Vicky Larraz: la historia de un divorcio complicado y una relación muy 'teatral'

Cuando intentas evitar mencionar el nombre propio del padre de tus hijas es que las cosas no han acabado demasiado bien... Vicky Larraz ha pasado página completamente a una etapa muy dura de su vida, que la llevó a proclamar en Instagram en 2013: "¡¡Día de la Independencia!! Y para mí desde ayer llegó ese día, ya que después de una época de mi vida, la cual prefiero aquí dejar sin decir demasiado, soy una mujer como la serie de televisión 'Felizmente divorciada'. Hoy a celebrar por partida doble!!!".

Habían pasado doce años de su discreta e íntima boda en la Plymouth Congregational Church, que hacía presagiar una feliz vida en común de la que había sido una de las cantantes más populares de nuestro país en los años 80 y el empresario Wiliam Molino, del que apenas hay rastro digital, con quien tiene dos hijas, Olivia Victoria y Sophia Cristina, nacidas en 2002 y 2004, y de quienes, según manifestaba en 2015 (no es habitual que se pronuncie sobre estas cuestiones), comparten la custodia.

Vicky se había marchado a Estados Unidos después de lanzar en España su último disco en solitario, 'Huracán', y en numerosas entrevistas de la época manifestaba que estaba negociando un contrato internacional, pero la música quedó aparcada durante casi tres décadas, aunque enfiló sus pasos al mundo de la televisión, al que ahora vuelve en 'Supervivientes', que la pone de nuevo en primerísimo plano.

Los más fans de la cantante recordarán que la intérprete de 'Voy a mil' y 'No controles' había debutado como presentadora en el mítico programa 'Tocata', en el que incluso daría el relevo a Marta Sánchez en Olé Olé, y el programa de entrevistas 'De carne y hueso', que fue un buen aperitivo de la carrera que iba a emprender en Estados Unidos, donde presentó y produjo diversos programas que la llevaron a entrevistar a estrellas de Hollywood como Diane Keaton, Meryl Streep o Leonardo DiCaprio.

La vida personal se había interpuesto entre Vicky y la a veces complicada agenda laboral de una diva del pop, aunque ella misma reconocía que tenía el gusanillo de la música dentro y sus hijas cuando iban al colegio decían a sus amigas y compañeras: "My mom is a pop star" ('Mi madre es una estrella del pop'), porque de hecho lo ha sido, como atestiguan hits como 'Bravo Samurai', con el que logró la tercera posición en el festival de la OTI, empatada con otra grande de la música en español, la mexicana Ana Gabriel; 'Siete noches sin ti', una adaptación muy particular de la Danza V de Enrique Granados, y los ya mencionados éxitos cosechados con Olé Olé, con los que llegó a ser número en Italia.

Vicky optó por el mundo de los negocios y creó con su exmarido una empresa dedicada a la venta de yates y otra a la venta de recambios de Harley Davison, pero eso forma ya parte de un pasado que cada vez le queda más remoto. A su vuelta a España, después de un intento fallido de regresar a Olé Olé en 2007, no solo fue retomando de manera paulatina su carrera musical sino que también encontró el amor en Víctor Conde, productor, entre otras, de la obra 'The Hole 2', dramaturgo y director de cine, con quien estuvo saliendo tres años, pero, según ella misma manifestó, la distancia (ella tenía que viajar a Miami por sus hijas) fue determinante en la ruptura.

Ahora, tras su aventura en 'Tu cara me suena', llega 'Supervivientes', un nuevo reto para el que dice estar muy preparada física y mentalmente, aunque la gran incógnita será cómo resultará la convivencia.