José Bono Jr: “Aitor y yo queremos tener hijos”

José Bono Rodríguez, hijo del socialista José Bono, quien fuera presidente de Castilla-La Mancha, nunca ha tenido problemas con su homosexualidad, ni en casa ni en su círculo profesional y amistoso. Asegura que ha tenido suerte, que su familia es una piña y que le han apoyado siempre. Desvela que nunca ha vivido un incidente homófobo, pero que sí ha visto cómo lo han sufrido personas cercanas. José explica además, en esta entrevista concedida en exclusiva a Vanitatis con motivo del Día Internacional del Orgullo LGBT 2020, que hay mucho camino por recorrer y que dar visibilidad al colectivo, como ha hecho Pablo Alborán recientemente, es muy importante. Hace unos meses anunció su boda con su pareja, Aitor Gómez, que por la crisis del coronavirus han tenido que retrasar hasta el año que viene. Lo único que le preocupa es que algunos familiares muy mayores no puedan acudir. Confiesa que quieren tener hijos y considera que este confinamiento ha afianzado su relación de pareja.

José Bono, junto a su hijo y Aitor Gómez. (Cortesía)

¿Cómo has pasado el confinamiento? ¿Toda la familia separada?

La verdad que como hemos podido. Ha sido bastante duro. Mi padre, solo en su pueblo, ha pasado mucho miedo con el virus. Tiene 70 años, es población de riesgo y además tuvo una lesión en el corazón. Mi hermana Ana en casa de mi padre en Toledo, Amelia en su casa, mi madre con mi hermana Sofía... Aitor y yo juntos en mi casa.

Has tenido que ocuparte de la hípica.

Hay setenta caballos y con dos trabajadores y yo nos hemos tenido que arreglar. Los clientes no podían venir y nosotros teníamos que ocuparnos de que estuvieran en buenas condiciones. No pueden estar tres meses sin salir de las cuadras. Los sacábamos porque necesitaban estar en movimiento. Los soltábamos por horas en el prado. Ha sido todo muy complicado y ahora ya estamos recuperando la normalidad.

Has compartido el confinamiento con Aitor, ¿la convivencia es una prueba de fuego para las parejas?

Nosotros ya llevábamos cuatro años conviviendo y nos conocemos muy bien, pero ahora eran condiciones extremas. Un día tras otro sin salir, era como el día de la marmota. Lo hemos llevado bien y hemos hecho cosas diferentes.

Como por ejemplo…

Cenas divertidas, videollamadas con los amigos... Por ejemplo, decíamos, pues hoy preparamos un plato especial. Procurábamos hacer algo diferente para entretener la mente.

¿Quién cocinaba?

Los dos. Se nos da muy bien y nos gusta. Puede ser que yo tenga más iniciativa. Hago un gazpacho muy rico, canelones, lasaña, cocido…, de todo. Nos encanta comer. A Aitor le sale muy bien el salmorejo.

José Bono Jr. junto a su madre y su pareja. (Cortesía)

¿Os afectó emocionalmente tener que cancelar la boda?

Tuvimos más angustia al principio porque llegó un momento en que teníamos que tomar la decisión. No imaginábamos que íbamos a estar cuatro meses con el estado de alerta. No hemos tenido ningún trauma. Nos da igual casarnos este año que el que viene. Lo único que me da miedo es que algunas personas mayores ya no estén. Esto sí me da pena. Esperemos que todo siga igual.

Pablo Alborán ha dicho que se siente más libre desde que ha confesado que es homosexual, ¿es necesario decirlo públicamente?

Sin duda. Personalmente creo que es importantísimo decirlo. La gente te va a respetar y querer igual. Incluso más. Ahora está más normalizado, pero no hay que olvidar que hay países donde es un delito. Ahora es normal ver a dos chicos en un restaurante o recogiendo a un niño en el colegio. Me alegro por Pablo Alborán.

¿En pequeñas localidades crees que también está normalizado o el adolescente que es homosexual sigue sufriendo? 

No es lo mismo que en una gran ciudad, pero ahora el mundo está globalizado y se cuenta en la televisión, en los periódicos. Queda mucho por hacer y toda ayuda es buena.

¿Tú has sentido la homofobia de cerca?

Nunca. Me muevo en muchos ambientes y jamás he sentido un rechazo. Por eso hay que decirlo, para que la gente no tenga miedo a expresarlo. Conozco a amigos que sí lo han pasado mal.

¿Es más fácil para los personajes conocidos dar esa visibilidad?

A los que somos conocidos nos resulta menos complicado y también es más necesario. Doy esta entrevista precisamente porque tengo un compromiso. Y si los medios nos brindan esta visibilidad, bienvenida sea. Yo soy muy feliz.

¿Cómo llevabas cuando te emparejaban con amigas?

Mi círculo personal ya sabía que era gay y a todos nos hacía mucha gracia. Y con quien me relacionaban eran mis amigas y nos reíamos de la historia.

En tu casa siempre te apoyaron.

Si, siempre. Somos muy clan.

¿Y te costó decirlo?

Al principio cuesta reconocer que eres diferente. Creo que todas las personas homosexuales lo han vivido y cada una lo procesa de una manera. Yo lo he tenido muy fácil. En casa siempre han sido muy abiertos y liberales. Me han ayudado.

Aitor y José, en una imagen reciente. (Cortesía)

¿Conocían a Aitor desde el primer momento?

En cuanto supimos que nuestra relación era seria, lo presenté en familia.

¿Quiénes fueron los primeros que supieron que te ibas a casar?

Los padres de Aitor y los míos. A todos les hizo mucha ilusión. De hecho, mi padre fue el cómplice. Era el único que lo sabía. Yo quería regalarle un reloj especial a Aitor para la pedida y fue mi padre el que me ayudó a conseguirlo. Y la familia de Aitor cuando les dijo que les tenía que contar una cosa le respondieron: “Sí, que os casáis, ¿verdad?”.

¿Habrá algún día en que no sea necesario decir ‘soy homosexual’?

Ojalá. Desde mi punto de vista no es nada importante. Es como si eres rubio, moreno o pelirrojo, pero hay que tener en cuenta que por ahora hay personas que lo esconden por miedo. Sin duda, la educación es muy importante para normalizar.

¿Queréis tener hijos? 

Sí, tenemos muchas ganas los dos.