La reaparición de Rocío Carrasco en 3 claves: Fidel, adiós a la tristeza y su peinado

Los tópicos están para romperlos y los rumores para desmentirlos. Al menos, eso es lo que parece haber hecho Rocío Carrasco este viernes en el hotel Meliá Princesa, donde ha presentado 'Qué no daría yo por ser Rocío Jurado'.

La hija de 'la más grande' ha comparecido ante los medios de comunicación en rueda de prensa para hablar sobre este proyecto del que es artífice y que dirije su marido, Fidel Albiac.

Como es habitual en él, se ha mantenido en un segundo plano ya que el protagonismo ha sido para la propia Rocío; la protagonista de la función, Anabel Dueñas, y el productor ejecutivo, Pablo Carrasco.

La reaparición de Rocío Carrasco coincide con otro gran foco informativo: el museo de Chipiona en honor de la intérprete de 'Señora' y 'Como las alas al viento'. Una cuestión que ha abordado con gran satisfacción, después de años de polémicas, en las que, en algunos casos, se señalaba a ella como principal obstáculo para que fuera una realidad.

Rocío ha asegurado que "siempre he remado a favor, pero quería solventar una serie de cosas. Consideraba que tenía la obligación de no someter el nombre de Rocío Jurado a determinadas cosas". Y ha subrayado que ha sido vital que "ha entrado una corporación nueva. Se ha hecho todo correctamente".

Rocío, que ha sorprendido por su peinado, con una de las sienes rasuradas y una trenza, ha dado una imagen vitalista y sonriente, muy alejada de otras versiones que aseguraban que estaba pasando por un momento anímico delicado.

Eso sí, en lo que no ha cambiado ha sido en su actitud hacia las preguntas delicadas, como el paso de su exmarido, Antonio David Flores, por 'GH VIP' y sobre su hija, Rocío Flores: "Nunca he hablado de mis relaciones maternofiliales ni de las personas que han pasado por mi vida. Y no lo voy a hacer ahora".

Rocío también ha aprovechado para alabar a su marido, de quien ha destacado que es muy fácil trabajar con él. Una experiencia emocional que han compartido juntos: "En los ensayos he pasado por todos los estados. Desde tener que abandonar al escuchar alguna canción, porque me ponía a llorar, hasta verlo como algo maravilloso".