Las cariñosas palabras de Esther Koplowitz hacia su exmarido, Fernando Falcó

Tras un tiempo enfermo, el pasado martes fallecía a los 81 años Fernando Falcó, marqués de Cubas. La desgracia parece haberse cebado con la familia, ya que se convertía en la tercera muerte que se producía en su seno, siete meses después de la desaparición de su hermano mayor, Carlos, marqués de Griñón, por coronavirus. Además, hace solo dos meses fallecía Jaime Hoyos de Carvajal, marido de su sobrina Xandra Falcó. Precisamente la última imagen pública del marqués de Cubas fue una salida a comer con ella, hace apenas dos semanas.

En declaraciones a 'ABC', la que fuera su esposa, Esther Koplowitz, le recuerda con estas cariñosas palabras: "Fernando era un hombre muy excepcional. Enormemente noble, incapaz de hacer daño a nadie".

Según añade el diario, aunque llevaban más de diez años separados, seguían viviendo bajo el mismo techo y ella –que nunca ha querido quitarse el anillo de boda– ha cuidado de él hasta el último momento durante su enfermedad.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid, se dedicó principalmente al mundo de los negocios como empresario, así como a la gestión del patrimonio familiar. Su gran pasión fue el mundo del automóvil, lo que le llevó a participar en numerosos rallies, afición que abandonó tras la muerte de su hermano mayor, Felipe, en un accidente ocurrido en una de esas pruebas en 1962.

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C. Villar

En 1976 asumió la presidencia del Real Automóvil Club de España (RACE) como presidente, donde creó el servicio de Ayuda en Carretera. Dimitió de ese cargo en 2002. Fue director de la revista 'Autoclub', presidente del consejo de administración de la sociedad René Barbier –filial del grupo Rumasa– y formó parte del Consejo de Administración de Vivendi Universal.

Fernando Falcó estuvo casado dos veces: la primera con Marta Chávarri, entre 1983 y 1989, con la que tuvo a su único hijo, Álvaro, y la segunda con la citada Esther Koplowitz.

Entre sus relaciones personales debemos subrayar su amistad con el rey Juan Carlos, a quien había tratado de igual a igual en su infancia, aunque con modestia afirmaba: "Yo no me considero amigo de don Juan Carlos, sino que le considero una persona a la que quiero y respeto mucho".