Aznar, entre los ejemplos de 'ricos irresponsables' del 'New York Times'

En plena crisis por el coronavirus, son muchas las personas que han decidido huir a segundas residencias y alejarse de las grandes ciudades como Madrid, donde los contagios han sido más abundantes. Así lo hicieron Jose María Aznar y Ana Botella tan solo tres días antes de que se decretara el estado de alerta en nuestro país y, por tanto, la cuarentena o confinamiento al que nos hemos visto abocados todos los españoles.

Ahora el periódico 'New York Times', en un amplio y detallado reportaje publicado el domingo y titulado 'Los ricos de Europa huyen del virus a sus segundas residencias propagando ira y miedo', señala al expresidente del Gobierno como uno de los que, efectivamente, se refugió en Marbella huyendo de Madrid en una medida que, según ellos mismos afirman, "alimentó la ira en las redes sociales, así como las llamadas para monitorear al Sr. Aznar y encerrarlo dentro de su villa".

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Según afirma 'ABC', ambos llegaron a Marbella el 11 de marzo y se encuentran recluidos en su chalé de la urbanización Guadalmina Baja, aunque en días anteriores, algunos testigos que habían hablado con el medio de comunicación mencionado, habían podido ver al expresidente paseando por la calle antes de que se produjera el definitivo estado de alarma.

Según 'ABC', la bandera de España luce izada en el porche de la casa, señal de que la familia se encuentra en su interior, y la casa está custodiada por la Policía Nacional.

La vivienda marbellí de los Aznar se edificó en 1994, según consta en la referencia catastral del inmueble, documento al que tuvo acceso Vanitatis en el momento de la adquisición que el matrimonio hizo a finales del año 2013. Se trata de una espaciosa residencia situada a escasos metros del mar.

Según el catastro, la parcela consta de 2.141 metros cuadrados, de los que 448 responden a superficie construida. En concreto, la vivienda ocupa 365 metros cuadrados, las zonas deportivas 60 y el porche los 23 restantes. Fue remodelada por el matrimonio en 2014.

La vivienda consta de un salón con chimenea mural, cuatro dormitorios -el principal, con baño y vestidor-, un despacho, un porche, un dormitorio de servicio al que se accede desde la cocina y piscina.

La villa tiene un valor catastral, según los informes, de 848.915 euros, precio bastante inferior al que pudo pagar la familia Aznar. En su momento se llegó a hablar de un desembolso de 2 millones de euros.

Marbella es ya para los Aznar su verdadero retiro dorado. El exmandatario lleva años codeándose con la jet marbellí. Eligió como lugar de desconexión desde un comienzo la urbanización Guadalmina, toda una reliquia de la familia Goizueta, que sigue siendo uno de los escasos exponentes de la dorada Marbella, prácticamente ya extinguida.

Primero se compró allí un ático dúplex de 265 metros cuadrados, con dos plazas de garaje y un trastero. Pero pronto se trasladaría al hoyo 18 del campo de golf que tiene el complejo, adquiriendo el que fue su primer chalé, donde nada más llegar colocó la bandera nacional en el porche.

Después vino este sofisticado palacete, que nada más ser remodelado cambió el seto original que bordeaba la villa por un muro de 2,30 metros de altura que garantizaba privacidad absoluta.