Pau, Marc y Adrià Gasol, confinados a miles de kilómetros y con gran discreción

Si hay un denominador común de los tres hermanos Gasol a la hora de gestionar su imagen pública es la discreción. Apenas tienen presencia digital y si la tienen, incluso con numerosos seguidores, sobre todo los dos mayores, Pau y Marc, es para informar sobre su trabajo, algún que otro aniversario, como el reciente Día de la Madre, o para dar difusión a sus iniciativas solidarias, a las que dan salida a través de la Fundación Gasol, con la que desde 2014 llevan trabajando en España para promover hábitos saludables en la infancia y luchando contra la obesidad infantil.

Es precisamente por la labor de esta fundación por la que esta semana se han puesto en el foco mediático al haber hecho público un comunicado para mostrar la preocupación por "los menores en situación de vulnerabilidad de la Comunidad de Madrid", en términos de alimentación por los menús que están recibiendo. Una iniciativa que fue contestada por carta por la presidenta Isabel Díaz Ayuso: "La Comunidad de Madrid cuenta con 11.600 familias en situación de vulnerabilidad. De la noche a la mañana, esos alumnos se quedaron sin esa prestación al cerrar los centros educativos por la extensión de la pandemia".

Pau, en Estados Unidos

Pau Gasol, muy pendiente de la situación que atraviesa España, está pasando su pandemia en "la costa del Pacífico, con la familia de mi mujer", declaraba hace unos días en el programa conjunto de COPE y Onda Cero 'El Partidazo en el Transistor' para promover junto a Rafa Nadal la iniciativa solidaria Nuestra Mejor Victoria, destinada a ayudar a las personas y familiares afectados por el coronavirus.

Fue en ese encuentro donde desveló, además, cómo está pasando este confinamiento y cómo lo afronta a título personal: "En Estados Unidos se está viviendo de la misma manera que en la mayoría de países afectados, para salir de casa es obligatorio hacerlo con máscara. Desafortunadamente, tengo amigos y algún familiar afectados. Lo más duro de todo esto es que se te muera un familiar sin poder despedirte de él, sin poder darle un abrazo y despedirte, eso para mí es una pesadilla".

Este confinamiento está marcado por una lesión de la que todavía no está del todo recuperado, una fractura de su pie izquierdo: "Esta situación no me permite tener muchas respuestas sobre mi recuperación. Voy día a día con un gimnasio que he montado en el garaje... pero qué pasará es una hipótesis". Por cierto, que el propio jugador de baloncesto predica con el ejemplo y ha publicado en su perfil de Instagram imágenes de algunos de sus entrenamientos y aprovecha también para promover los hábitos saludables entre la población.

Su mujer, Catherine McDonnell, con quien está pasando esta temporada tan complicada, tampoco es particularmente activa en sus redes sociales y mantiene un perfil público muy bajo. De hecho, durante estas semanas apenas ha posteado contenido más allá de alguna imagen cotidiana en sus stories con unas galletas que había cocinado o una foto con su madre, a quien definió como "mi mejor amiga y la mejor madre del mundo", para felicitarla por su cumpleaños.

Marc, en Canadá

Marc Gasol, por su parte, está pasando estas semanas en Toronto, sede del equipo de la NBA en el que milita, los Toronto Raptors. Su preocupación por los hábitos saludables, en su caso, nace de su experiencia personal en su adolescencia, como reconoció en una entrevista publicada por 'ESPN': “Iba siempre al mismo McDonald’s, uno cercano al instituto. Creo que gasté allí tanto dinero que ahora es el más bonito que hay, han ido poniendo todo nuevo, hasta luces LED -decía con humor-. No es ningún secreto, tenía los peores hábitos: pizzas, hamburguesas, dulces… Es cuestión de disciplina y de mantener un orden. No siempre es fácil. Hay días que lo mandas todo al infierno, pero al final vas viendo los resultados y te vas motivando más, así que quieres ir cada vez un poco más allá".

El deportista está pasando estas semanas en su casa de Toronto, con su mujer, Cristina Blesa, con quien se casó en 2013, bajo estrictas medidas de seguridad para mantener su privacidad, en la masía de Can Riera de la Pineda (Girona), y la hija de ambos, Julia, que nació en septiembre del año siguiente. "Debemos tener paciencia. Tomar todas las precauciones, seguir confinados. Y tratar de ser lo más estrictos posible", declaraba hace unos días en un encuentro con aficionados en el perfil de Instagram de Baloncesto Girona, club del que es fundador y presidente. "Aquí, en Toronto, cada vez hay menos gente por las calles", decía.

Adrià, en España

El menor de los Gasol, Adrià, está pasando estos días en Cataluña, donde vive. Amante del baloncesto, deporte en el que no ha logrado brillar como sus hermanos mayores (ha vuelto a la competición en el Espanyol, pero de manera amateur). Licenciado en Administración y Dirección de Empresas (ADE) por la Universidad de Barcelona y con un máster en Gestión Financiera y Auditoría en la Pompeu Fabra, fue el responsable del área económica del Baloncesto Girona, pero el pasado verano decidió regresar a la Ciudad Condal para trabajar en la consultora KPMG.

Ya en 2006, Adrià manifestaba que el baloncesto solo era para divertirse y priorizó sus estudios. Ahora, bajo la misma premisa, está encantado con su vuelta a la competición, que se ha visto truncada por la pandemia del coronavirus.