Anne Igartiburu cambia de vocación: "Como coach estoy feliz de acompañar y ayudar"
La presentadora empezó a formarse en 2009 y desde que se certificó trabaja de manera anónima. "He podido mostrarme al mundo desde otro perfil que no conocía mucha gente", asegura
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Imaginen la escena: su empresa contrata a un coach para aprender a hablar en público y gestionar mejor las emociones a través del lenguaje y quien aparece por la puerta es una famosa presentadora de televisión. Son muchos quienes desde su oficina sueñan con una carrera en el ‘famoseo’; ponerse vestidos bonitos y atrevidos, lucir maquillaje y peinado profesional, hablar a la cámara... Lo que no saben esas personas es que hay quienes trabajan en televisión que sueñan con otras metas. Y algunos incluso las consiguen.
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Como Anne Igartiburu, quien estos días ha “salido del armario”, como ella dice, y nos ha mostrado su faceta real. La presentadora es coach personal y ejerce como tal desde las redes sociales. “Es una pasión y una vocación que tengo y llevo muchos años formándome”. Encerrada en su casa madrileña, Igartiburu ha abierto una ventana en su Instagram a quienes necesitan ayuda y cada día ofrece consejos profesionales.
“Me siento superfeliz y supercontenta de poder acompañar y de aprender de ellos también”, nos cuenta en una entrevista telefónica. “Aportar, salir del armario en este sentido, mostrarme al mundo desde otro perfil que no conocía mucha gente más que mi entorno más cercano, que sabían que me había formado”, añade.
Titulada desde 2012
Fue en 2009 cuando Igartiburu decidió dar rienda a su vocación. “Empecé a formarme en 2009-2010 y me certifiqué como coach por la ICF (International Coaching Federation) el año 2012”, relata, “además, soy PCC (Professional Certified Coach), que es el nivel superior”. La carrera paralela de la presentadora es intensa y ha pasado por especializaciones y estudios en diferentes escuelas, tanto a nivel nacional como internacional: “He acudido a formarme con profesionales como Tony Robbins y John Grinder”.
Es “trainer de PNL”, lo que supone, según puntualiza, “saber cómo la programación neurolinguística trabaja sobre la gestión de la emociones, desde la mente, de lo que hablamos y cómo lo hablamos. Son muchos años de formación: he estudiado psicología transpersonal y tengo bastantes másteres en temas de coaching”.
Desde que logró su certificado, la presentadora ha compaginado su labor ante las cámaras con la de coach. “Ademas, doy charlas, y mi especialidad son los valores, la aplicación del coaching por los valores, la gestión de los valores en la vida para la identificación de la identidad. También doy talleres a empresas, doy formación en oratoria y gestión de la comunicación, de cara a hablar en público”.
"Aprender a gestionar"
Nunca lo había contado antes porque prefiere mantener su vida privada al margen de la pública. Así que todos los trabajos como coach los ha hecho “siempre muy anónimamente”. Y lo justifica: “Mi faceta más conocida es la de presentadora, que se me da bien y es de lo que vivo”. Ahora, “en estos momentos que estoy sin programa, que de momento se pospone hasta nueva orden, pensé que estando en casa la franja horaria de 14:30 a 15:00 era la buena para mostrarme al mundo y para acompañar a personas en aprender a gestionar su emoción en estos momentos tan críticos”.
Además, ha decidido abrir su espacio a compañeros de profesión. “Empezó como un ‘hola, qué tal’, invitando a amigos y gente formada, que trabaja con empresas en la gestión de la comunicación, trabajos de equipo, en gestión de equipos, en comunicación no verbal, y fue ampliándose y el otro día hubo más de 2.000 personas con Borja Vilaseca. Fue un puntazo, una charla muy muy interesante”.
500 personas de media
Se siente muy satisfecha con el resultado, invita “a esta ventana”, como dice, “a grandes profesionales que además son amigos y está funcionando muy bien”. La media de espectadores de sus talleres es de unas 500 personas al día, sobre todo, añade, “seguidores que tenía que se han ido sumando y que me agradecen lo que estoy haciendo”.
“Muy contenta”, es la frase que repite. “Acompaño a personas en momentos delicados de su vida, desde la empatía, el acompañamiento, la escucha, y aplicando de la búsqueda de los recursos que tenemos dentro para crear un escenario mejor”.
Imaginen la escena: su empresa contrata a un coach para aprender a hablar en público y gestionar mejor las emociones a través del lenguaje y quien aparece por la puerta es una famosa presentadora de televisión. Son muchos quienes desde su oficina sueñan con una carrera en el ‘famoseo’; ponerse vestidos bonitos y atrevidos, lucir maquillaje y peinado profesional, hablar a la cámara... Lo que no saben esas personas es que hay quienes trabajan en televisión que sueñan con otras metas. Y algunos incluso las consiguen.