Iglesias y Kournikova: mansión de 20 millones y 230.000 en reformas en 5 años

Un cantante multipremiado y una campeona del circuito internacional de tenis se compran una casa en Miami y deciden reformarla para adaptarla a sus necesidades, cambiantes según el momento de sus vidas. Son Enrique Iglesias y Anna Kournikova, quienes se compraron una espectacular mansión en Miami en 2009 que han reformado a su gusto y sin escatimar en gastos.

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La propiedad está valorada en la actualidad en 19.326.428 euros (según la tasación oficial a la baja realizada por las autoridades de Florida). Un valor al alza al que ha llegado, en parte, gracias a las reformas que de 2013 a 2018 realizó la pareja. Se gastaron, en cinco años, un total de 267.628 dolares (231.000 euros).

Juntos desde el año 2001, fueron padres por primera vez en 2017 y este año han dado la bienvenida a su tercer hijo. Unos niños que disfrutan de unas instalaciones inigualables, tal y como ha podido comprobar Vanitatis tras consultar el registro de la propiedad del condado Miami Dade, abierto al público como casi todos los documentos oficiales de Estados Unidos.

2.226 metros cuadrados

La mansión al completo ocupa 2.226 metros cuadrados, de los que 1.628 están destinados a vivienda. La casa, de dos plantas, cuenta con siete dormitorios y 12 cuartos de baño. La pareja compró la vivienda que está registrada a nombre de ambos y de la empresa EI Productions LLC desde el 11 de septiembre de 2009.

Según los medios internacionales, se mudaron a la propiedad en 2013, año en el que comenzaron las reformas del espacio, con obras entre las que destaca la de la piscina, una espectacular instalación al borde del mar por la que pagaron 118.800 dólares. La piscina mide 20 por 40 metros y tiene una profundidad de tres a seis metros. Además, gastaron 10.791 dólares en la instalación de una bañera de hidromasaje situada al lado.

Ese fue un año grande en la casa de los Iglesias, porque destinaron una ingente cantidad de dinero en reformar la propiedad. Dieron otro aire al patio con azulejos, ladrillos y losas, por un monto de 19.000 dólares. Instalaron un ascensor que costó 23.000 dólares. Para mejorar el embarcadero privado, la pareja invirtió 19.000 dólares en vigas de hormigón y madera. La iluminación es otro de los puntos fuertes de una vivienda, y la pareja se gastó 9.984 dólares en ponerla a su manera.

Protección de la vivienda

Para protegerse de curiosos y prensa no deseada, la pareja dedicó 2.229 dólares a una verja de acero, y 20.874 dólares en refuerzos de hormigón de las paredes que rodean la villa. Esta inversión la repitieron en 2018 con el gasto de 9.840 dólares en hormigón para la valla. Aquel enero de 2018, pocas semanas después del nacimiento de sus gemelos, se informó en los medios de que la pareja había levantado un muro de cinco de metros para protegerse, aunque quizás las cifras fueron algo exageradas, porque se llegó a hablar de medio millón de dólares en la obra, algo que vemos descabellado con las cifras oficiales en mano.

En 2018 también llevaron a cabo la última reforma en la vivienda y una de las más grandes, junto con la de la piscina. Gastaron 34.160 dólares en reforzar el suelo de hormigón y asfalto del suelo azul de la pista de tenis.

Todas las reformas realizadas han incrementado el valor de la propiedad, según indican en los documentos oficiales consultados. Hay que tener en cuenta que su valor de tasación era de cinco millones de dólares en 2009 mientras que en el año en que fue construida la propiedad, en 1977, su valor era de 475.000 dólares.