Tamara Falcó: "La naturalidad ha sido mi cruz, pero también mi mayor valor"

Delante de un buen dónut y un café, una entrevista se puede asemejar más a una conversación entre amigos. Tamara Falcó llegaba este miércoles por la noche a Lanzarote para ser al día siguiente la madrina de la inauguración del hotel Secrets Lanzarote Resort & Spa, un espectacular establecimiento solo para adultos idóneo para una escapada romántica, pero, atención spoiler, la hija del marqués de Griñón e Isabel Preysler no tiene novio.

En el mejor momento profesional de su vida tras vivir una epifanía mediática en 'MasterChef Celebrity', Tamara es de esas entrevistadas que juegan a favor de obra, que no se ponen a la defensiva, aunque es consciente de que le puede caer una pregunta sobre el tema más peregrino (los periodistas somos así, sorry), así que cualquier cosa puede pasar...

PREGUNTA: Estás en Lanzarote en calidad de embajadora de AMResorts, la cadena hotelera del gigante estadounidense Apple Leisure Group. ¿Contenta de estar vinculada a una empresa tan potente?

RESPUESTA: Sí, es un lujo que haya inversores de fuera que vengan con sus propuestas y que contraten a gente de aquí. Me parece fabuloso formar parte de un proyecto así. Sobre todo porque ahora poder venir a este hotel en este momento de frío espantoso es un gusto, porque en el invierno lo paso fatal. Me encanta tomar el sol y disfrutar de esta luz tan maravillosa.

P: ¿Qué cualidades debe tener una buena embajadora de una marca según tú, que has estado vinculada a muchas durante los últimos años?

R: Sobre todo que las cosas que publicites tengan valores y estén acordes con los tuyos. Creo que hay cosas que no promocionaría, por ejemplo, un polvo de proteína de gimnasio sería poco creíble. Lo que estamos considerando en la estrategia es que sea algo que usamos y, sobre todo, que tenga buena imagen, porque no siempre utilizamos cosas que deberíamos publicitar -dice entre risas-. Estoy en un momento muy bueno, no me puedo quejar, porque, además, puedo escoger, que no siempre ha sido así. Hay veces que no tienes tanto trabajo y tienes que ir haciendo lo que va saliendo. Ahora después de 'MasterChef' han cambiado mucho las cosas, porque la gente me ha conocido más. Estoy teniendo un boom y es de agradecer.

Un gran reto personal

P: Tanto es así que hace unos días le preguntaron a tu madre quién era su heredera y por fin pronunció la frase mágica: "Es Tamara".

R: Me mandó la noticia una amiga, pero mi madre es mucha madre. Son palabras mayores. Intento hacerlo lo mejor posible. Es algo que también me ha inculcado. Para mí, que diga eso es gigante. Mi madre es muy exigente consigo misma y con el resto. Lo lleva a todos los ámbitos. Mi madre siempre ha mantenido un buen equilibrio entre el cariño que nos tiene y lo que espera de nosotros. Eso te da unos valores...

Mi padre me quería llevar a restaurantes con estrella Michelin y yo lo que quería era ir al Burger King"

P: ¿Cuáles son los que te ha trasmitido tu padre, el marqués de Griñón?

R: Es nobleza y no me refiero a su título, sino a su forma de ser. Es una persona que siempre tiene una palabra amable con todo el mundo, da igual quién sea o cómo se le acerque. Es una forma de ser que, además, fomenta en todos nosotros.

P: Trabajaste con él hace años en su firma de aceites, pero lo dejaste muy pronto. ¿Qué ocurrió?

R: A mí lo que me gustaba era la moda, pero mi padre estaba empeñado en que trabajara con él. Le ayudé con Madrid Fusión y el lanzamiento del aceite, y en cuanto pude me escaqueé. En cuanto empezó a trabajar mi hermana Sandra allí, se centró en ella y me pude 'escapar'. Y tiene gracia que haya vuelto al mundo culinario, donde he podido aplicar todo lo que mi padre se había preocupado por enseñarme con tanto esmero. Me llevaba a restaurantes buenos y yo intentaba arrastrarle al chino de Talavera o al Burger King, y no había forma. Él me llevaba todo el rato a estrellas Michelin y la verdad es que tenía mucho mejor gusto que yo. Todo eso me ha ayudado y lo sé apreciar.

P: Por cierto, se habla mucho de tu relación con Esther Doña, ¿es buena?

R: Es la mujer de mi padre. Con Mario tengo más relación porque vivo con él. Cuando mi padre se casó con Esther, yo era una adulta. No es lo mismo que cuando se casó con Fátima de la Cierva, porque yo era una niña. Tenía siete años y pasaba los fines de semana con ella. Le veo contento y feliz, y eso es lo que importa.

P: ¿Vargas Llosa te recomienda libros como hacía Miguel Boyer?

R: Sí, de hecho me regaló varios libros de Mario. Es una persona tan cercana que si le preguntas cualquier cosa, te responde con mucho interés. Cuando vino a lo de 'MasterChef' es porque estaba en el sofá al lado cuando se lo propuse a mi madre. No es un esnob, por ser premio Nobel no va a dejar de hablar contigo. Estoy leyendo su libro 'Tiempos recios' y... la situación de Nicaragua no es nada sencilla.

