EXCLUSIVA
La burguesía catalana, al descubierto: Rafa Tarradas y Eugenia Silva nos presentan 'El heredero'
'Vanitatis' viaja hasta la masía de San Antonio para conocer los entresijos de la novela 'El Heredero', ambientada en los años previos y posteriores a la Guerra Civil
Texto: José Madrid
Diseño: Bolívar Alcocer
Desarrollo: Jorge Massanet
Fotos: Gianmarco Panarea
La Guerra Civil y sus nefastas consecuencias según la burguesía catalana y aquellos que trabajaron para ella. Sin partidismos, sin vencedores o vencidos. Ese parece ser el secreto del éxito de 'El heredero', la novela de Rafa Tarradas Bultó que ha sorprendido a lectores de todo tipo y color. Vanitatis acude a la cita con el autor y con su madrina, Eugenia Silva, en uno de los escenarios del libro, la masía de San Antonio, cerca del Penedés y a medio camino entre Barcelona y Tarragona.
El buen tiempo, las oníricas vistas al mar y la cordialidad de la familia nos hacen empatizar con la pasión que el autor siente por un lugar que parece estar anclado en otro tiempo. Nos cuentan que allí siguen reuniéndose los primos Bultó, que allí siguen guardando las motos de un clan apasionado del deporte (el malogrado Álvaro Bultó era tío del autor) y que allí descansan los secretos familiares que han servido para poner en órbita un libro que empezó siendo un pequeño éxito en Amazon. Poco después, era publicado bajo el sello Espasa, con todo el boato de un gran acontecimiento. ¿Cuánto hay de verdad y cuánto de ficción en el retrato de las familias Marqués y Bultó que retrata el autor?
“Si conoces mucho a la familia, puedes reconocer a mi abuelo, a mi abuela y a gente de esa generación. No he llegado a escribir sobre la de ahora. Sí que hay una parte del libro en el que menciono a una prima mía. También hay un personaje de una monja que es otra prima… Al margen de eso, no creo que se puedan ver reflejados en el libro”, nos cuenta Rafa, un estudiante de diseño industrial inmerso en la actividad de una agencia de publicidad, comunicación y eventos. Desde hace unos meses, también escritor casi de rebote. “Colgué el libro en Amazon porque te lo imprimen a demanda. Empecé a comentarlo con más gente y subieron fotos a sus redes sociales. Así fue como se llegaron a vender 504 en un día y recibí la llamada de Espasa. Fue algo totalmente inesperado”.
Miembro de la junta
Tras cambiar el título original ('Al final del camino… La paz'), Tarradas Bultó ha visto cómo su aventura literaria captaba la atención incluso de sus amigos, ese grupo llamado La Junta en el que se reúnen desde Carolina Adriana Herrera a Paula Echevarría. “También tengo amigos que no son tan mediáticos. Lo único que hacemos en ese grupo es reunirnos para comer de vez en cuando, reírnos muchísimo y pasarlo muy bien. Tan bien lo pasamos que seguimos quedando. No hay más”, comenta al respecto.
En ese reducido clan también está Eugenia Silva, que llega encantada a la cita con su amigo y comenta su impresión al leer un testimonio tan verídico de cómo se vivía la Guerra Civil desde la retaguardia. “No nos damos cuenta de que esto sucedió prácticamente antes de ayer”, concluye la modelo. La amistad entre Rafa y Eugenia no viene de lejos, pero en el poco tiempo que se conocen han establecido una conexión que se deja ver en la forma en la que ambos deciden cómo posar para las fotos, bromean sobre la comida o se elogian mutuamente. “Es muy aplicada y las cosas que tiene que hacer las hace bien. Si habla contigo, habla contigo y está centrada en lo que le estás contando, algo que hoy es un milagro, porque a la gente le cuesta una barbaridad no distraerse con el móvil o lo que sea. Desde que le dije que me había autopublicado un libro fue de las primeras en hacerse con él. Ni siquiera dejó que se lo regalase, lo compró y me dijo qué le parecía. Me dijo que le había encantado y me hizo mil preguntas sobre la trama, sobre lo que es verdad y lo que no”, nos resalta Rafa.
Escritor con visos de futuro
Lo cierto es que los dos forman un binomio perfecto a la hora de hablar no solo de una novela, sino del lugar que ha sido escenario de los secretos de esta familia que comparte la máxima de la burguesía catalana: la discreción. Rafa lo explica perfectamente: “La burguesía catalana suele ser un grupo hermético, no de grandes 'show offs', pero si te consideran su amigo, eres su amigo para siempre. Además son austeros y jamás presumen de casoplones o riqueza. Cada vez que salen las listas de los más ricos y aparece alguien de Barcelona, me digo: 'Estos se van a morir de vergüenza'. Es un grupo de gente muy relacionada entre ellos y muy hermético”.
Dentro de esa familia también estaba Álvaro Bultó, deportista y presentador que ha dejado un hueco muy especial entre todos aquellos que lo trataron, incluido el propio Rafa. “El homenaje que le hacemos en mi casa es recordarle. Dentro de la tristeza tremenda que nos produce lo joven que murió, sabemos que tuvo una vida extraordinaria, que lo quería todo el mundo, que tuvo mil novias que hablan maravillas de él. Pensamos que vivió 55 años muy bien amortizados. Nos agarramos mucho a esa idea”, nos dice.
¿Y cómo se toman que un miembro de ese grupo se convierta en un autor de éxito? ¿Seguirá Tarradas por la senda de la literatura? ¿Lo compaginará con su vida familiar? “Siempre digo, de broma, que me gustaría morir con una chica guapa al lado que me quiera y una familia. Sin embargo, no soy muy noviero y casarme no es una cosa que me plantee mucho porque no lo veo, pero sí que me gusta estar acompañado. Me horrorizaría estar solo”, apostilla. Solo o acompañado, ha conseguido que 'El heredero' se encuentre en la pista de salida de esas novelas que, como 'El tiempo entre costuras', ahondan un poco más en guerras y conflictos que nos afectan (y siguen afectando) a todos.