Peluquerías abiertas: la visita de Mar Utrera (Gallardón) y la fobia de Tita Thyssen

El Gobierno estableció, en su nuevo decreto, que desde el lunes 4 de mayo, las peluquerías podían abrir sus puertas con las medidas sanitarias de seguridad necesarias. Al principio del estado de alarma se consideró a estos locales como servicios de primera necesidad, lo que despertó numerosas quejas en el sector y ahora, en la fase 0 de la desescalada, los dueños de estos centros capilares vuelven a funcionar aunque a medio rendimiento y con la obligatoriedad de cita previa.

Mar Utrera, mujer de Alberto Ruiz-Gallardón, ha sido una de las primeras en unirse a la nueva normativa. Con mascarilla y respetando la distancia reglamentaria, acudió a su peluquería habitual en el barrio de Chamberí para una puesta a punto después de casi tres meses de manejarse, como el resto de ciudadanos, con el cepillo y el secador en casa. Dependiendo de las habilidades de cada uno, el resultado definitivo podía ser más o menos aceptable. En el caso de Mar, parece que tiene cierta destreza con el estilismo doméstico, según testigos presenciales, que coincidían con ella cuando sacaba a pasear al perro de la familia. La mujer del exministro no llama la atención ni por las canas ni por el corte de pelo casero, que tanto ha funcionado en los hogares ante la cuarentena.

Encantamiento capilar

La peluquería a la que acude la señora de Gallardón también es la fija de María Porto, exmujer de Álvarez Cascos, y en alguna ocasión se ha visto a Carmen Cervera acudir a la misma para una sesión de tinte. La baronesa no es muy dada a los centros capilares y prefiere arreglarse en casa con resultados sorprendentes. A veces ha aparecido en las fiestas con recogidos que sujeta con pinzas coloridas cuyas propietarias podrían ser sus mellizas Sabina y Carmen. Hace años circulaba una leyenda que aseguraba que la baronesa no acudía a este tipo de servicios por superstición. Tenía miedo que se utilizara su cabello para encantamientos y conjuros.

Gallardón y Mar Utrera pasan la cuarentena en el domicilio familiar del centro de Madrid. Tienen cuatro hijos, dos de ellos casados y los otros dos con vidas independientes. Hasta la crisis producida por el coronavirus, los vecinos estaban acostumbrados a ver al matrimonio por el barrio paseando a su mascota, un beagle que suele solidarizarse con los otros perros. Algunos con dueños conocidos como el actor Aitor Luna o Miren Ibarguren, la actriz de 'Aída'.