La escapada segoviana de Vargas Llosa con su familia (en ausencia de Isabel Preysler)

Isabel Preysler viajó a Miami para celebrar la mayoría de edad de su nieto mayor, Alejandro, hijo de Chábeli, y aprovechó también para reencontrarse con los mellizos de Enrique, Lucy y Nicholas. Ni hijos ni nietos se desplazaron a Madrid estas navidades y la jefa de la saga tampoco. El motivo de la ausencia navideña tenía que ver con no dejar sola en la mansión de Puerta de Hierro a su madre, Beatriz, que “ya es muy mayor para viajes tan largos”, explicaba.

Regresó la semana pasada y tuvo tiempo para recomponerse de su jet lag y acudir con Mario Vargas Llosa al Teatro Real, donde se estrenaba 'La flauta mágica'. El domingo por la noche, la pareja compartía velada con Pedro Almodóvar y Fernando Iglesias, Ana Botella y Aznar, Michavila, el ministro de Transporte, José Luis Avalos, Fernández Tapias y Nuria González, Rafael Moneo y el ex primer ministro de Francia, Manuel Valls, que acudió con Susana Gallardo.

Mientras Isabel Preysler se dedicaba a su familia de Miami, Mario Vargas Llosa hacía lo propio con la suya en la capital del reino. Su hija Morgana, su marido y su dos nietas, Isabella y Anais, viajaron desde Lima a Madrid para encontrarse con el abuelo, al que no veían desde hacía varios meses.

Estuvieron en Segovia y se fotografiaron, como cualquiera de los muchos turistas, delante del acueducto y en otros lugares emblemáticos de la ciudad. Los testigos presenciales aseguraban que se le veía feliz y orgulloso de compartir esos momentos con ellas. En estos encuentros del escritor con su familia limeña no está presente Isabel Preysler. Prefiere no interferir y mantenerse al margen de posibles malentendidos, como ya sucedió con anterioridad.

Unidad familiar

Hubo un tiempo en que esas relaciones filiales se rompieron y el escritor se quedo huérfano de parte de su familia biológica. A raíz de la impactante e inesperada separación de su padre, Gonzalo y Morgana apoyaron a la madre y cortaron la relación. Solo se mantuvo a su lado Álvaro, que se opuso a las declaraciones públicas de su hermano. Llegó incluso a responder en los medios. Vargas Llosa también envió una serie de comunicados a la prensa donde defendía a Isabel de una posible utilización por parte de ella de la imagen de las nietas.

Una vez que pasó el vendaval, volvió a salir el sol en la unidad familiar y los afectos se recompusieron. Vargas Llosa ha apoyado las exposiciones de su hija Morgana, considerada como una gran fotógrafa, y ella respondió viajando a Madrid para acompañarlo en la presentación de su último libro, 'Tiempos recios'. En ese acto, Isabel estuvo sentada junto al nobel mientras que Morgana estuvo acompañada de Joaquín Sabina.