Cinco hijos y seis nietos: el legado familiar que dejó el marqués de Griñón

Hoy, 20 de marzo, se cumple un año del triste fallecimiento de Carlos Falcó. El marqués de Griñón fallecía a los 83 años víctima del coronavirus, dejando tras de sí un legado incalculable. Propiedades, un negocio agrario y gourmet solvente y, sobre todo, cinco hijos hechos a sí mismos de los que se sentía extraordinariamente orgulloso.

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Carlos Falcó se casó en cuatro ocasiones y fruto de las tres primeras nacieron sus cinco hijos, Miguel, Xandra, Tamara, Duarte y Aldara. Una familia diferente pero unida que hoy llora la muerte de su padre.

Miguel y Xandra

Falcó acababa prácticamente de estrenar el título de marqués cuando en 1963 se casó por primera vez y fue con Jeannine Girod. Un matrimonio que no llegó unido a los 70 (en 1971 les concedieron la nulidad) pero del que nacieron dos hijos, su primogénito Manuel, el más discreto de la familia, y Xandra, de los que el marqués mantuvo la custodia.

Manuel, heredero del marquesado, nació en California en 1964 y a sus 56 años es el único de sus cinco hijos a los que nunca le ha interesado la prensa. Reside en el londinense barrio de Chelsea junto a su esposa, Amparo Corsini, y sus tres hijos, Carlos, Manuela y Mariana. Allí trabaja desde hace años como director global de banca de inversión de la empresa Citi. No obstante, durante años se ha volcado con las empresas de su padre, donde no solo ostenta varios cargos, sino que además supervisa la parte económica.

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Más mediática es su hermana Xandra, que incluso apareció en un par de ocasiones en ‘MasterChef Celebrity’ para darle su apoyo a su hermana Tamara, que terminó ganando el concurso, dicho sea de paso. Marquesa de Mirabel (título que heredó directamente de su abuela, Hilda Fernández de Córdova), meses más tarde del fallecimiento de su padre, en septiembre del año pasado, recibía otro duro revés sentimental. Su marido y padre de sus tres hijas, Jaime de Carvajal y Hoyos, primo del duque de Alba, fallecía de manera repentina. Su refugio fueron de nuevo sus hermanos y por supuesto, sus tres niñas: Isabela, Camila y Blanca.

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R. Riaño

Tras estudiar marketing, dirección y administración de empresas en las mejores universidades de Madrid, Oxford y París, Xandra estuvo muy implicada en los negocios de su padre durante décadas (decían que era su ojito derecho), primero en el negocio del vino y luego en el del aceite. No obstante, las navidades pasadas decidió volar en solitario, tal y como ella misma explicó a Vanitatis. Una relación a la que ponía punto y final hace apenas unas semanas.

“Mi padre es una persona excepcional. Nos queremos mucho y por supuesto que estoy y voy a estar siempre con él. Igual que mis hermanos. Sigo siendo accionista, pero he querido iniciar mis propios proyectos individuales. Tienen que ver con el mundo de la gastronomía, que es el sector que conozco. Por ahora no puedo decir más porque estoy en plena organización”.

Tamara

Una década más tarde, en 1980, Falcó debutaba como protagonista del papel cuché entonando bien alto el ‘sí, quiero’ con una jovencísima Isabel Preysler. Un matrimonio que provocó ríos de tinta y que enseguida tuvo como fruto a Tamara, la hija más famosa del marqués. Alérgico a las grandes fiestas y la agitada vida social de la 'reina de corazones', en 1985 y tras el escándalo por la 'amistad' de Preysler con Miguel Boyer, la pareja anunció que se separaba cuando Tamara no tenía más que cuatro años.

No obstante y aunque de todos es la que aparentemente menos tenía en común con su padre, Tamara siempre se ha sentido profundamente unida a él. Alejada por naturaleza de los negocios agrícolas de su padre, la tercera hija de Falcó prefirió orientar su carrera hacia el mundo de la moda y el diseño. No obstante, fue la elegida por él para heredar el título de marquesa de Griñón, que desde el pasado mes de enero ostenta con orgullo.

Protagonista de reality shows como ‘We Love Tamara’ o ‘Masterchef Celebrity’, Tamara tiene una marca de ropa llamada TFP desde 2018, que acaba de lanzar al mercado su cuarta colección, labor que compagina con la de embajadora de marcas de lujo como Ruinart o Jaguar y su ascenso meteórico en televisión.

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Patricia Izquierdo

Duarte y Aldara

Tras su breve y movidito matrimonio con Preysler, se encontró con una mujer que se adaptaba mucho mejor a su adorada vida de hombre de campo. En 1993 se casó con Fátima de Cierva en Bayona, con quien rápidamente tuvo dos hijos, Duarte, que nació en 1994, y Aldara, la benjamina del clan, nacida en 1997.

Duarte cumple con todos los clichés de 'enfant terrible'. Camarero durante una temporada en Berlín y amante de la fotografía, el vino (como su padre) y los looks alternativos, entre otras cosas preside la organización RedTdah, para personas que padecen hiperactividad como él y es vicepresidente de la Fundación +Vida, una fundación que defiende el derecho a la vida. Eso sí, se declara apolítico, muy crítico y no soporta que lo encasillen como ultracatólico.

Aldara es posiblemente la más desconocida de todas. A sus poco más de 20 años, estudia Filosofía y Matemáticas en la Universidad de Viena y es, según personas del entorno de la familia, todo un cerebro.

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Amante de la lectura y forofa del Atlético de Madrid, la pequeña del clan siempre se sintió muy unida a su hermano Duarte. Los dos cursaron su vida escolar en el colegio del pueblo donde se encuentra la finca El Rincón de su padre, en la provincia de Toledo.