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Massiel: "Mi perro Lenin sabe que algo está pasando"
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ENTREVISTA

Massiel: "Mi perro Lenin sabe que algo está pasando"

La cantante y actriz nos cuenta cómo está viviendo la reclusión a consecuencia de la pandemia del coronavirus

Foto: Massiel, en una imagen de archivo. (EFE)
Massiel, en una imagen de archivo. (EFE)

Massiel es una mujer fuerte y el confinamiento no lo lleva mal. Tiene la suerte de vivir en una casa grande con vistas al campo. Mantiene una rutina para alargar la jornada y sale una vez al día a pasear a Lenin, su perro. Dice que es muy listo y que se entera de que algo está pasando porque no puede socializar. En cuanto a ella, lleva un régimen saludable de comidas y es más de escuchar la radio que de ver la televisión.

PREGUNTA: ¿Cómo te encuentras?

RESPUESTA: Duermo muy mal. Me levanto prontísimo y lo que hago es ponerme la radio. Escucho la Ser para estar informada. Cuando todavía es de noche, voy al salón y abro las ventanas para ventilarlo. Fíjate qué locuras. Son rutinas. Y lo bueno es que veo verde.

P: ¿Cómo pasas el día?

R: A primera hora voy a la cocina y saco de la nevera lo que vaya a desayunar más tarde. Todo con tranquilidad y así voy estirando el tiempo. Soy una afortunada porque tengo una casa grande con vistas al campo.

P: ¿Y después de este primer contacto mañanero?

R: Llamo al perro y le digo: “Lenin, hora de oír la Ser”, y se sube a la cama. Me pongo un trapito húmedo en la frente y en los ojos, que relaja mucho. A esto lo llamó el silencio físico y psíquico. Me gusta que en la radio haya un tono sosegado.

placeholder Massiel, en una imagen de archivo. (Reuters)
Massiel, en una imagen de archivo. (Reuters)

P: ¿Comes más ahora al no poder salir a la calle?

R: Llevo una buena alimentación. Por ejemplo, desayuno fruta, queso fresco, pan de centeno y zumo de naranja y zanahoria. Y café, que me gusta mucho. Y para comer hago una ensalada de verduras camperas hervidas de primero y después pollo o pavo. Y por la noche, sopas y cremas de calabaza, zanahoria..., y gelatinas o yogur. También tiro mucho de jengibre. No tomo cosas difíciles de digerir.

P: ¿Ha cambiado mucho tu día a día?

R: Mis hábitos han cambiado porque ahora me muevo mucho menos, claro. Procuro mantener horarios y cenar pronto. Saco a Lenin a dar una vuelta. Es muy listo y se ha dado cuenta de que pasa algo. No hablo con la gente, no me río y él no socializa con otros perros.

P: ¿Tienes ayuda para las tareas domésticas?

R: No quiero que venga nadie de fuera para hacer la casa. Y lo hago yo. Así me entretengo.

P: ¿Te has aficionado a las series?

R: Procuro no estar todo el día pendiente de la televisión o de la tablet. Se me cansan los ojos. Me gusta más la radio y quiero dar gracias a la Ser por la información que está dando. No tengo ni Twitter, ni Instagram y me informo con esta emisora.

P: ¿Haces algún tipo de entrenamiento?

R: Nunca he sido una loca de la gimnasia. Lo que hago es estiramientos y sentadillas como si fuera un plié de ballet.

P: ¿Qué opinas del enclaustramiento?

R: Creo que las medidas del Gobierno deberían haber sido radicales y mucho antes. Tenía que haber servido de reflejo lo que estaba sucediendo en Italia. Estuve en contra de animar a que la gente fuera a la manifestación el 8 de mayo. Me pareció un acto desajustado y desafortunado, y en algunos momentos con actos y comportamientos muy poco cívicos y partidistas.

P: ¿Estás enfadada?

R: No creo que nadie pueda poner en tela de juicio mis actitudes en favor de los derechos de la mujer, la libertad individual y las prerrogativas por las que siempre he luchado. Estoy en contra de todo lo que sea radical. El eslogan de 'sola y borracha quiero llegar a casa' me parece demencial. Y también fue un desacierto la concentración de Vox en Vistalegre.

P: ¿Qué pedirías?

R: Me parece que es una vergüenza que no haya kits en las casas para hacer las mediciones de tu estado, y guantes, mascarillas y alcohol en las farmacias. No hay desinfectantes.

Massiel es una mujer fuerte y el confinamiento no lo lleva mal. Tiene la suerte de vivir en una casa grande con vistas al campo. Mantiene una rutina para alargar la jornada y sale una vez al día a pasear a Lenin, su perro. Dice que es muy listo y que se entera de que algo está pasando porque no puede socializar. En cuanto a ella, lleva un régimen saludable de comidas y es más de escuchar la radio que de ver la televisión.