P: Desde fuera parece que has vivido entre algodones. ¿Cuáles son las mayores adversidades que te ha tocado superar?

R: Adversidades tenemos todos. Cada uno carga con su cruz. Imagínate las cosas que pasan en la India o esta misma semana, sin irnos tan lejos, en España, un padre ha apuñalado a un bebé. Por suerte, las cosas difíciles que me ha tocado vivir las he superado todas. Posiblemente cuando tenía ocho años era una cosa y ahora es otra. La vida es una carrera de obstáculos.

Muy unida a sus sobrinos

P: En una entrevista televisiva, tu hermana Chábeli contestó a unos colaboradores que la atacaban por su posición privilegiada que no tenía la culpa de tener un padre rico. ¿Sientes como que tienes que pedir disculpas por pertenecer a una familia acomodada?

R: No sé muy bien el contexto en el que lo dijo Chábeli, pero a veces como no es tu realidad, no entiendes el sufrimiento de otras personas. De igual forma, hay gente que piensa que los ricos no lloran y claro que lo hacen. Mi hermana, por ejemplo, es supersensible. Lo veo por cómo trata a la gente que trabaja en su casa o cómo me ayuda a mí, que soy su hermana pequeña. Muchas veces cambias tu perspectiva de las personas una vez las conoces. A mí me ha pasado en 'MasterChef', que me pedía perdón mucha gente porque tenían muchos prejuicios respecto a mí. Yo misma tampoco me daba cuenta de que los tenían y ahora pienso... ¡Madre mía! ¿Cómo me atrevía a salir de casa? -afirma, muerta de la risa-.

Mi hermana Chábeli es muy sensible, lo veo por cómo trata a la gente que trabaja en su casa y a mí como hermana pequeña"

P: ¿Ha sido la naturalidad tu mejor baza en la vida?

R: Ha sido un poco mi cruz y también mi mayor valor. A veces, los periodistas ponen un titular y luego te metes en el artículo y no tiene nada que ver. Muchas veces, ellos no son los responsables, porque no son quienes los eligen, sino sus directores o quien sea, tú también lo sabrás... He intentado que eso no me condicione. Al final estamos condenados a entendernos. Esto lo he tenido desde pequeña, he tenido muy buena relación con la prensa. No todo el campo es orégano, hay un poco de todo, pero en general las experiencias han sido buenas. Con el tiempo te acabas tomando las cosas con más ligereza.

P: Tu madre está fascinada con la hija de Enrique.

R: La he conocido y es precioooosaaaa... Es una maravilla ver a mi hermano y a su mujer [la tenista rusa Anna Kournikova]. Llevan mucho tiempo juntos y son tan felices... Ya tenían un niño y una niña, así que ir a por un tercero... Le digo que ha superado la media española. Están tan contentos que da gusto.

P: ¿Cuántos sobrinos tienes ya? Porque he perdido la cuenta...

R: ¡Yo también! Espera...-hace los cálculos mentalmente-. Doce... Y el de Ana, trece.

La maternidad

P: ¿No te gustaría ser madre?

R: Me encantaría porque desde que era pequeña me han gustado los niños. Jugaba con bebés y los soldados de mis hermanos eran los novios de las Barbies. Así que cuando dicen que los géneros se aprenden... Eso no me lo contaba nadie. Me hace mucha gracia porque Gemma Nierga [su compañera en el programa 'A partir de hoy', presentado por Máximo Huerta, donde es colaboradora] dice que a sus hijos les ha comprado Barbies y al final utilizan las cabezas para jugar al fútbol. Esa parte siempre la he tenido desarrollada, pero no he encontrado a la persona adecuada con la que formar una familia. Respeto que haya otras opciones, pero si no es así, no seré madre. No me amarga no serlo. Si la vida no te da hijos, tal vez te mande sobrinos. ¡Qué se le va a hacer!

P: Eres posiblemente una de las personas de España a las que más se le presiona para que encuentre pareja...

R: Bueno, es que en el programa el otro día que si San Valentín, otro que si taller para ligar... Le tuve que decir: "Vale ya, Max" -dice, riendo a carcajadas-. No ha dado la casualidad de que conozca a la persona. Mi hermana Chábeli, por ejemplo, conoció al que hoy es su marido en un avión. ¡Se enamoraron y ya! A mí no me ha caído esa breva. Yo estoy en paz. En pareja se está fenomenal, contento... Gracias a Dios, tengo a mi familia, que tengo una relación estupenda con ella, muy buenos amigos. Me llena.

P: ¿Cómo va tu empresa de moda?

R: Lo llevo bien. Me encanta la moda y tener mi empresa, pero supone un esfuerzo y una dedicación de tiempo que en este momento no tengo. Ahora he sacado una colección con Juan Avellaneda en Navidades, fantástica. Disfruto mucho.

P: ¿Pondrías un restaurante?

R: La hostelería me da mucho respeto. No estoy preparada para ello.