen de archivo. (Cordon Press)
Carolina A. Herrera, en una imagen de archivo. (Cordon Press)

"Vender tu intimidad al mundo en redes sociales es una ordinariez". La frase, contundente, pertenece a Carolina y Reinaldo Herrera, uno de los matrimonios más poderosos del mundo de la moda. Una de sus hijas, Carolina Adriana, sigue esta máxima a rajatabla y de momento mantiene cerrado su perfil de Instagram, por citar el foro más popular entre las celebrities. Herrera jr. escoge muy mucho sus apariciones públicas, cada vez más escasas y casi siempre relacionadas con motivos benéficos o laborales. Es, como ha reconocido en varias ocasiones, "muy de casa".

De ahí que sea bastante complicado seguir sus pasos. La directora creativa de perfumes de The House of Herrera Fragances (propiedad del grupo Puig) lleva una vida discreta centrada en su trabajo y en los tres hijos que tuvo con Miguel Báez, el Litri: Olimpia (14), Miguel (13) y Atalanta (11). En total, pasa viajando una media de dos meses al año, aunque la vida nómada la ha acompañado casi desde la cuna. Vivió una infancia feliz en Caracas, hasta que con 12 años se mudó a Nueva York. Tras una ruptura amorosa, se marchó a Los Ángeles, donde entró en contacto con la industria del cine y montó una tienda de ropa con unas amigas.

La historia posterior es conocida. Colaboró con su amiga Victoria Cley en la producción de un documental sobre el mundo del toreo. Las dos se marcharon a Sevilla, donde residieron temporalmente en casa de Naty Abascal. En una fiesta conoció al hijo del Litri, Miguel Báez Spínola, uno de los toreros más guapos de la época, y decidió cambiar Estados Unidos por España. "Terminé de montar el documental el día que me casé", contó hace poco en una entrevista con la revista 'Glamour'.

placeholder Reinaldo y Carolina Herrera, con su hija Carolina Adriana. (Cordon Press)
Reinaldo y Carolina Herrera, con su hija Carolina Adriana. (Cordon Press)

El matrimonio duró 13 años, hasta que en 2017 anunciaron que se tomaban un tiempo para meditar su futuro. No era la primera ruptura, pero sí la primera vez que lo hacían público. Muchos aventuraron que la disparidad de orígenes de ambos (Miguel se había criado en el campo, Carolina en el Upper East Side) y de intereses terminó por dinamitar la relación, pero los motivos solo los conocen ellos. Hoy la relación entre ambos es buena, como demuestran las imágenes que publica '¡Hola!' del exmatrimonio y sus hijos yendo a visitar la nueva casa de Carolina Adriana en El Viso.

En la plaza Mayor

La hija de la famosa diseñadora Carolina Herrera se fascinó por Madrid desde que llegó. Harta de vivir en aviones entre Los Ángeles, Sevilla y Madrid, la ejecutiva quiso instalarse en la capital. Adquirió un piso de 130 metros cuadrados en plena plaza Mayor que sigue siendo de su propiedad. "Enamorada del viejo Madrid, del bullicio y la actividad del centro, no fue difícil encontrar un apartamento antiguo, muy luminoso y de techos altos, con vistas a una plaza que impresiona por su historia", comenzaba el reportaje de la prestigiosa revista de diseño 'AD', que le dedicó un artículo en abril de 2006. En el reportaje, la publicación mostraba el exquisito gusto con el que Herrera había decorado cada rincón de una casa repleta de recuerdos, obras de arte, libros y momentos.

Hoy Carolina Adriana Herrera se ha convertido, junto a Eliza Arcaya o Margarita Vargas, en una de las embajadoras oficiosas de la mejor sociedad venezolana en Madrid. Dicen que fue por su influencia que las grandes fortunas de aquel país empezaron a invertir en la zona de los Jerónimos. En una de las soleadas calles que miran al Jardín Botánico y al Retiro instalaron Miguel Báez y Carolina Herrera su casa familiar después de que naciera su segunda hija. Una casa más señorial, repleta de obras de arte, que también se ha podido ver en varias revistas.

placeholder Carolina Herrera, con Francisco Bosch dando un paseo. (Cordon Press)
Carolina Herrera, con Francisco Bosch dando un paseo. (Cordon Press)

"Ahora es imposible ir, pero el primer cumpleaños de mi hija Olimpia lo celebramos allí con todas mis amigas, que estaban teniendo bebés a la vez. Es la única de mis hijos que ha ido a Venezuela", confesó en la citada entrevista sobre su relación con su país de origen.

Nueva pareja

Ahora, la nueva vida de Carolina Adriana reclama también una nueva ubicación, en el conocido barrio de El Viso. También céntrico, pero cada vez menos. La hija de la conocida diseñadora sigue teniendo inquietudes en el mundo del arte, del cine, la literatura (recibía clases de Francisco Calvo Serraller) y, por supuesto, las tendencias y la moda. Además, se han publicado varias fotos de Carolina junto al empresario y galerista Francisco Bosch, con quien se dice que ha rehecho su vida.

Siempre ha tenido un impulso emprendedor y sigue teniéndolo. Su nombre aparece varias veces en el Registro Mercantil. Es una de las socias del restaurante El Velázquez 17, que popularizó Michelle Obama en una de sus visitas a Madrid y que regentan las dos restauradoras venezolanas Eliza Arcaya y Johanna Müller-Klingspor. Además, a través de su empresa Solo Carolina H SL invirtió en la marca de productos infantiles Baby Deli, también con Arcaya, que no fue demasiado bien. También tiene una empresa llamada Olimigata, dedicada a la gestión de salas de espectáculos.

"Vender tu intimidad al mundo en redes sociales es una ordinariez". La frase, contundente, pertenece a Carolina y Reinaldo Herrera, uno de los matrimonios más poderosos del mundo de la moda. Una de sus hijas, Carolina Adriana, sigue esta máxima a rajatabla y de momento mantiene cerrado su perfil de Instagram, por citar el foro más popular entre las celebrities. Herrera jr. escoge muy mucho sus apariciones públicas, cada vez más escasas y casi siempre relacionadas con motivos benéficos o laborales. Es, como ha reconocido en varias ocasiones, "muy de casa".

Miguel Báez El Litri