Así intentó convencer Miguel Bosé a Nacho Palau para que sus hijos vivieran juntos en México

Una tensa vista oral fue el comienzo del juicio por la filiación de los cuatro hijos de Miguel Bosé y el que fuera su pareja, Nacho Palau, dos pares de mellizos fruto de la gestación subrogada, dos con los genes y apellidos de un padre y dos con los del otro, pero criados como hermanos hasta la separación.

A la salida de los juzgados, Palau comentaba a la prensa que su propósito en el juicio es que los niños "estén juntos y crezcan como hermanos" y que "confía en la justicia" ante este caso que podría sentar jurisprudencia. "Yo estoy ahora mejor, más tranquilo", ha añadido el que fuera pareja de Bosé durante más de dos décadas tras asistir a la primera sesión del juicio, donde se ha reencontrado con el cantante y compositor, con el que rompió su relación hace dos años.

Los niños tienen en la actualidad 9 años. Los hijos biológicos de Bosé residen con él en México, mientras que los del escultor permanecen a su lado en Chelva (Valencia).

Según una fuente que cita el diario 'ABC', "Miguel adora a sus hijos y lo está pasando muy mal con todo esto. Le están poniendo como el malo en toda esta historia, como si fuera él el culpable de haber separado a los niños".

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Esa persona cercana al artista asegura también que "ha intentado por todos los medios que los críos sigan juntos", e incluso "llegó a ofrecerle a Nacho una casa en México para que los niños siguieran viviendo juntos. Nacho no quería depender de él y Miguel se comprometió a buscarle un trabajo allí. Le ha puesto todas las facilidades y Nacho ha dicho que no a todo".

Fue a través de las redes sociales que el artista musical anunció en 2012 que había sido padre de dos niños por gestación subrogada tras la filtración de un programa de televisión. Posteriormente, en una entrevista concedida en 2014 a la revista 'Shangay', declaró que en realidad tenía "cuatro hijos".

Preguntado por qué había esperado hasta la madurez para estrenarse como padre, Bosé declaró: "Primero, porque una carrera como la mía me exigía entregarme durante un periodo a full time. Segundo, porque no quería hacerlo con una pareja. Así tengo a dos hijos maravillosos que llevan mis apellidos y que nadie me puede quitar. Estoy harto de ver cómo se utiliza a los niños en las separaciones, cómo pagan los platos rotos y sufren las consecuencias de una relación que se rompe".

El juicio ha quedado visto para sentencia y en tres semanas como mínimo se sabrá la resolución judicial. Una vez terminada la vista, no hubo despedidas afectuosas. Miguel Bosé se marchó por donde había venido. Bajó las escaleras hasta el aparcamiento subterráneo donde le esperaba una furgoneta con los cristales tintados que puso rumbo a su casa de Somosaguas (Madrid), aunque se espera que se marche a México en los próximos días.