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María Palacios, Álex Lequio y un vínculo muy especial más allá de Alessandro
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María Palacios, Álex Lequio y un vínculo muy especial más allá de Alessandro

El hermano pequeño de María, Borja, con quien se lleva 13 años, mantenía una profunda amistad con el hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio. El empresario era el padrino de su hija Ginevra

Foto: María Palacios, en una muestra de moda infantil. (Cordon Press)
María Palacios, en una muestra de moda infantil. (Cordon Press)

Noviembre de 2016. Alessandro Lequio y María Palacios bautizan a su hija Ginevra, que nació a finales del verano, en el Palacio Torlonia de Roma. La pequeña lleva el mismo traje de cristianar con el que fue bautizado Juan Carlos I, y toda la ceremonia tiene un aire solemne. Hasta Italia se ha desplazado la madrina de la niña, Ana Rosa Quintana, y la familia de María. Álex Lequio, absolutamente entusiasmado, no deja de grabar vídeos durante el cóctel que sube a Instagram. Es el padrino de la pequeña, está exultante. Ya antes, en una entrevista en la que una embarazadísima María le preguntaba a Álex para su blog en '¡Hola!' cómo estaba viviendo la llegada de su futura hermana, al empresario le chorreaba el entusiasmo: "Lo estoy viviendo con ganas. No podía esperar que mi hermana nazca en mejores manos. Esta es mi hermana, por cierto -dijo, señalando a la barriga de María-. Esta ahí dentro, nos está escuchando. Estamos entusiasmados. Soy un loco de la educación, así que ya tengo pensado a qué universidad va a ir. Me encantaría que estudiara, aunque, obviamente, la decisión es suya".

La relación de Alessandro Lequio y María Palacios, una joven madrileña de buena familia que jamás había salido en los papeles, fue una sorpresa para el mundo del papel cuché. "María siempre fue una persona con las ideas muy claras, muy curranta, me acuerdo cuando le dieron las prácticas en Suiza, y casi se convierte en la directora en los pocos meses que estuvo allí", cuenta una antigua compañera con la que coincidió en la escuela de Turismo de la madrileña plaza de Manuel Becerra. Con 22 años, María se enamoró en Mallorca de un señor que salía en las revistas y ambos consiguieron aquello por lo que nadie apostaba: construir una familia y llevarla a muy buen puerto.

placeholder María Palacios y su hermana Natalia, en el bautizo de la pequeña Ginevra en Roma. (CP)
María Palacios y su hermana Natalia, en el bautizo de la pequeña Ginevra en Roma. (CP)

En este proceso fue fundamental la familia Palacios Milla. Los padres de María, Julio Palacios y María (Pina) Milla, pero también sus tres hermanos: Natalia, Carla y Borja. El pequeño es solo dos años mayor que Álex, al que le unía una profunda amistad que era desconocida para el gran público hasta que la revista '¡Hola!' hizo mención esta semana, al hacerse eco de unas palabras compartidas por Borja en su perfil de Instagram: "Teníamos ocho añitos cuando nuestras vidas se cruzaron contra todo pronóstico. Desde entonces siempre me llamabas tu 'hermano mayor'. Pero estaba equivocado... Tú eres el hermano mayor. La lección que me has dado estos dos años jamás la olvidaré y la llevaré por bandera. Yo sigo en la batalla, y aunque jamás la libraré con la misma fuerza que tú, te juro que la ganaré por ti. POPOS. Lo que has hecho en la vida tendrá su hueco en la eternidad. 'See you soon', ¡gladiador! 'Love U".

Empresarios precoces

Álex y Borja tienen un perfil común de empresarios precoces. El hermano de María Palacios fue fundador junto a otros dos socios (y cuando era prácticamente un crío) de la firma de zapatos Saint John Shoes, con la que llegaron a tener dos puntos de venta en Madrid y Bilbao y que pretendía democratizar el calzado de calidad al ponerlo a disposición del público a precios competitivos. Con el tiempo se desvinculó de esta empresa y hoy trabaja en una gran inmobiliaria.

