Jorge Javier Vázquez y la política: una historia de amor... y odio
El presentador de 'Sálvame' mostró su disconformidad con una frase de Antonio Montero sobre Pablo Iglesias. No es la primera vez que se 'moja' políticamente
Cuando Jorge Javier Vázquez, metido de lleno en el 'caso Merlos' que ha hecho olvidar a los españoles, por unos días, el drama del coronavirus, gritó que su programa era de "rojos y maricones" no podía imaginar el revuelo que vendría después. Cristina Seguí, de Vox, no tardó en cargar contra él a través de su perfil de Twitter y muchos lo alzaron para mostrarle como un emblema de la defensa de la gestión del Gobierno. Sus bromas hacia el propio Alfonso Merlos, preguntándole si creía que su 'pillada' con la reportera Alexia Rivas en directo era obra de Pablo Iglesias o Irene Montero, no solo hizo reír a muchos telespectadores. También mostró una posición política que, entre la socarronería y el humor canalla, nunca ha ocultado.
Ejemplo de ello (y de la importancia que los políticos dan, en su fuero interno, a programas como 'Sálvame', seguidos por millones de personas pese a estar intelectualmente denostados) fue la llamada que Pedro Sánchez hizo en directo a su programa en septiembre de 2014.
El hoy presidente del Gobierno recordaba aquel hecho insólito en su libro 'Manual de resistencia'. "En aquella época, a finales de 2014, al PSOE se le cuestionaba todo. No estábamos en nuestro mejor momento”, narra Sánchez, que también ve cierto "clasismo" y superioridad moral e intelectual en el desprecio a este tipo de espacio. Aquella tarde, Jorge Javier había criticado la celebración del Toro de la Vega y la falta de postura del partido socialista al respecto. Cuando declaró en directo que "nunca más" les iba a votar, el líder del PSOE pidió a su gabinete que lo llamasen por teléfono.
La llamada, dice Sánchez, fue “espontánea”. "No sabía que estaba en directo en la televisión (...) Yo estaba hablando con él pensando que era una conversación privada”, Fue Begoña Gómez la que vio a su marido entrar en el programa. “¿Qué has hecho? ¿Has entrado en 'Sálvame'? Está llamando gente a mi oficina, sobre todo mujeres, para felicitarme por lo que has dicho”, le dijo. En su libro, el presidente del Gobierno explica también el valor o la influencia que tiene la opinión de alguien tan mediático como Jorge Javier. “Estoy pensando en 'Sálvame', aunque fuera verdad que solo lo ven mujeres mayores e incultas, ¿cuánto vale su voto? (...) Yo tengo amigos, y digo amigos varones, profesionales de reconocido prestigio en sus ámbitos, que ven ese programa (...) Se suponía que eran programas a los que un político no debía ir”, contaba Sánchez.
Si las simpatías de Jorge Javier han dado que hablar, sus antipatías no se han quedado atrás. El pasado mes de agosto, por ejemplo, retrató verbalmente a Cayetana Álvarez de Toledo. La política había dicho que "lo que pasa en Navarra es una abdicación definitiva del PSOE de un consenso ético español" después de que los socialistas se viesen obligados a negociar con Bildu en la región. El presentador de 'Sálvame' no tardó en mostrar su enfado desde su tribuna televisiva. "¿Qué debió pasársele por la cabeza a Pablo Casado para mandarla a Cataluña?", se preguntaba un Vázquez muy indignado. "Me pregunto a qué tipo de gente puede gustarle Cayetana, y me cuesta encontrar la respuesta. Quizá a aquella que disfrute con el dolor (...) No es que sea distante. Es mucho más. Es ajena. Lo mejor que se puede decir de ella es que es antipática (...) Estamos hartos de mesías y salvapatrias", zanjó.
En otras ocasiones, más allá del llamado 'Merlosplace', sus ataques han provocado la risa de sus seguidores por la espontaneidad con la que los proclama. Recordada es también aquella vez en la que, a través de su blog, dijo que Albert Rivera e Inés Arrimadas eran nuestra particular pareja de 'House of Cards' y confesó que cada vez que aparecían en su pantalla de televisión cambiaba de canal.
Hacía tiempo que nadie le callaba la boca al fascismo en prime time y con tanto estilo. Gracias @jjaviervazquez ❤️#RojosYMariconespic.twitter.com/ko1KPIwwkf
— Ada Colau (@AdaColau) April 27, 2020
Su exaltada opinión sobre Vox, este lunes en directo, comenzó cuando Antonio Montero manifestó que a Pablo Iglesias no se le había cuestionado como a Merlos por saltarse el confinamiento. Rápido en la contrarréplica, como siempre, Jorge Javier se levantó de la silla y mostró su indignación. "No me toques las narices con los putos discursos de Vox, no voy a pasar por ahí. ¡Basta ya! (...) ¿Qué tiene que ver Pablo Iglesias y el chalet? No te voy a dejar hablar para decir tonterías. ¡Este programa es de rojos y maricones, es lo que hay!", exclamó.
Y aunque a Cristina Seguí o a Vox (que le dedicó un tuit en el que lo tildaban de "millonario progre") les pareciese mal el discurso, otros como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, elogiaron la vehemencia de sus palabras. "Hacía tiempo que nadie le callaba la boca al fascismo con tanto estilo", ha escrito en Twitter.
El presentador de Mediaset ejemplifica una vieja cuestión: ¿influye en la sociedad la opinión de los personajes mediáticos? A juzgar por el revuelo de este lunes en las redes sociales, la respuesta es afirmativa.
Cuando Jorge Javier Vázquez, metido de lleno en el 'caso Merlos' que ha hecho olvidar a los españoles, por unos días, el drama del coronavirus, gritó que su programa era de "rojos y maricones" no podía imaginar el revuelo que vendría después. Cristina Seguí, de Vox, no tardó en cargar contra él a través de su perfil de Twitter y muchos lo alzaron para mostrarle como un emblema de la defensa de la gestión del Gobierno. Sus bromas hacia el propio Alfonso Merlos, preguntándole si creía que su 'pillada' con la reportera Alexia Rivas en directo era obra de Pablo Iglesias o Irene Montero, no solo hizo reír a muchos telespectadores. También mostró una posición política que, entre la socarronería y el humor canalla, nunca ha ocultado.