Luis Alfonso de Borbón: su insensible metedura de pata ante las protestas en EEUU

Mientras una ola de indignación y protestas recorre Estados Unidos tras el asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd por la policía hace una semana en Mineápolis, son muchos los rostros conocidos que han alzado la voz para reclamar justicia y denunciar el racismo imperante aún a día de hoy en el país que preside Donald Trump. ¿Todos? No. Ese no ha sido el caso de Luis Alfonso de Borbón, que ha preferido denunciar vía Twitter el daño sufrido por la estatua de su antepasado Luis XVI durante las protestas en Louisville.

Los disturbios en esta localidad de Kentucky han tenido como víctima colateral a la efigie del que fuera rey de Francia, que llegó a perder una mano, algo que no ha sentado nada bien a su descendiente y bisnieto de Franco.

“Como heredero de Luis XVI, y ligado a la defensa de su memoria, espero que el daño sea reparado y la estatua sea restaurada. Quiero agradecer de antemano las medidas que las autoridades tomarán”, ha escrito Luis Alfonso en Twitter, en calidad de duque de Anjou y jefe de la Casa Borbón de Francia.

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La reacción de los usuarios de la red del pajarito no se hizo esperar y fueron muchos los que criticaron su mensaje, acusándole –por decirlo de manera suave– de falta de sensibilidad. Entre los usuarios que tiraron de ironía para afear su conducta, este mensaje por ejemplo dice: "Aceptémoslo, amigo, esto no es lo más preciado que a Luis XVI le han cortado frente a una multitud", en referencia a su guillotinamiento en 1793 tras la Revolución francesa. Otros le recordaban que como descendiente del rey francés, debía estar simplemente contento de seguir conservando su cabeza.

Ajeno a las críticas, el hijo de Carmen Martínez-Bordiú prefería recordar en otro tuit el papel de su antepasado en la guerra de la Independencia norteamericana y señalar que la estatua en cuestión fue donada a Louisville por la ciudad gala de Montpellier hace ahora 60 años.