Los jóvenes eran como hermanos. Si la última imagen compartida en redes por Álex estuvo dedicada a su prima Celia, la penúltima fue para Borja y refleja a dos luchadores de Dragon Ball enfrentándose juntos y cogidos de la mano a un ejército de superhéroes con el texto: "Ready Borja #BlancoPequeño #ErrorPequeño". Borja fue uno de los pocos miembros de la familia que pudieron estar en el último adiós a Álex.

A lo largo de estos años, María Palacios y su familia han dado una lección de sobriedad y jamás han entrado al trapo de lo que se publicaba en las revistas, a pesar de que la propia boda de los padres, en 1976, ya se publicó en los ecos de sociedad de la época. Su padre fue durante muchos años propietario de una empresa de automóviles y educó a sus cuatro hijos en las leyes de la alta burguesía: educación y discreción. “Somos una familia normal, muy piña. Hacemos muchísimas cosas juntos, entre ellas pasar los veranos en Galicia desde niños”, contaba otra de las hermanas, Natalia, a Vanitatis con naturalidad en 2018. “Como hermana mayor siempre ha sido muy protectora, cuando éramos pequeños estaba siempre muy pendiente de nosotros”, explicaba sobre María. ¿Y Alessandro? "Como cuñado es genial, un tío estupendo y muy divertido. Toda la familia nos llevamos fenomenal con él”.

Natalia decidió en el año 2018 dejar su brillante carrera como abogada para abrir Muscari, una de las floristerías más chic de Madrid. Cuentan con un coqueto local en plena calle Claudio Coello que estos días ha reabierto sus puertas tras pasar lo peor del coronavirus. La inauguración fue el único momento en que las hermanas Palacios se permitieron presumir un poco de parentesco y tirar de contactos, apareciendo en revistas femeninas como 'Telva' junto a su prima segunda Alejandra de Rojas.

placeholder Álex Lequio, en una imagen de archivo. (Lagencia Grosby)
Álex Lequio, en una imagen de archivo. (Lagencia Grosby)

“Somos muy cómplices, nos contamos todo. Y como madres hacemos muchas cosas juntas”, contaba Natalia entonces a Vanitatis. Tanto ella como la otra hermana, Carla, tienen tres hijos cada una, y María a la pequeña Ginevra, por lo que están viviendo juntas la experiencia de la maternidad. Estos días, fieles a sí mismos, ninguno de ellos ha exhibido públicamente su dolor. Tampoco en redes sociales, donde María Palacios permanece en silencio. Las agencias sí pudieron captar unas palabras suyas hace unos días, en la calle, que llamaban a la empatía: "Agradezco el apoyo, de verdad, pero cualquier palabra se queda corta, así que prefiero no decir nada". Y así, en silencio, vivir esto en la intimidad.

Noviembre de 2016. Alessandro Lequio y María Palacios bautizan a su hija Ginevra, que nació a finales del verano, en el Palacio Torlonia de Roma. La pequeña lleva el mismo traje de cristianar con el que fue bautizado Juan Carlos I, y toda la ceremonia tiene un aire solemne. Hasta Italia se ha desplazado la madrina de la niña, Ana Rosa Quintana, y la familia de María. Álex Lequio, absolutamente entusiasmado, no deja de grabar vídeos durante el cóctel que sube a Instagram. Es el padrino de la pequeña, está exultante. Ya antes, en una entrevista en la que una embarazadísima María le preguntaba a Álex para su blog en '¡Hola!' cómo estaba viviendo la llegada de su futura hermana, al empresario le chorreaba el entusiasmo: "Lo estoy viviendo con ganas. No podía esperar que mi hermana nazca en mejores manos. Esta es mi hermana, por cierto -dijo, señalando a la barriga de María-. Esta ahí dentro, nos está escuchando. Estamos entusiasmados. Soy un loco de la educación, así que ya tengo pensado a qué universidad va a ir. Me encantaría que estudiara, aunque, obviamente, la decisión es suya".