Celia Flores apuesta por la libertad como su madre, Marisol: "Estoy en paz"

Con unos genes tan potentes como los de Antonio Gades y Pepa Flores resultaba inevitable que alguna de sus hijas saliera artista. En su caso han sido dos de tres, porque Tamara Esteve trabaja en una ONG, Fundación Secretariado Gitano. María Esteve se dio a conocer como actriz y trabaja en la fundación que lleva el nombre de su padre, y Celia Flores lleva más de una década abriéndose camino como cantante.

La artista fue la encargada de homenajear a su madre en la gala de los Goya interpretando una de sus canciones más emblemáticas, 'Estando contigo', una actuación que hizo llena de emoción y que suscitó sobre todo elogios, pero también algunas críticas a las que ella respondió con contundencia en las redes sociales: "Tras leer muchos mensajes destructivos en ciertas páginas, debo decir que me aterra el mundo que estamos creando, cuando pasan estas cosas la gente te aconseja, no entres, no digas, pero con el corazón en la mano creo que debemos hablar. En mi postura decir que por supuesto no fue mi mejor día, también decir que con respeto todo se puede decir. Te puede gustar o no gustar algo pero la destrucción es innecesaria".

Ayer miércoles, sin embargo, se desquitó por completo en el programa 'Escala Sur', que presenta Roberto Leal. Acompañada al piano por Daniel Lozano, interpretó con mucha solvencia y emoción 'Qué te puedo dar', lo que puede considerarse como un aperitivo de la música que cabe esperar de ella a partir de ahora, pues están trabajando juntos en lo que seguramente se convertirá en su cuarto disco de estudio, después del primero, que se titulaba con su nombre propio, como suele ser habitual en los artistas debutantes, en 2006; seis años más tarde, 'En una calle blanca', y en 2016, '20 años de Marisol a Pepa Flores', en el que rendía un homenaje a su madre.

Ahora emprende un nuevo rumbo y, al igual que hiciera Pepa Flores, no se ha dejado llevar por los cantos de sirena ni por caminos que hubieran estado muy bien remunerados: "Estoy muy feliz, más que nunca, porque hace poco cogí mi libertad musical. Lo que es la trayectoria nuestra, porque vas firmando con unos, con otros, te vas dejando dirigir, y ahora me siento muy feliz y con muchas ganas de proyectar muchas cosas. Estoy feliz, con muchas ganas de investigar, de componer con compañeros, de tocar mucho, de hacer música. Cuando uno entra en toda la industria se va olvidando el sentido un poco de todo".

Celia Flores es muy consciente del peso de sus apellidos y de la utilización que podía haber hecho de ellos para perseguir sus metas profesionales: "Cuando empecé no era consciente quizás, me pesaba menos la presión. Conforme va pasando el tiempo, hay gente que pone la lupa y en cuanto haces 'así' están ahí para tirarse al cuello -manifestó en alusión seguramente a las críticas por su actuación en los Goya-. No creas que abre muchas puertas. Al principo sí, es un reclamo cuando empiezas, pero muchas veces si no vienes a hablar de tal, no te quieren. Si tiras por ahí, sí puede beneficiar, puedes dispararte".

La cantante tiene muy claro cómo quiere abrirse camino y hasta dónde desea llegar: "Yo, como cualquier compañero que se dedica a esto, que lo está intentando o que lleva toda la vida, intentamos vivir de esto, poder encontrarte a ti mismo, ir a cualquier sitio y que se sienten a escucharte. Que puedas cobrar y comer de esto. Pienso que no es entrar en una industria en la que la música pierde todo el valor. Llega un momento en el que está todo muy desvirtuado. Eso es lo que queremos yo y muchos compañeros que están todos los días cargando el equipo y yéndose a tocar y haciendo música".

Celia también echó la vista atrás, cuando ni siquiera se había planteado seguir los pasos de su madre en la música: "Siempre he estado en mi cuarto metida, escuchando cintas. Me tiraba horas cantando.. El día que surgió fue cuando fui a acompañar a mi hermana María [Esteve], que estaban grabando un disco que se llamaba 'Mujeres de cine'. Estuvimos cantando un rato y Paco Ortega [productor, compositor y miembro del recordado dúo Paco Ortega e Isabel Montero] me dijo que grabara 'No me lo creo', que tenía allí la base de esta canción de mi querido José Losada, que él también había grabado, y después me dijo que iba a hacer una maqueta y empezar a trabajar. A Paco lo admiro plenamente".

"Nunca he sido de querer ser artista, no soy muy folclórica -añadió con humor-. La música la siento muy dentro de mí, es mi manera de expresarme. No concibo la vida sin ella. De niña jugaba con mis primas a grabar cosas, a componer".

Sobre su estilo musical manifestó, con mucho sentido común, que "siempre he dicho que como hay tanta controversia con las mezclas y la fusión, que me defina quien me oiga. Que cada uno me ponga donde quiera. Pertenezco a mi manera de sentir, cante el estilo que cante. Siempre me gusta investigar, tengo mi sello y mi forma de sentirlo. Da igual, haga lo que haga".