Carmen Lomana y la verdad de su situación financiera: "Por ahora no me puedo quejar"

Tiene una superficie de 90 metros cuadrados, tres habitaciones, un baño y una cocina con acceso a terraza. Esos son algunos datos de la casa que Carmen Lomana comparte con sus hermanos en Asturias, a unos pasos de una de las mejores playas de Celorio. Según publicaba 'Semana' este miércoles y confirmaba ella misma, el inmueble se ha puesto a la venta por 350.000 euros. Se trata de una casa de veraneo que los Lomana heredaron tras el fallecimiento de su madre. La venta se paralizó por culpa del coronavirus pero ahora, meses después, vuelve a estar disponible en webs como Idealista.

Tras la publicación de la venta, muchos se han preguntado si la venta tenía algo que ver con la situación financiera de la empresaria y socialite. Ella misma aclara, en conversación con Vanitatis, que sus finanzas siguen en orden y que no ha sido esa la razón para desprenderse de la casa. "Tengo bienes de mucho más valor que podría vender en caso de que me fuese mal. Y sí, es cierto que con esta pandemia se han cerrado oficinas y en muchos trabajos te recortan el 30 por ciento, pero yo por ahora no me puedo quejar", asegura.

A Lomana le escandaliza que, durante estos meses, se haya cuestionado su salud económica con titulares algo escabrosos. "En este caso son tonterías porque la casa no es solamente mía. Es de los cuatro hermanos y decidimos venderla mes y medio antes del confinamiento. Nos solemos repartir el tiempo que pasamos allí. De hecho, a mí me toca este mes de julio y es bastante probable que me vaya allí a pasar unos días". Una de las razones de la venta, explica, son los muchos arreglos que requiere el domicilio. "Es una casa de principios de los 60 y hay que hacer muchos arreglos. Eso hace que sea más difícil poner de acuerdo a varias personas para llevarlos a cabo", concluye.

La vivienda, según se extrae del texto publicado en internet, es un chalé adosado de 90 m2 construidos, "cerrado por muros a pie de playa con una bonita parcela con increíbles vistas".

Un confinamiento muy aprovechado

Durante estos dos meses en los que el estado de alarma ha obligado a frenar el país, Carmen Lomana ha sido muy activa en las redes sociales y, particularmente, en su perfil de Instagram. Sus seguidores se han acostumbrado a verla cada día protagonizando vídeos en los que enseñaba cómo poner una mesa, qué tipo de alimentos come o cómo hace ejercicio dentro de su propio habitáculo. "En este tiempo he tratado de ayudar en todo lo que he podido. Sabía que a la gente le encantaban los vídeos y por eso los he hecho. También he llamado a mujeres mayores de 90 años que no tenían compañía. Son cosas que me alegra haber hecho", comenta a Vanitatis.

Una vez finalizada la parte más dura del confinamiento, Carmen continúa con sus habituales colaboraciones en medios de comunicación y haciendo gala de un especial sentido del humor. "Si tanto les preocupa a algunos si me va mal o bien económicamente, ¿por qué no me llaman para saber si es cierto o para invitarme a comer?", expresa de forma divertida y dejando claro que ni siquiera la dramática situación vivida con esta pandemia le ha quitado las ganas de sonreír.