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Lo que pierde Barcelona sin el circuito de Montmeló: lujo, fiestas, megayates y millones
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SE CAE EL GRAN PREMIO

Lo que pierde Barcelona sin el circuito de Montmeló: lujo, fiestas, megayates y millones

Sharon Corr, invitada estrella en una fiesta de McLaren el jueves. El Gran Premio de Fórmula 1 podría haber caído del calendario español por la falta de recursos de Montmeló

Foto: Lewis Hamilton. (Reuters)
Lewis Hamilton. (Reuters)

El Gran Premio de Fórmula 1 se habria caído del calendario español por la falta de posibilidades de que se realice en el circuito de Montmeló. De pronto, esos días de lujo a borbotones, fiestas, superyates y restaurantes reservados al completo se desvanecen del horizonte barcelonés. Queda algo todavía, un resquicio: las pruebas, que se celebran esta semana en el circuito y que también dejan millones en la ciudad.

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Los coches y sus pilotos son un atractivo para los millonarios de medio mundo que ponen en macha sus billeteras para ver a sus ídolos de cerca. Personajes como Charles Leclrec, Lewis Hamilton y Carlos Sainz jr. tienen a fans haciendo cola en la puerta de su hotel, los restaurantes de lujo se llenan y el puerto da brillo a los yates más caros del planeta.

Este jueves por la noche se inauguró en L'Hospitalet el nuevo showroom de McLaren Barcelona, un fiestón por todo lo alto, con música en directo y DJ. Personajes como Aleix Espargaró, Álex Crivillé y Eduardo Costabal fueron algunos de los asistentes. Una de las invitadas estrella fue Sharon Corr, miembro del grupo The Corrs y exmujer de Robert Gavin Bonnar, la actual pareja de Telma Ortiz.

El mundo del motor mueve millones. Según 'Business Sport', el Gran Premio de España fue el cuarto que más ingresos generó en la temporada 2018, solo por detrás de México, Brasil y Abu Dabi. Barcelona movió 163 millones de euros en la región y se quedó a las puertas del podio de toda la Fórmula 1, que consta de 21 Grandes Premios.

Regalar entradas

Pero, tal y como ha informado El Confidencial, el Gran Premio de Fórmula 1 se cae del calendario, así como el de moto GP. Según la información de El Confidencial, “aunque Circuits de Catalunya asegura que la prueba genera cada año 163 millones de euros de riqueza, lo cierto es que el mayor acontecimiento planetario en el deporte del motor ni siquiera permite cubrir gastos y la asistencia sigue una línea descendente, hasta el punto de que tienen que regalarse miles de entradas para que las gradas no luzcan vacías”.

placeholder El piloto canadiense de BWT Racing Point, Lance Stroll, en Montmeló. (EFE)
El piloto canadiense de BWT Racing Point, Lance Stroll, en Montmeló. (EFE)

En el hotel Vela

Lo que sí se nota es en la ciudad. El hotel Vela es el escogido por muchos pilotos estos días para descansar y también para celebrar alguna fiesta. Con una categoría de 5 estrellas gran lujo, este establecimiento situado en la playa de la Barceloneta se convierte en el foco del lujo cuando hay premio o pruebas.

Lewis Hamilton, casi leyenda a su corta edad, posteaba en su página de Instagram una foto con su perro en la playa de Barcelona, delante del hotel Vela, con una declaración de amor a la ciudad: “Quiero a Barcelona, la ciudad tiene una de las mejores vibraciones, arquitectura increíble y gente genial también. Sin olvidarnos del gran clima”.

Y son muchos los fans que se acercan hasta el lugar para conseguir un autógrafo o un selfie de alguno de sus ídolos, como el propio Hamilton. Desde Vanitatis hemos querido confirmar los nombres de los famosos huéspedes, pero por política de privacidad han declinado pronunciarse.

placeholder El yate Dilbar, el más grande del mundo, en Barcelona. (S.T.)
El yate Dilbar, el más grande del mundo, en Barcelona. (S.T.)

Mientras, en el puerto de Barcelona lucen algunos de los mejores yates del mundo. Como el megayate Dilbar, propiedad de un magnate ruso, Alisher Usmánov, de origen uzbeko, el número 73 en la lista Forbes. La embarcación costó 545 millones de euros y el día de su inauguración, en 2016, se convirtió en una acontecimiento de primer orden mundial. Usmánov invitó -contrató sería más exacto- a sus ídolos y el espectáculo apareció en la prensa internacional.

También se encuentra el megayate Secret, disponible para alquilarse, así como el Al Raya y el Pacific, del magnate ruso Leonid Mikhelson. Darse una vuelta estos días por el puerto barcelonés es pasear por las grandes fortunas del mundo.

Los restaurantes de lujo como el One Ocean del propio puerto, el Mamarosa Beach, en los bajos del Vela, y las discotecas como Blin Bling y Opium son otros de los puntos calientes de la ciudad, donde no siempre acuden los pilotos, ocupados con los test, pero sí miembros de sus millonarios equipos, además de algunos seguidores con abultados bolsillos dispuestos a comerse la ciudad. Algo que Barcelona dejará de vivir con la decadencia del circuito de Montmeló.

El Gran Premio de Fórmula 1 se habria caído del calendario español por la falta de posibilidades de que se realice en el circuito de Montmeló. De pronto, esos días de lujo a borbotones, fiestas, superyates y restaurantes reservados al completo se desvanecen del horizonte barcelonés. Queda algo todavía, un resquicio: las pruebas, que se celebran esta semana en el circuito y que también dejan millones en la ciudad.

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