Raquel Bernal y Lorenzo Sanz Jr., un romance viento en popa

"Siempre hay que mirar al pasado para aprender de él e intentar mejorarlo. En este verano tan especial en el que nos ha faltado uno de nuestros pilares hay que rodearse de la gente que te quiere y te hace feliz. Mirar el futuro con confianza a pesar de todo, teniendo como ejemplo ese padre que ahora nos falta y también aprender de sus errores, que todos sufrimos en algún momento. Y sobre todo cuidar a los tuyos, en especial a esa madre que tenemos que siempre nos ha apoyado y aguantado que ahora necesita más que nunca de nuestro apoyo y que, desde luego, estoy seguro de que no le va a faltar. A por ello!".

Lorenzo Sanz Jr. expresaba hace unos días con estas palabras las sensaciones ambivalentes de este verano 2020. En lo peor de la pandemia, el exjugador de baloncesto vio cómo su padre se convertía en una de las miles de víctimas del coronavirus. Desde entonces, la familia intenta encajar el golpe y han pasado juntos parte del verano en Marbella. La ciudad malagueña es también lugar habitual de descanso para la empresaria venezolana Raquel Bernal. Allí, al amor del Mediterráneo, ha surgido una bonita amistad que destapó el diario 'Abc' y que, a juzgar por lo que Vanitatis ha podido comprobar con sus propios ojos, va viento en popa.

La relación de la exmujer de Álvaro Muñoz Escassi y del comentarista ha traspasado ya las fronteras de la ciudad andaluza. Esta semana, ambos compartían mesa, carantoñas y confidencias con otros dos amigos en un conocido restaurante de la zona de Méndez Álvaro, en Madrid. Un lugar no muy propio de celebrities, quizá buscando un poco de privacidad. Según testigos presenciales, la pareja se mostró en todo momento muy cariñosa. Son libres (ambos están separados y tienen hijos de relaciones anteriores) y adultos para hacer con su vida lo que mejor les parezca.

En Marbella, Lorenzo Sanz y sus hijos han sido 'acogidos' por su hermano Fernando y por Ingrid Asensio, a los que Lorenzo agradecía hace unos días su hospitalidad. Hasta ahora, el primogénito del expresidente del Real Madrid ha salido más en la prensa deportiva que en la rosa. Sobre todo por su papel como jugador de baloncesto. Compitió dos temporadas en el equipo estadounidense universitario de los Lafayette Leopards, antes de regresar a España y pasar por los equipos de Las Rozas y el Real Madrid. Tras su retirada de las canchas, se encargó durante un año de la dirección técnica del club merengue, consiguiendo ganar la liga ACB. Se casó en 1997 con Ana Trucharte Palomo, con la que ha tenido tres hijos, Lorenzo, Rodrigo y Martina.

Bernal, por su parte, es una empresaria venezolana que tiene múltiples intereses inmobiliarios en la zona del Caribe. Su última iniciativa ha sido la puesta en marcha del festival de cine Cana Dorada, en República Dominicana. Su primer marido fue Víctor Flores, presidente de la Bolsa de Valores de Caracas, con el que tiene una hija en común. Aunque en España su bello rostro (quiso ser Miss Venezuela) saltó a la fama tras un matrimonio fugaz con el jinete Álvaro Muñoz Escassi.