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El masterchef Perico Delgado: un niño enfermizo que pudo ser enfermero y terminó como campeón
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De la bici a los fogones de 'masterchef'

El masterchef Perico Delgado: un niño enfermizo que pudo ser enfermero y terminó como campeón

El mítico ciclista segoviano aparcó sus estudios para terminar consiguiendo un Tour de Francia y dos Vueltas a España. Años más tarde se enfrentó en Masterchef Celebrity 5 a un nuevo y difícil reto

Foto:  Pedro Delgado en 'MasterChef Celebrity'. (TVE)
Pedro Delgado en 'MasterChef Celebrity'. (TVE)

"Hijo, tú estudia, que de la bici no vas a vivir". Estas eran las poco proféticas palabras que su padre, sindicalista hasta la médula, le repetía a Pedro Delgado hasta la saciedad. "Mi padre lo que quería es que siguiera estudiando Enfermería. Afortunadamente, se equivocó y él mismo acabó encantado de que no le hiciera caso", recordaba el ciclista, con 60 años que no aparenta a sus espaldas, en una entrevista para 'El Mundo'.

De pequeño fue un niño enfermizo y llegó a pasar varios meses en la cama aquejado de hepatitis cuando tenía 12 años. Pero a partir de ese momento su salud mejoró y se convirtió en una especie de Chicho Terremoto practicando varios deportes. "Jugaba a cualquier cosa, baloncesto, fútbol, carreras a pie, frontenis...", reconoce en su página web.

placeholder  Perico, en el Tour 89 junto a otras dos leyendas: Greg LeMond y Laurent Fignon. (Getty)
Perico, en el Tour 89 junto a otras dos leyendas: Greg LeMond y Laurent Fignon. (Getty)

Pero fue el ciclismo finalmente su vocación, cuya cota más alta alcanzaría en el verano de 1988, cuando sorprendió a todos con su triunfo en el Tour de Francia, acabando de paso con una sequía de quince años desde que un español se enfundara el maillot amarillo en París, desde que lo hiciera otro ciclista legendario, Luis Ocaña.

Foto:  Juanjo Ballesta. (TVE)

Ahora Perico, como se le conoce cariñosamente, se ha enfrentado en 'MasterChef Celebrity' a los retos de Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz con la misma disciplina y esfuerzo que se enfrentaba a los duros ascensos del Tourmalet o el Angliru, aunque con diferente resultado, ya que el profesional de la bicileta abandonó los fogones de masterchef en el programa de la semana pasada. Sin embargo, no es la primera vez que une los pedales con la gastronomía, así recoge una anécdota del libro 'Induráin, la historia definitiva del mejor corredor del Tour de Francia'.

placeholder  Miguel Induráin, en el Tour. (Getty)
Miguel Induráin, en el Tour. (Getty)

El navarro, heredero del segoviano como rey de nuestro ciclismo, dejó de compartir habitación con Delgado porque lo estaba "pasando muy mal". ¿La razón? Según el libro, Miguel Induráin estaba torturado con su estricta dieta mientras su compañero de equipo, mucho más delgado, se ponía las botas cada día. "Miguel debía controlar su peso. Y figúrate, llega al hotel después de la etapa y me encuentra allí, atiborrándome con un bocadillo, una cerveza, unos pastelillos y tal vez suelto un eructo después. Mientras él solo toma un poco de muesli. Y, para colmo, le digo en broma que estoy muerto de hambre", confesaba Perico.

Padre de familia

De la vida privada de este icono del deporte patrio se sabe lo justo. En 1992 se casó con la leonesa Ludy Blanco, cuando él tenía 34 años y ella 28, en una ceremonia íntima en la iglesia segoviana de San Justo a la que solo asistieron unas 20 personas. Juntos tienen tres hijos, con los que viven a caballo entre Segovia, Madrid y el sur de Francia.

"Tengo unos hijos muy artistas. Pedro, que le gusta el cine, y a Pablo le gusta mucho el dibujo y el diseño. Quizá Álvaro sea el que más se parezca a mí, le gusta mucho el deporte. Como padre estoy feliz de que a mis hijos les apasionen las cosas; otra cosa es que luego puedan vivir de ello o no. Y yo como padre siempre estoy ahí. Si tengo que cortar un trozo de madera, yo lo corto. Y si tengo que estar de taxista, lo estoy. Lo que ellos quieran. Para mí es un placer estar y apoyar a mis hijos", decía sobre su descendencia en una entrevista hace unos meses con 'La Razón'.

Historias de la radio

Poco amigo de polémicas, sí se vio enzarzado en un largo rifirrafe con José María García que comenzó en la Vuelta de 1988, cuando se negó a participar para preparar mejor el Tour. Según confesó en 'Salvados' a Jordi Évole, "García no entendió aquella decisión y me empezó a poner a caldo, que si era un antiespañol, que cómo podía no correr la Vuelta a España... Empezaron a lloverme críticas". Más tarde, cuando cambió la bici por los micrófonos de comentarista, García le quiso en la COPE pero él prefirió la SER y a José Ramón de la Morena, y eso no le sentó nada bien al veterano periodista: "Me empezó a sacudir sin piedad, a mí, a mi padre, a mi novia...".

Más recientemente, el pasado mes de mayo, cuando la gente pudo volver a hacer deporte tras 50 días de cuarentena, Delgado dedicó críticas al Gobierno por los horarios impuestos a los ciclistas. "¡Grande el ministro Illa! Con esos horarios y dentro del municipio es imposible practicar ciclismo. Es una invitación a salir todos a la vez, juntarnos continuamente y, además, con poca visibilidad. ¿Tal vez es para dar más trabajo a nuestros saturados hospitales?", escribió en sus redes sociales.

"Hijo, tú estudia, que de la bici no vas a vivir". Estas eran las poco proféticas palabras que su padre, sindicalista hasta la médula, le repetía a Pedro Delgado hasta la saciedad. "Mi padre lo que quería es que siguiera estudiando Enfermería. Afortunadamente, se equivocó y él mismo acabó encantado de que no le hiciera caso", recordaba el ciclista, con 60 años que no aparenta a sus espaldas, en una entrevista para 'El Mundo'.

Jordi Cruz Pepe Rodríguez
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